La Conferencia Episcopal Argentina difundió un comunicado para conmemorar el 25 de marzo la "Solemnidad de la Anunciación del Señor" y para celebrar "el Día del niño por nacer".
El comunicado sostiene que la Iglesia recuerda con alegría "el anuncio de que Dios se ha hecho hombre por medio de una mujer que no tuvo miedo y que, con su fe y confianza, dijo 'sí'".
"María, la mujer libre que aceptó y valoró la vida, y que con su sí
cambió la historia de la humanidad poniendo la base de un nuevo
humanismo", agrega la misiva de la comisión ejecutiva de la Conferencia
Episcopal Argentina.
El comunicado además sostiene que "conocemos y acompañamos a las
mujeres, a los padres y a las familias que viven situaciones injustas,
dolorosas y a veces dramáticas, justo cuando está por llegar una nueva
vida. Pero no sucumben a las presiones e indicaciones de muerte que
reciben de su alrededor, incluso de algunas instancias de la sociedad
civil".
El comunicado completo
El
25 de marzo celebramos la Solemnidad de la Anunciación del Señor. Nos
unimos en esta celebración al Día del niño por nacer, recordando la
alegría del anuncio de que Dios se ha hecho hombre por medio de una
mujer que no tuvo miedo y que, con su fe y confianza, dijo "sí".
María,
la mujer libre que aceptó y valoró la vida, y que con su sí cambió la
historia de la humanidad poniendo la base de un nuevo humanismo. "Las
culturas cambian, pero los fundamentos esenciales de las personas
permanecen. La Ley de Dios y el sentido común nos han enseñado que la
vida es un gran bien que debemos preservar desde el momento que
comienza" (CEA, "Una cuestión de vida o muerte", 23 de agosto de 2006).
Conocemos
y acompañamos a las mujeres, a los padres y a las familias que viven
situaciones injustas, dolorosas y a veces dramáticas, justo cuando está
por llegar una nueva vida. Pero no sucumben a las presiones e
indicaciones de muerte que reciben de su alrededor, incluso de algunas
instancias de la sociedad civil. La solidaridad y la esperanza de la
comunidad cristiana se hacen presente por medio de personas e
instituciones que, en nombre de Dios, anuncian el gozo del Evangelio. El
Papa Francisco nos recuerda que: "La alegría cristiana no es una
alegría que se construye al margen de la realidad, ignorándola o
haciendo como si no existiese. La alegría cristiana nace de una llamada
–la misma que tuvo san José– a tomar y cuidar la vida, que nos interpela
a custodiar la vida y ayudarla a nacer y crecer" (Francisco: Carta a
los obispos en la Fiesta de los Santos Inocentes, 2016).
En
este día, queremos recordar lo que ya dijéramos hace unos años: "No hay
una vida que valga más y otras menos: la del niño y el adulto, varón o
mujer, trabajador o empresario, rico o pobre. Toda vida debe ser cuidada
y ayudada en su desarrollo desde la concepción hasta la muerte natural,
en todas sus etapas y dimensiones" (CEA, 107 Asamblea Plenaria. 8 de
mayo de 2014). Debemos educar para aceptar y acoger toda vida humana sin
discriminación, especialmente las más vulnerables y excluidas.
Que
María, Madre de Dios y Madre nuestra, nos ilumine para festejar el don
de la vida y nos ayude a desarrollar un mundo más pacífico y justo,
donde los niños puedan disfrutar de una vida plena y puedan construir
una Patria de hermanos, la Civilización del Amor.
Comisión Ejecutiva Conferencia Episcopal Argentina 25 de marzo de 2017
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