La institución, fundada en 1935 por el sacerdote italiano
Luis Orione, atiende las necesidades de centenares de personas con
diversas discapacidades. En el marco de los festejos por el aniversario,
este jueves el titular de la Comisión Episcopal Argentina, José María
Arancedo, presidirá una misa de acción de gracias.

El Pequeño Cottolengo Don Orione, ubicado en el barrio homónimo,
conmemora 8 décadas desde aquel 23 de abril en el que el sacerdote
italiano Luis Orione colocó la piedra fundamental de la obra de fe, que
funciona en el predio situado entre las avenidas Lacaze y Eva Perón.
La celebración será a las 18, en el santuario de Don Orione, donde se
espera la presencia de los obispos que participarán de la 109ª Asamblea
Plenaria que se efectúa hasta este sábado en Pilar.
“Es el comienzo de los festejos por los 80 años del Cottolengo, es la
partida inicial de una serie de actividades conmemorativas que se van a
hacer en la última parte del año”, relató a
www.deBrown.com.ar el sacerdote Héctor Pasos, integrante del equipo directivo del inmenso hogar.
La institución, que tiene presencia en varias provincias, trabaja en
el cuidado de cientos de personas con discapacidades físicas, mentales y
sensoriales que habitan en los 14 hogares que allí se levantan. En el
mismo lugar, en el centro del terreno, está el santuario que alberga el
relicario con el corazón del santo fundador, el cual fue traído desde
Italia en el año 2000 y a diario recibe la visita de decenas de fieles.
La sede local es la más grande de la Argentina y en su
interior cuenta con una amplia infraestructura, que aloja alrededor de
400 hombres y mujeres -desde niños hasta adultos- que fueron dejados
allí por sus familias.
Las tierras en las que se erige la construcción constituyen “un mundo
aparte” ya que tiene calles internas, una escuela, un hospital, un
estudio de radio, una huerta, una capilla, canchas de fútbol e incluso
un cementerio.
En estos años, sostuvo el presbítero,“el aporte a la comunidad
permitió recibir a personas que en muchos lugares no las reciben” y que
en general pertenecen a familias que “no los pueden tener y contener”.
“Es
un hogar sustituto donde se da la mejor calidad de vida que se puede.
Además, aportamos desde la fe en Cristo, que nos llama a ayudar”, remarcó.

Para su actividad diaria, donde están cubiertas las áreas de salud,
educación, rehabilitación y recreación posee un equipo de empleados y
voluntarios que -junto con los religiosos de la congregación de la
Pequeña Obra de la Divina Providencia- atiende las necesidades de sus
residentes.
El Cottolengo no recibe fondos del Estado, sino que se mantiene con
pensiones, donaciones de empresas y particulares y con lo recaudado en
las diferentes actividades que realiza con ese fin.
Ante este escenario y con el lema expresado por el fundador de esta obra,
“sólo la caridad salvará al mundo”, apelan a la colaboración de todo aquel que pueda ayudar.
Para eso, se pueden visitar los sitios
www.cottolengodonorione.org.ar y
www.donorione.org.ar o ingresar a la página de Facebook:
DonOrioneAr, donde encontrarán la información necesaria para hacer el aporte.
Durante abril, relató el clérigo, se está haciendo una campaña para
reunir medias y jabones. Las iniciativas varían de mes a mes y la idea
es que pueda ser la gente de la zona quien haga su contribución a través
de productos accesibles y que son de suma utilidad.
As