SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


lunes, 30 de diciembre de 2019

SALUDOS DE AÑO NUEVO DE LA CURIA GENERAL



Curia general: "El nuevo año comencémoslo así, en la gracia de Dios y con la bendición de Dios"
Don Orione nos invita a amar, servir y bendecir al Señor siempre; dándole las gracias "por su misericordia y todo - dulce o amargo - que va a tener tanto para nosotros como para la pequeña congregación."
Ahora es el mensaje de fin de año es habitual que recuerdan los principales acontecimientos vividos dentro de nuestra familia. La transición de un año a otro es siempre un momento muy significativo para cantar el Te Deum Orionino, dando gracias al Señor por los muchos beneficios y gracias donados a la Congregación. Y es bueno para hacerlo recordando las palabras, expresiones, sentimientos de nuestro Fundador.
Don Orione,  privilegió la comunicación escrita y estar en contacto con sus religiosos, laicos, benefactores y amigos, le gustaba estar presente durante las festividades de todo el Año Nuevo. Fue uno de los momentos clave, sobre todo porque se le dio la oportunidad de ejercer su ministerio como sacerdote y padre, padre espiritual si queremos! Y no eran saludos formales, la única oportunidad, pero "sermones" reales en el sentido más elevado que esta palabra puede tener la vida de un cura, incluso cuando utiliza el truco de "descalificar" su sermón de alcanzar, más fácil, el corazón de su destinatario. Creo que puedo enviar citar un ejemplo, a continuación, una de estas cartas.
Buscando a través de los escritos de Don Orione un texto que podrían expresar sus deseos para el nuevo año, me encontré con una carta que revela, una vez más, que su " sed de almas ", de su  martirio secreto para la salvación de las almas”. Debo, sin embargo, llamar la atención sobre sus expectativas. En la carta no hay nada excepcional o extraordinario, tan simplemente, una forma natural de hablar, de vivir y de relacionarse, de tomar todas las oportunidades para hacer apostolado. De excepcional sin duda es la actitud del Padre!  Es ese mismo deseo, vivido como una misión, expresado en otra ocasión, un joven matrimonio: " Tengo que mantener abierto sus corazones a Dios!". También fue de esta manera que Don Orione evangelizaba y entró en contacto con sus "fieles". De hecho, un poeta dijo que se hicieron las letras porque " las manos que están lejos, pueden tocarse al estar en contacto con la misma hoja de papel."
Don Orione estaba realmente en un país lejano, en Argentina. El año 1934 fue la tarde y escribe a Franco Gambaro:
“Estimado Franco,
Así que, ¿cómo estás? - Para una tarjeta de Navidad y el inicio del año envié una carta circular impresa, como a los demás, pero me parece u poco. [...] En primer lugar, ¿cómo estás? Te dejo saber que iba a estar bien, si no  es por un poco 'de dolor que me deja trabajar un poquito durante el día, y no me da descanso por la noche. Pero, como ves, yo no previenen mí en un buen estado de ánimo”.
La carta continúa. Don Orione, a pesar de sus problemas de salud, hace chistes ( " si la hermana muerte viene cualquier  noches la  recibo con alegría ') y pregunta Franco las cosas importantes:' Usted trabaja? Y estás en un buen estado de ánimo? ". el Trabajo y el  buen humor son las cosas importantes. Por lo que recomiendo: " está en un buen estado de ánimo, siempre de buen humor, se un  hombre alegre, El cielo ayuda . 'Él concluye con un testimonio: ‘Hago esta alegría, que es la paz de la mente, y los resortes de la paz de la conciencia: esta dulce alegría que es feliz y hermosa vida, te deseo, querido Franco, para las fiestas Santa Navidad y Año Nuevo, con todos aquellos bienes que tu corazón pueda desear. - Y ahora, en lugar de la predicación, no, pero una palabra de gran confianza y al oído, a solas, no lo es. Va a saborear la paz de la Navidad, si usted va a hacer una buena confesión y recibir a Jesús, querido Franco: vaya entonces! . El nuevo año comencemos  bien en la gracia de Dios y con la bendición de Dios aquí, he terminado, la pequeña palabra y buen amigo se llama: nada predica: yo era discreta o no? Chau! Adiós! "
En  la actualidad somos  "Franco". Cada uno de nosotros Don Orione dice estas palabras. A pesar de las dificultades, problemas, salud y otros, nunca hay que perder el "buen estado de ánimo" que, por supuesto, va más allá de una disposición superficial de la felicidad y el bienestar, pero sobre todo significa "tranquilidad", la "dulce alegría que  hace la vida feliz y hermosa". Todos estos sentimientos, para que sean auténticos, deben venir, sin embargo, de una profunda comunión con el Señor.
Nunca pierda el entusiasmo por la vida! Y "nunca" significa "nunca", incluso - y sobre todo - cuando la vida se presenta con cierta amargura, con un cierto problema grave o una situación aún más difícil de comprender y de aceptar. Se me ocurre que, al escribir en un laico, Don Orione nos pasa, a nosotros religiosos , un mensaje importante para los tiempos que vivimos. Saber leer la vida con una dosis de entusiasmo, no dejar caer el "buen humor" y "tranquilidad".
Es cierto que no podemos vivir sin entusiasmo! Ni siquiera para vivir con entusiasmo! El exceso puede hacer que seamos  imprudentes e irresponsable. Su ausencia, sin embargo, puede significar la muerte desde el punto de vista profesional y carismático. El entusiasmo puede ayudar a crecer la autoestima saludable para el Orionita  y la vida consagrada. Pero tiene que ser con entusiasmo "con Dios", lleno de íntima comunión con el Señor, sin renunciar al alta privilegio "para servir a Cristo en los pobres."

