Polonia, sufrió más
que cualquier otra nación en la opresión y la destrucción nazi durante la
Segunda Guerra Mundial (1939-1945). La herida más inhumana y sombría en ese
momento sigue siendo, tal vez, una de las miles de muertes en los campos
alemanes. Para Dachau, en particular, está relacionada con una de las páginas
más trágicas y gloriosos del clero polaco: en ella había 1.773 reclusos, también
eclesiásticos y 868 de ellos fueron asesinados allí.
Entre
los testigos heroicos de la fe y de la caridad cristiana asesinado en Dachau,
el esplendor de la figura de un joven sacerdote Don Orione, Don Francisco
Drzewiecki .
El libro, bien
documentado históricamente, cuenta su historia. Nacido en Zduny (Lowicz), el
26/02/1908, se formó al lado de Don Orione en Tortona, donde estuvo durante sus
estudios de noviciado y teológicos. Como diácono, estuvo en el Instituto en
Fano y después como sacerdote en
Génova-Castagna. De vuelta en Polonia, trabajó en Zdunska Wola y Wloclawek.
En Wloclawek, donde fue pastor, y encargado del Pequeño Cottolengo, fue
detenido con todo el clero de la ciudad y luego enviado al campo de concentración
de Dachau con el número 22666. La fecha de su muerte fue anunciada el 13 de septiembre de 1942, pero
fue muerto el 10 de agosto . Él tenía sólo 34 años de edad y 6 del sacerdocio.
La caridad ,fue el resultado de su unión
habitual con Dios, era la meta de su vida. Fue acompañado por esto incluso en
el largo camino de la cruz de la humillación y el sufrimiento en la prisión
nazi: en Wloclawek, Lad, Szczyglin, Sachsenhausen y finalmente a Dachau, fue recordado por sus compañeros como "el hombre que construía con
su cortesía y amabilidad" (Mons. F.Korszynski).