1913:
en el monasterio de las monjas cistercienses de Viterbo, Don Orione se
encuentra con Sor María Benedetta Frey, que lle pide consejo para el
establecimiento de una Congregación femenina. La
monja lo responde con el sermón del "trapo" y le ofrece como regalo una
pintura que representa al Niño Jesús, conocida como "Girandolona"