TUIT DEL PAPA EN EL DÍA DE LA MEMORIA
"Auschwitz es un grito de dolor que, en ese gran
sufrimiento, está pidiendo un futuro de respeto, de paz y de encuentro entre
los pueblos".
Queridos amigos, el 27 de enero de 1945, las tropas rusas
entraron en el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, donde encontraron
el horror que todos conocemos.
Por eso hoy se celebra el Día Internacional de Conmemoración
en Memoria de las Víctimas del Holocausto: aproximadamente 6 millones de
hebreos, un millón de gitanos, 250.000 personas discapacitadas física o
mentalmente, miles y miles de cristianos, disidentes políticos, homosexuales...
Entre las víctimas cristianas, podemos recordar a san Maximiliano
Kolbe, sacerdote franciscano que se ofreció a tomar el lugar de un padre de
familia destinado a morir en el "bunker del hambre". O a santa Edith
Stein, monja carmelita descalza de origen hebrea que murió en las cámaras de
gas de Auschwitz.
Oremos con el Papa para que todo el enorme sufrimiento
humano que simboliza Auschwitz no se repita jamás, para que aprendamos de la
historia a construir un futuro de paz y respeto.
Les dejamos esta oración del Papa Francisco en el Memorial
de Yad Vashem
"Adán, ¿dónde estás?” (cf. Gn 3,9). ¿Dónde estás,
hombre? ¿Dónde te has metido?
En este lugar, memorial de la Shoah, resuena esta pregunta de
Dios: “Adán, ¿dónde estás?”.
Esta pregunta contiene todo el dolor del Padre que ha
perdido a su hijo.
El Padre conocía el riesgo de la libertad; sabía que el hijo
podría perderse… pero quizás ni siquiera el Padre podía imaginar una caída como
ésta, un abismo tan grande. Ese grito: “¿Dónde estás?”, aquí, ante la tragedia
inconmensurable del Holocausto, resuena como una voz que se pierde en un abismo
sin fondo…
Hombre, ¿quién eres? Ya no te reconozco. ¿Quién eres,
hombre? ¿En qué te has convertido? ¿Cómo has sido capaz de este horror? ¿Qué te
ha hecho caer tan bajo? Quién te ha corrompido? ¿Quién te ha desfigurado? ¿Quién
te ha contagiado la presunción de apropiarte del bien y del mal? ¿Quién te ha
convencido de que eres dios?
No sólo has torturado y asesinado a tus hermanos, sino que
te los has ofrecido en sacrificio a ti mismo, porque te has erigido en dios.
Señor, escucha nuestra oración, escucha nuestra súplica, sálvanos por tu
misericordia. Sálvanos de esta monstruosidad. Señor omnipotente, un alma
afligida clama a ti. Escucha, Señor, ten piedad.
Hemos pecado contra ti. Tú reinas por siempre (cf. Ba
3,1-2). Acuérdate de nosotros en tu misericordia. Danos la gracia de
avergonzarnos de lo que, como hombres, hemos sido capaces de hacer, de
avergonzarnos de esta máxima idolatría, de haber despreciado y destruido
nuestra carne, esa carne que tú modelaste del barro, que tú vivificaste con tu
aliento de vida.
¡Nunca más, Señor, nunca más!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario