Queridos amigos y amigas:
"La confesión cristiana de Jesús como único salvador, sostiene que toda la luz de Dios se ha concentrado en él, en su vida luminosa (...) No hay ninguna experiencia humana, ningún itinerario del hombre hacia Dios, que no pueda ser integrado, iluminado y purificado por esta luz. Cuanto más se sumerge el cristiano en la aureola de la luz de Cristo, tanto más es capaz de entender y acompañar el camino de los hombres hacia Dios".
(De la Carta encíclica Lumen Fidei).
Les agradezco de corazón que me hayan tenido presente al enviarme los augurios de una Santa Navidad.
Que nuestra vida pueda estar cada día más centrada en Jesús y seamos un reflejo de su Amor para los demás.
¡Feliz Navidad y un año nuevo de su Gracia y Misericordia!
Todo mi afecto para ustedes, en Jesús, María y José:
Hna. María Teresa Simionato.
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