domingo, 22 de diciembre de 2019

DON ORIONE Y LOS PESEBRES

Inspirado en San Francisco de Asís, San Luis Orione organizó en la década del treinta espectaculares representaciones navideñas que convocaron miles de personas.
Don Orione promotor del pesebre02
“Inspirándose en San Francisco de Asís, el santo tortonés organizó en los años treinta espectaculares representaciones sacras del misterio navideño, manifestaciones de fe y de arte que atrajeron a decenas de miles de personas” (P. Flavio Peloso).
“Cuando vayan a Umbría, tendrán la gracia de ir a Greccio. Yo fui allí muchas veces. San Francisco, habiendo regresado de Palestina y todavía enfervorizado por la visión de los lugares santos, quiso que también en Italia se hiciera el Pesebre viviente. Nosotros debemos volver a los primeros tiempos, al primer Pesebre, y se hará el bien” (Scritti V, 212).
Al expresarse así es San Luis Orione (1872-1940) aquel que, en tiempos modernos relanzó la sacra representación del Pesebre viviente realizada por San Francisco por primera vez en la Navidad del 1223, en Greccio, con la ayuda de la población de la zona y de Giovanni Velita, señor de aquellos lugares. Con el Pesebre viviente, el “Pobrecillo de Asís” y, recientemente, el “Santo de la Divina Providencia” intentaron recrear la mística atmósfera del Nacimiento de Belén, para ayudar a ver con los propios ojos donde nació Jesús.
La continuación de los Pesebres vivientes se debe a la original inventiva apostólica de Don Orione. “Hemos sido los primeros en suscitarlo: al principio parecía una cosa para reír, ¡pero se ha hecho el bien!” (Parola VII, 166), confiaba el santo tortonés.
Algunas notas históricas sobre los Pesebres vivientes organizados por Don Orione en los años treinta nos ayudarán a reconstruir aquellas singulares manifestaciones religiosas y sobre todo su espíritu.
Después de un primer Pesebre viviente realizado en la ciudad de Bra (Cúneo) en el 1925, bien logrado pero de carácter local, en diciembre de 1930, Don Orione decide promover la iniciativa en la ciudad de Tortona confiriéndole el acento de gran manifestación popular. Desde este año, muchos “Pesebres vivientes” se sucederán en diversas ciudades de Italia.
En Tortona, los periódicos locales avisaban que “el 6 de enero un coro de 150 ángeles precederá a los pastores y a los reyes magos; ellos cantarán melodías celestes, los reyes magos tendrán un numeroso séquito de caballeros y de sirvientes, según la costumbre oriental”.
La novedad fue recibida con entusiasmo por los pobladores, incluida toda la vasta región del Piemonte, Lombardía y Lígure. Don Orione se encargó personalmente con la sagacidad de un estratega y la ingenuidad de un niño. En Tortona se reunieron de todas partes miles de personas para asistir a la pintoresca representación sacra.
La campana de Belén fue colocada en el patio, detrás del nuevo santuario de la Virgen de la Guardia, por entonces todavía en construcción. Gran parte de los protagonistas del Pesebre viviente eran los mismos clérigos (seminaristas) de la congregación,“jovencísimos clérigos –observó el diario “Corriere della sera” del 27/XII/1930– que cotidianamente llevaban la cal y los ladrillos, con evangélica devoción, para la construcción del Santuario que Don Orione ha querido dedicar a la Virgen de la Guardia”.
El Pesebre fue verdaderamente solemne y conmovedor. El cortejo, en medio de la muchedumbre, terminó, con el canto del “Gloria a Dios en el Cielo”, junto a la campana donde se realizó el acto de adoración a Jesús. Era este el momento que Don Orione –que antes había permanecido discreto entre la gente– reservaba para sí mismo: dar a Jesús para que sea besado por la gente. Aquel era el acto que sintetizaba y coronaba el objetivo de la manifestación popular.
La sagrada representación fue repetida 4 veces en el período de las festividades navideñas. Tuvieron vasta resonancia con entusiastas artículos aparecidos en los diarios Corriere della sera, Gaceta del Popolo, La stampa, Italia y otros periódicos locales.
Al año siguiente, 1931, la iniciativa se tuvo que repetir, por pedido de la gente. La fantasía y la audacia de Don Orione eran impresionantes. Llegó a presentar un pedido a la Casa Real “para obtener algunos dromedarios, por pocos días, con el fin de dar al Pesebre viviente, único en Italia, una vida y un colorido más oriental” (Scritti 77, 122). Otra vez la manifestación resultó grandiosa y devota, con gran concurrencia de gente. Algo que da una idea de la repercusión popular de la iniciativa fue la concesión de la reducción del pasaje en tren “del 50%, desde las estaciones vecinas y desde las estaciones de Turín, Milán, Génova, Piacenza y Bolonia, con validez desde el 5 de enero hasta la medianoche del día 8” (Scritti 53, 129).
Hay que destacar también que “con las ofrendas y colaboraciones recibidas para el Pesebre viviente se dará un almuerzo a 200 pobres. (…) El almuerzo, en el Colegio Dante, será servido por los ángeles y los pastores del Pesebre viviente” (Scritti 89, 126). Éste es el genio de Don Orione: “unir siempre a la obra de culto una obra de caridad” (Scritti 53, 39).
En 1932, el Pesebre viviente, que Don Orione presentó como “una manifestación de fe y de arte verdaderamente grandiosa, única en Italia” (Scritti 62, 36), se realizó en la ciudad de Voghera.
Un gran director de escena
A quienes trabajaban para la preparación del Pesebre viviente el santo sacerdote les recordaba la finalidad: “lograr, por medio del Pesebre viviente de Voghera, hacer un poco de bien, mucho bien. Que aquella multitud de población que vendrá a Voghera pueda sentir pasar sobre sus almas un soplo nuevo, un nuevo espíritu; aquella paz que los ángeles hicieron sentir a los pastores en la bella, misteriosa noche de Navidad. El pesebre viviente es, y debe ser, la escenificación de una página del Evangelio reproducida en vivo”(Parola Vb, 5-8).
El éxito fue superior a las expectativas, como refiere un artículo aparecido en el diario La stampa del 28.XII.1932. “Ha sido un éxito grandioso, y lo demuestra la muchedumbre llegada en número impresionante, sobre todo desde más allá del río Po, y de la zona montañosa, con todos los medios, para ver el Pesebre viviente, y se calcula que otras 40.000 fueron las personas que asistieron a lo largo de la romana Vía Emilia”.
El Corriere della sera, siempre del 28.XII.1932, hace referencia a Don Orione: “Este sacerdote de gran renombre es un típico ejemplo de la humana bondad sin reposo, sin ambiciones, sin orgullos. (…) Don Orione finalmente ha bendecido a la gente que elevó cantos e himnos religiosos, transmitiendo a la escena un significado de viva conmoción y de alta espiritualidad”.
“El cortejo del Pesebre viviente fue abierto por dos trompetistas a caballo –como un resumen de la época– , por un ángel que indicaba la gruta y por otro ángel con la estrella; seguía enseguida la larguísima y multicolor procesión de los ángeles –doscientos–vestidos de seda y con sus alas, que cantaban con gracia celestial unas suavísimas melodías. Luego venían los típicos pastores, algunos tocaban la gaita, otros dejaban regalos al Niño: quesos, palomas, gallinas, pájaros. corderitos, ovejas, fruta; otros, en fin, guiaban dos numerosos rebaños. Y después los pastores simples y llenos de fe, los reyes magos que, guiados por la estrella, venían desde Oriente con su séquito en búsqueda del Niño Jesús. Y un grupo fastuoso de caballos y caballeros que pasa despertando la admiración del público, y va a la plaza de la Catedral, donde tiene lugar el simbólico ofrecimiento de los regalos: la parada en la Municipalidad , que representaba el palacio de Herodes. Aquí todo el cortejo se despliega y se dispone de modo tal que forma un cuadro imponente y estupendo, que tiene como contexto una inmensa muchedumbre, quizá 40.000 personas. Luego se reanuda la procesión y concluye en la gruta ubicada en el Oratorio festivo San Bovo. Aquí Don Orione habla breve, luego bendice a la gente con el Niño”.
En el 1933, la sacra representación se desarrolla en la ciudad de Novi Lígure el 26 de diciembre y el 6 de enero. Don Orione explicó a sus religiosos: “El Pesebre viviente lo hacemos para reavivar el sentimiento religioso de la gente, porque aquello que cae bajo los ojos permanece más vivamente impreso en la memoria, especialmente de los pequeños y del pueblo. El Pesebre viviente es un gasto, materialmente hablando, pero una ganancia, un activo en los balances del bien. Es una prédica hecha a 30-50 mil personas”(Parola VI, 8).
Las dos manifestaciones fueron retomadas y reunidas en un documental del Instituto Cinematográfico “Luce”.
Giuseppe Zambarbieri, por entonces estudiante del Colegio San Jorge de Novi Lígure y más tarde superior general, asistió a la representación del 6 de enero y comentó: “¡Qué director de escena, Don Orione, en los Pesebres vivientes!”.
