viernes, 4 de diciembre de 2015

¡¡¡ PUERTA SANTA !!!!!

martes 8 de diciembre, fiesta de María concebida en total santidad con Dios, el Obispo de Roma, en su diócesis y a lo largo del mundo cada Obispo en su diócesis procederán a abrir la denominda Puerta Santa inaugurando así al Año Santo de la Misericordia y que tendrá una duración prácticamente de un año porque finalizará el 11 Noviembre de 2016. También cada Obispo habrá otras iglesias en que se abrirán puertas, para facilitar la oración. ¿Qué motivación tiene este acontecimiento? Su motivación es celebrar con gozo y en gracia la infinita Misericordia de Dios, que supera todo pecado y toda maldad. Los cristianos no tenemos las palabras suficientes para hablar del infinito misterio que es el AMOR de Dios, porque, como escribe san Juan en su primera carta: “Dios es Amor”. Notemos que no dice que tiene mucho amor, sino que Dios mismo es Amor. Este Amor también se denomina Misercordia. Entonces todos estamos invitados a la fiesta de la Misericordia. ¿Cómo se hace? Recuperando, o fotaleciendo nuestra amitad con Dios. 1.- Acercándonos a un sacerdote para pedir perón por nuestro pecado. 2.- Recibir la Sagrada Comunión. 3.- Hacer oración por el Papa. 4.- Visitar hospitales o sanatorios y entretener a los pacientes. 5.-Visitar cáceles o comisarías y entregar algún presente a un preso (el diario, revistas, golosinas. Un rosario, una estampa, algún comestible, etc. Jesús, en una parte del Evangelio de San Juan dice: “Yo soy la puerta de las ovejas”. Esas palabras nos enseñan que no pasamos solo la Puerta del año Santo sino que Él va con nosotros.

DON GIOVANNI CALABRIA



Don Giovanni Calabria (1873-1954), el fundador de los  Siervos  de los Pobres  y las Siervas de los Pobres de la Divina Providencia,  es otro de los grandes representantes de una espiritualidad fuertemente inspirado en la experiencia de la Divina Providencia. 1 Quería vivir el "Evangelio sin brillo" y se convirtió en un profeta y creador de la civilización de este atribulado siglo XX. El Papa Pío XII lo describió como un "campeón de la caridad evangélica." Su expresión recurrente  era: "Todos somos hermanos, todos somos hijos de Dios que es nuestro Padre." Él ve la santidad y la misión se fusionaron en la experiencia de fe en la Divina Providencia:  "Existe la necesidad de sacerdotes que sientan lo que siento yo : que vivan abandonados a la Divina Providencia, la vida apostólica, almas ! Almas ".