Hoy recordamos a Santa Inés su nombre en latín Agnés, significa
cordero, por eso se la identifica con un corderito en brazos. Tenía 13 años,
era muy rica de una familia de la aristocracia romana y cristiana, una dulce chica angelical. A los
13 años ella se había consagrado a Jesús, como aquellas almas que no quieren
estar en el mundo, como San Luis Gonzaga
que, a los 13 años, en Florencia, se consagró a la Santísima Virgen en
la Iglesia de L' Annunciata.
Santa Inés se consagró a Jesús en los momentos en que los
cristianos eran arrojados a las fieras, y expuestos al martirio más cruel, que
dieron su vida por Jesús Cristo. A 13
años Inés fue denunciada como cristiana: era el año, al parecer, 303 AD. El
emperador Diocleciano ordenó la persecución más sangrienta contra los
cristianos. Ellos trataron de que Inés negara la fe en Jesús una chica noble, recordando su gran acto de
consagración a Jesucristo, no negó su
fe, y, después de haber sido brutalmente torturada con un mártirio cruel, fue decapitada. Fue enterrada
en una granja, en Vía Nomentana, porque
la ley permitía que los cuerpos de los
mártires podrían tomarse y ser enterrados por la familia. Allí la princesa
Constantina hija del Emperador Constantino mando a construir una Basílica al verse curada de una
enfermedad después de recurrir a la Santa, allí se bendicen todos los años dos
corderitos que se regalan al Papa para con su
lana haga tejer los palios de los arzobispos y patriarcas. Otra chica se
fue en aquellos días para rezar ante su tumba, fue su hermana, no su hermana de
verdad, pero la hermana de leche, la hija de su enfermera, quien fue confiada
por la familia, ya que le dio la leche y era llamada Emerenciana . Los paganos
malvados, por ver orar ante la tumba de
Inés, la apedrearon, como a el primer
mártir Esteban, quien fue apedreado hasta la muerte, por lo que cayó bajo la
lluvia de sassi. Inés y Emerenciana habían tomado la misma leche, y murió la
misma muerte, y ahora se encuentran a poca distancia de, en Roma, en la gran
Basílica de Santa Inés en Nomentana desde el 21 de enero de 1621, ambas son
depositadas en una urna de plata bajo el
altar de la Basílica en Nomentana... ¡¡¡¡Ven lo mucho que tenemos que aprender
de esta joven, que tenía 13 años más que muchos de ustedes, y que en lugar de
negar la fe, la doctrina de Jesucristo murió como mártir. ¡¡¡¡Cuántas cosas tenemos que
aprender!!! escribió Don Orione en La Pasión de Santa Inés, en los acontecimientos relacionados con su
martirio y su devoción.