Un comentario similar hizo también el escritor y dramaturgo César Meano: “¡Oh qué director de escena aquel Don Orione! Director nato aquel sacerdote piamontés. Desde el ángel principal, que apuntaba la estrella a los pastores, hasta Gaspar, Baltasar y Melchor, yo modestamente hombre de teatro, sentía la mano segura que aquel hombre extraordinario había transmitido como una porción de su alma a todos. ¡No lo perdía de vista! Se destacaba por más de que buscaba confundirse con la masa, con aquella capa y los zapatos color barro, con aquel sombrero de bandido… bueno, tan bueno. ¡Pero los ojos! Llegaban ellos como lámina de luz en el justo tiempo de cada una de aquellas singulares escenas. Pero había un momento en el cual entraba en escena él, todo él. Aquel final, cuando al término de la encantadora parada se llegaba a la gruta, apenas terminada la entrega de los dones. Si bien no era alto de estatura, se elevaba entonces hacia lo alto, hacia lo alto, en la realidad y en la significación y, elevando los brazos, decía pocas palabras: “¡Y ahora los bendigo con el niño!” Así Don Orione elevaba sobre las cabezas del gentío al Cristo Infante, para bendecir y volver a bendecir” (Cart. Meano, ADO).
¿Cuáles eran los secretos, los consejos de Don Orione director de los Pesebres vivientes? Sobre todo, sabía transmitir a todos la idea-mensaje de toda la representación sacra: “El Pesebre viviente debe ser una prédica sin palabras”. Este objetivo lograba inspirar y unificar interiormente los comportamientos de los actores, tan diversos como improvisados.
“Primero: rezar, dar todo de sí mismos, no por vanagloria o por soberbia, sino para representar en vivo una página del Evangelio, y después, hacer un poco de bien. Segundo: quien haga de ángel, de caballero, de pastor, olvídese que es seminarista, y sea ángel, caballero o pastor: en síntesis, haga bien el oficio que hace. Los ángeles tengan los ojos bajos, cara serena, no se rían” (Parola Vb, 5-8).
El santo confiaba en que la preparación espiritual de los protagonistas, “modesto, educado, serio”, expresado en “fervor, intenso ardor y entusiasmo”(Parola Vb, 212), comunicaría a tantos espectadores algo de sagrado, algo de Dios. “El cortejo será dividido así: adelante estarán los ángeles y éstos darán la primera impresión. El éxito del Pesebre en gran parte depende de la primera buena impresión. Vendrán luego los pastores con el rebaño, y los flautistas. Al final la cabalgata de los Magos con su séquito. Habrá 200 ángeles” (Parola Vb, 7-8).
Sobre los mismos principios se basaba también la evaluación de Don Orione, compartida con sus discípulos, acerca del éxito de la manifestación. “El Pesebre viviente es un gasto no pequeño de tiempo y de fuerzas. Días de preocupación en los que estamos obligados a dejar otros trabajos y responsabilidades. Pero, si se parte con el criterio más alto de una ganancia espiritual, vale la pena hacerlo y repetirlo varias veces. Si algo es bueno para los valores morales, entonces vale la pena hacerlo. Es una prédica hecha a 30 / 50 mil personas. Qué buenos frutos se obtuvieron de la jornada de San Esteban, en Novi Lígure. Cuántos hombres, que no besaban desde hacía 30 / 40 años al Niño Jesús, han venido para besarlo. Había más hombres que mujeres. Fue una emoción saludarlos” (Parola Vb, 8-9).
El de Novi Lígure en 1933 fue el último gran Pesebre viviente organizado personalmente por Don Orione. En 1934 partió para América Latina y volvió a Italia en 1937. A su regreso, no pudo realizarlo más, si bien ese era su deseo.
En la vigilia de la Navidad de 1937, animó a sus hijos espirituales a continuar esta manifestación popular de fe y recomendó: “El Pesebre viviente deberá convertirse en una institución de nuestra Congregación y deberemos propagarla en el mundo. Si Dios nos da vida, se lo realizará en Milán. Si yo no estuviese aquí en los próximos años, verán que lo realizaré en América. Sería maravilloso pasar con el Pesebre viviente delante de la Catedral de Buenos Aires: el gobierno tiene mucho aprecio por el Pesebre” (Parola VII, 166).
La Congregación orionita ha permanecido sensible a la tradición de los Pesebres vivientes. Continuó organizándolos en todas partes. Entre los recientes vale la pena recordar, en Italia, el Pesebre de Fumo (Pavía), de Pescara, de Bérgamo, de Pietra Lígure, Seregno, Messina. Siempre, tanto en Boston como en Claypole (Buenos Aires) o en Santiago de Chile.
Como aseguraba San Luis Orione: “el Pesebre viviente hace un gran bien, y genera una emoción imborrable en el alma” (Parola VII, 166).
Fuente: P. Facundo Mela fdp (loqueyorecibi.blogspot.com.ar)

