El 5 y 6 de mayo pasado
bajo el lema: “Un solo Corazón, una sola Alma” se realizó el Retiro anual del
Movimiento Laical Orionita, de la Zona
Nea – Par, en la Casa de retiros “Marianela” de la ciudad de Atyra, a
pocos kilómetros del Santuario de Ntra. Sra.
de los Milagros de Caacupé, en la República del Paraguay.
El encuentro conto con
la participación de representantes de todas las comunidades pertenecientes a la
zona: Las Parroquias de Ñe embucu, de Mariano Roque Alonso, el Cottolengo Don Orione
de Asunción y de la casa de formación de Lambaré (todas éstas del Paraguay); La
parroquia de Sáenz Peña y los Santuarios de Itati y Barranqueras. El numeroso
evento contó con la presencia de 110 participantes, entre laicos y sacerdotes, quienes
vivieron estos días en un verdadero clima fraterno de oración y meditación.
La mañana de la primera
jornada comenzó con una iluminación y
reflexión denominada “Encuentro con Jesús” a cargo del P. Roberto Simeonato,
quien exhortó a descubrir, en el silencio de éstos días, a Jesús y su voluntad
en cada historia personal, instó a buscar
un verdadero encuentro con el Señor que tarde o temprano nos pide todo. Al
medio día se realizó la Hora Santa, a cargo del equipo organizador. Por la
tarde la segunda iluminación, también a cargo del P. Roberto, tuvo como tema “Don
Orione y Jesús”, se reflexionó acerca de que “Jesús es el centro de la vida de
Don Orione y el corazón del Proyecto:
Instaurare omnis in Christo”. Luego se compartió la Santa Misa presidida
por el Padre Porfirio Ramírez párroco de la parroquia Sagrada Familia; inmediatamente
después de la cena se vivió un grato momento festivo, donde cada comunidad
compartió sus talentos. Para el cierre del día se escucharon las palabras que
pronunciará Don Orione en su última buenas noches.
En la segunda jornada
se conto con la iluminación de la Lic. Estela Romero, quien con sus palabras
instaba a descubrir que en nuestra vida “Todo es Gracia de Dios”.
El retiró culminó con
la celebración de la Santa Misa
presidida por P. Roberto Simeonato quien en la homilía exhortó a “Permanecer
fieles en el Señor”, ésta eucaristía se compartió con los fieles del
lugar que concurren habitualmente a la misa de domingo.
Cabe destacar y
agradecer la encomiable labor que realizó el equipo organizador, ya que por su
gran cariño y esfuerzo se pudo compartir éste hermoso encuentro fraterno, donde
gracias a la apertura y el entusiasmo de
todos se respiró un verdadero Espíritu
de Familia.
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