Dijo el Papa Francisco a 1.600.000 jóvenes: "no nos pondremos a gritar contra nadie, no
vamos a pelear, no queremos destruir ni insultar. Nosotros no queremos
vencer el odio con más odio, la violencia con más violencia, el terror
con más terror. Nuestra respuesta a este mundo en guerra tiene un
nombre: se llama fraternidad. Se llama comunión, se llama familia".