FELIZ Y SANTA NAVIDAD


Storico 1934 Novi Ligure Muto, PESEBRE VIVIENTE ORGANIZADO POR DON ORIONE EN 1934

PESEBRE VIVIENTE DEL SANTUARIO EN PLAZA SARMIENTO




sábado, 21 de diciembre de 2019

SALUDO NAVIDEÑO, DON ORIONE 1922



Queridísimos hermanos míos de la Divina Providencia: ¡En el Nombre bendito de Dios!
De regreso a Italia, con la mente y el corazón que me parecen más iluminados y dilatados por la caridad de Nuestro Señor Jesucristo Crucificado, y mientras ya me apresto a volver a cruzar el océano, si así quiere la bondad de Dios, llego a ustedes, queridísimos hermanos míos, como hermano y padre que los ama en el Señor, para hacerles los augurios más afectuosos y los votos más santos con la alegría de las próximas fiestas natalicias. Son votos y augurios que expreso todos los días con el alma, con esta alma que vive tanto de su vida, de sus alegrías y de sus dolores, y que todos los días reza en el altar del Señor, pero que con más fervor aun rogará por ustedes la Noche beatísima de Navidad.
¡Cuánto hubiera querido escribirles a cada uno por separado en esta ocasión! Pero ustedes mismos comprenderán que me hubiera sido imposible. Por lo que, abrazándolos a todos espiritualmente, me resulta gracia suavísima escribirles a todos juntos, con ese dulce afecto de hermano y de padre en Cristo, que sólo Dios conoce.
Les diré que hasta me parece muy hermoso tenerlos aquí a todos delante y en el corazón, todos en el altar, reunidos en esta dulce Navidad alrededor de Jesús Niño, y decirles a todos la misma palabra de caridad, que tan suavemente nos une; de esa caridad que tiene tan largos brazos que no ve ni montes ni mares, ni límites ni barreras de nacionalidad, sino que nos aglutina a todos - como dice la Escritura que sucedió con los corazones de Jonás y de David- y hace de todos nosotros un solo corazón y un alma sola, por la vida y por la muerte y más allá, porque en la caridad se sirve de Dios y el hombre se eterniza.
¿Hay acaso gozo más sentido, consuelo más elevado y espiritual, vida más sublime, paz y felicidad mayor, que la santa caridad del Señor y Dios Nuestro Jesucristo? ¡Qué dulce es amarnos en Jesucristo!
Pero en estos días de Navidad, en los cuales las almas cristianas sienten los puros gozos de la fe y de la caridad de Jesús y la mística poesía que exhala del Pesebre, al que llegan peregrinando los pobres, los simples, los pastores, y sobre el cual vuelan y festejan los ángeles, en medio de la luz y del canto del Gloria, y anuncian la paz de Dios a los hombres de buen voluntad; en estas gozosas solemnidades no solo mando augurios de todo bien, de toda consolación celestial, a todos y a cada uno de ustedes, hermanos e hijos míos y corona mía, sino que mientras formulo los más fervientes votos por ustedes, pongo a los pies de Dios una gran oración, que es amor de caridad: la misma oración que Cristo elevó por sus discípulos y apóstoles antes de dejarlos: “Padre Santo, cuídalos, el Nombre que tú me diste, para que sean uno, como nosotros” (Jn. 17, 11).
