domingo, 15 de septiembre de 2019

16 de SEPTIEMBRE, PADRE MIGUEL TIBURZIO


Sac. MICHELE TIBURZIO
    de Avezzano (L'Aquila), quien murió en el Policlínico de Buenos Aires, el 16 de septiembre de 1974 a los 72 años de edad, 55 de profesión y 46 de sacerdocio.

Acogido por Don Orione en 1916, inmediatamente después del terremoto de Avezzano (poco Michele toda la familia había perdido) fue trasladado de Roma a Cassano Ionio (Cosenza), hizo la prueba, el noviciado, 17 de julio de 1919, emitido, así la primera profesión
De 1919 a 1923 estuvo en Tortona, primero en el Convitto Paterno como ayudante de jóvenes impresores, luego en el Probandato de Via Mirabelle como asistente de los probandos.
Después de su servicio militar (1923-1924), más tarde pasó a San Severino Marche (Macerata) y luego al Instituto Manin de Venecia. En 1927 regresó a Tortona para completar el curso de Teología, y en 1928 fue ordenado sacerdote por Mons. Grassi.
El 15 de agosto 1929 se fue a América del Sur, junto con Don Giuseppe montaña, se detuvo brevemente en Montevideo (Uruguay) y luego llegó a la Argentina, donde prestó su valioso trabajo en las distintas instituciones de la Pequeña Obra existentes allí.
Fue en Victoria y Nueva Pompeya (1929-1936) dirigido a las escuelas "Boneo» Rosario (1937-1947), y el "San Martín de Tours" en San Fernando (1947-1956) en adelante, hasta 1962, en el Chaco Sáenz Peña, en 1962 fue enviado a Gerii con el mandato de abrir un hogar para jóvenes trabajadores y luego fue director del "San Vicente de Paul" en Avellaneda (hasta 1968), y finalmente a Villa Lugano, en Buenos Aires, suscitandovi esa escuela industrial que se suponía que era el trabajo extremo y generoso de ella.
Había regresado a Italia en agosto de 1946 para participar en el segundo Capítulo General de la Congregación, y recientemente para repasar a sus familiares que le tenían tanto aprecio.
Don Michele Tiburzio aprendió de su sufrimiento a ser comprensivo con las necesidades de los demás y generoso al ayudarlos. Lo hizo tan bien en la caridad y la educación apostolado, en la que hizo todo lo posible con entusiasmo, distinguiéndose sobre todo por el espíritu inmutable de buen humor con el que atrajo la simpatía y la buena voluntad de los que se le acercó, particularmente entre los jóvenes.
Golpeado por un mal incurable, fue asistido amorosamente por nuestros religiosos que lo trataron en nuestro hospital de Claypole. Agravado, fue trasladado al Hospital de Buenos Aires, desde donde regresó al Señor el 16 de septiembre de 1974.
Hechos y comunicaciones de la Curia general

No hay comentarios:

Publicar un comentario