EL 8 DE FEBRERO, I JORNADA INTERNACIONAL DE ORACIÓN Y SENSIBILIZACIÓN CONTRA LA TRATA DE PERSONAS
El Papa Francisco ha denunciado de forma rotunda y reiterada la trata
de seres humanos, una práctica que ha definido como un crimen contra la
humanidad. Respondiendo a su llamada, el Pontificio Consejo para la
Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, el Pontificio Consejo de
Justicia y Paz y la Unión Internacional femenina y masculina de
Superiores Generales convocan este año, el 8 de febrero, la Primera
Jornada Internacional de Oración y Sensibilización contra la Trata. La
fecha elegida coincide con la fiesta de Santa Josefina Bakhita, una
esclava de origen sudanés que, al ser liberada, se convirtió en
religiosa y fue canonizada en el año 2000, símbolo de esperanza y
libertad. El primer objetivo de esta iniciativa es crear mayor
conciencia sobre este fenómeno global para impulsar una movilización que
llegue a todos los rincones del mundo y permita reflexionar sobre las
situaciones de violencia e injusticia que viven tantas personas que hoy
en día se ven privadas de libertad y de dignidad. Hablamos de las
víctimas del grave delito de la trata, pero, también, de las situaciones
de pobreza y vulnerabilidad en las que se ven inmersas y que las
convierten en simples instrumentos para el lucro de otros. Enciende una
luz contra la trata es el lema elegido para esta jornada, con el que se
expresa el objetivo de arrojar luz sobre la oscuridad que pesa sobre
este crimen. Esta convocatoria, que será secundada con la celebración de
Vigilias de Oración en distintos países de todo el mundo, tendrá su
punto culminante en Roma el domingo 8 de febrero, durante el rezo del
Ángelus en la plaza de San Pedro. El drama de la trata de personas es
una de esas periferias pastorales a las que se refiere el papa Francisco
en las que la Iglesia católica está presente desde hace mucho tiempo:
denunciando, sensibilizando y, sobre todo, estando al lado de las
personas que son víctimas de esa tráfico y necesitan mayor apoyo. Por
ese motivo, otro de los principales objetivos de esta jornada es seguir
aportando desde las organizaciones de la Iglesia más involucradas en la
respuesta a este problema soluciones urgentes e iniciativas concretas de
lucha contra esta forma moderna de esclavitud que viola los derechos y
la dignidad de tantas personas en todo el mundo. Cáritas, el
Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones, CONFER y Justicia y
Paz se suman con fuerza a esta iniciativa e invitan a todas las
diócesis, parroquias, asociaciones, familias y personas a reflexionar y
rezar juntos en esta Jornada contra la Trata. Reafirmamos la necesidad
inaplazable de defender, en primer lugar, los derechos humanos de las
víctimas y de aplicar con voluntad real la legislación vigente en favor
de su protección y su dignidad irrenunciable. La invitación de estas
entidades anima a recorrer un camino que vaya desde la conciencia a la
oración, de la oración a la solidaridad, y de la solidaridad a la acción
concertada, hasta que la esclavitud y la trata desaparezcan, como
señala el cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo
Justicia y Paz. Todo ello para visibilizar, según recuerdan los obispos.