Haz, oh Señor, que seamos una sola cosa con ti, que todos estemos siempre con ti, en tu adorable Corazón.
Niño Jesús, Jesús Amor, danos tu dulce bendición. Amén.


Don Luis Orione

viernes, 20 de diciembre de 2019

EL SUEÑO SE HIZO REALIDAD Primera entrega

Hacia la celebración de los 100 años de la llegada de Don Orione y los primeros misioneros orionitas a la Argentina y el Uruguay, compartiremos un artículo que nos trae al presente nuestros orígenes como Familia Orionita en esta parte del mundo
Por Prof. Fernanda Coronel, Grupo de Estudios Orionitas (GEO), para Revista Don Orione. - Primera entrega

Cuando uno sueña se mezclan la esperanza y el tiempo, el corazón y la libertad, Dios y nosotros.... Y si el que sueña es Don Orione, María siempre está. Lo que anhela el corazón busca hacerse realidad, imaginando creativamente la voluntad de Dios transformada en obra.
Don Orione fue un hombre soñador y creativo, que se jugó por hacer realidad la voluntad de Dios, la que fue su mayor sueño. Don Orione soñaba cuando miraba los ojos de los que sufren y veía en ellos el rostro de Cristo, entonces soñaba más despierto que nunca con salvarlos.
Los orionitas nos preparamos para celebrar cómo se hizo realidad el sueño misionero de Don Orione en nuestra Argentina. La llegada de Don Orione a nuestro país (1921) comenzó con el sueño misionero conocido en la Familia Orionita como “el sueño del manto azul”. Ese sueño pintado con lágrimas de mucho dolor ante el cierre del primer oratorio “San Luis”, donde el por entonces joven seminarista Luis Orione temía por el futuro de sus muchachos y al dormirse ve en el cielo a la Virgen María con el niño Jesús en brazos, que con su manto azul abrigaba y protegía maternalmente a personas de diferentes razas y edades. Manto que parecía ampliarse hasta hacer desaparecer todo límite y frontera.
Luis Orione se despierta luego de ese sueño con más fuerza espiritual, dispuesto a seguir adelante sabiendo que María lo protegía a él y a los suyos. Con el tiempo interpretó que este sueño era un sueño misionero. Había que ir en busca de esos hijos de María que estaban bajo su manto celestial dispersos por el mundo, esperando experimentar el encuentro con Jesús de la mano de la Madre de Dios.
Cuando Luis Orione estuvo en el oratorio de Don Bosco, soñaba despierto con cruzar el mar y salvar almas. Siempre su corazón experimentó un amor desmesurado; no conocía fronteras porque era un misionero a quien la caridad de Cristo no lo dejaba descansar (cf. 2 Cor 5,14) y lo impulsaba a ir mar adentro. Solo anhelaba llevar de la mano a los más “pequeños” hasta el corazón de Jesús.

