....El 20 de diciembre de
2012, el Santo Padre Benedicto XVI dispuso la promulgación de varios Decretos
referidos a las causas de canonización y entre ellos está el Decreto que
reconoce “el martirio de los Siervos de Dios Ricardo Gil Barcelón, sacerdote, y
Antonio Arrué Peiró, postulante, de la Congregación de la Pequeña Obra de la
Divina Providencia; asesinados, a causa del odio a la Fe, en Valencia (España),
en el año 1936”.
...
Se cumplirá aquello que el Fundador auguraba a sus jóvenes
hijos: “Espero que entre ustedes saldrán algunos mártires. Estén llenos de
amor, de amor de Dios y del prójimo que son una misma cosa”. Y comentaba la
expresión de San Agustín “Martyrem dixi, predicavi satis: dije mártir, y basta,
dije bastante. Por esto muchos centenares y miles de hijos de la Iglesia son
honorados, glorificados, venerados, únicamente porque resulta que
verdaderamente habían dado la vida y la sangre como testigos de Cristo:
Martyrem dixi, predicavi satis!”En el Año de la Fe, este evento sea para nosotros un llamado
a la santidad y al martirio – Dios no quiera que sea de la sangre – pero de la
abnegación y del sacrificio por el Señor y por la caridad hacia las Almas.
extracto de una carta de Don Flavio Peloso, Superior General, para Navidad de 2012.