“El Espíritu Santo es
nuestro amigo y compañero de camino y nos dice dónde está
Jesús”, expresó el Papa Francisco en la homilía de la misa
de la mañana en la Casa de Santa Marta. El Papa subrayó también la importancia
del examen de conciencia en la vida de todo cristiano.
La homilía del
Pontífice estuvo centrada sobre el Espíritu Santo que es “justamente Dios, la
Persona Dios, que da testimonio de Jesucristo en nosotros”. El Papa indicó la
protección del Espíritu Santo que “Jesús llama Paráclito”, “o sea aquello que
nos defiende”, que “siempre está a nuestro lado para
sostenernos”.
“No se puede
entender la vida cristiana sin la presencia del Espíritu Santo: no sería
cristiana. Sería una vida religiosa, pagana, piadosa, que cree en Dios, pero sin
la vitalidad que Jesús quiere para sus discípulos. Y aquello que da la vitalidad
es el Espíritu Santo, presente”, afirmó. “El Espíritu da testimonio de
Jesús - subrayó el Papa - para que nosotros podamos darlo a los
demás”:
“En la primera lectura
hay una cosa bella: aquella mujer que escuchaba a Pablo, que se llamaba Lidia.
De ella se dice que el Señor le abrió el corazón para adherir a las palabras de
Pablo. Esto es lo que hace el
Espíritu Santo: nos abre el corazón para conocer a Jesús. Sin Él no podemos
conocer a Jesús. Nos prepara al encuentro con Jesús. Nos hace ir por el camino
de Jesús. El Espíritu Santo actúa en nosotros durante todo el día, durante toda
nuestra vida, como testimonio que nos dice dónde está
Jesús”.

El Papa exhortó una
vez más a la oración, como el camino para tener, en “cada momento”, la gracia de
la “fecundidad de la Pascua”. Una riqueza posible – dijo – gracias al Espíritu
Santo. El Obispo de Roma reflexionó asimismo sobre “el examen de
consciencia”, “que los cristianos realizan con respecto a la jornada que han
vivido”, un “ejercicio” que “nos hace bien - afirmó - porque es tomar
consciencia de aquello que el Señor ha obrado en nuestro corazón
”.
“Pidamos la gracia de
acostumbrarnos a la presencia de este compañero de camino, el Espíritu Santo, de
este testimonio de Jesús que nos dice dónde está Jesús, cómo encontrar a Jesús,
qué cosa nos dice Jesús. Tenerle una cierta familiaridad: es un amigo.
Jesús lo ha dicho: ‘No, no te dejo solo, te dejo a Éste. Jesús nos lo deja como
amigo. Antes que
termine la jornada tengamos la costumbre de preguntarnos: ¿‘Qué cosa ha obrado
el Espíritu Santo en mí, hoy? ¿Qué testimonio me ha dado? ¿Cómo me ha hablado?
¿Qué cosa me ha sugerido?’. Porque es una presencia divina que nos ayuda a ir
adelante en nuestra vida de cristianos. Pidamos hoy esta gracia. Y esto hará
que, como lo hemos hecho en la oración, en cada momento tengamos presente la
fecundidad de la Pascua. Así sea”.