El suenio se hizo realidad 01

Historia de una aventura misionera
Desde 1913 los religiosos orionitas misioneros habían llegado a Brasil y las necesidades de refuerzos resonaban en Don Orione con insistencia. Por eso en 1914 envió un llamado a todos sus hijos diciendo: “¡Necesito hijos santos!”, por medio de una carta conmovedora que contagiaba pasión misionera, que llamaba a jugarse la vida entera. En 1918 había decidido él mismo partir hacia Sudamérica, pero por algunos problemas de salud y otros motivos de peso no lo pudo concretar. Entonces en 1920 envió más refuerzos, pero anhelaba llegar personalmente a América. Los pedidos crecían desde Brasil y Don Orione comprendió que era el tiempo de preparar a la Congregación para su partida misionera.
El padre Sterpi quedó como director y Don Orione se despidió de los suyos en Italia diciendo: “Solo con la caridad de Jesucristo se salvará el mundo... que entre ustedes mis queridos hijos, reine esa grande, suave y divina caridad que siempre los hizo un solo corazón y un solo espíritu”. Palabras que son una herencia espiritual, una fuente donde ir a buscar nuestra identidad orionita: Jesucristo... Caridad... Salvar... Unidad... Ellas expresan que los orionitas estamos para llevar a Jesús a los pequeños, sirviendo a nuestra Madre la Iglesia con humildad y alegría.
El 4 de agosto se embarcó en Génova y luego de pasar un día por España se encontró en el océano rumbo a Latinoamérica. Durante el viaje se maravilló con la belleza de las estrellas y la inmensidad de las aguas. Mientras todos dormían el contemplaba y rezaba, no se cansaba de agradecer a Dios haberlo elegido para esta aventura.
Durante su viaje se celebraba la fiesta de la Asunción de María (15 de agosto), entonces pensó en la belleza de la Madre de Dios, sobre todo en su humildad y pureza. Y recordó el sueño de su juventud y los rostros de diferentes colores y razas bajo el manto de la Virgen... En el horizonte, el 19 de agosto ya se veía Brasil. Al día siguiente celebró su primera misa en el “nuevo mundo”. En sus ojos brillantes podía leerse lo que guardaba su corazón: “Estamos en Brasil por y para los pobres”. Se conmovía al ver tanta necesidad del pueblo.
acían falta sacerdotes para bautizar a los niños, asistir a los enfermos, guiar a los jóvenes. Entonces escribió al padre Sterpi pidiendo refuerzos, pero no llegaban... las necesidades de la Congregación en Italia también eran muy grandes.
Entre tanto, llega a Don Orione una carta escrita por el secretario de la Nunciatura de Buenos Aires, el P. Maurilio Silvani, quien lo invitaba a la Argentina. El misionero insistía pidiendo hijos santos. Era un clamor hecho plegaria dirigido al cielo, y a la vez una invitación hecha susurro al corazón de sus hermanos. Don Orione sabía con humildad hablarle a Dios y, con ternura, hablarles de Dios a los hombres. Hasta que desde Italia el P. Sterpi respondió diciendo que enviaría a cuatro seminaristas. La aventura misionera seguiría creciendo al ritmo que crecían la caridad y los sueños de Don Orione.
Pronto, muy pronto este sueño y esta aventura misionera de Don Orione se harían realidad y tendrán a la Argentina como protagonista.

El suenio se hizo realidad 01



 Fuente: donorione.org.ar

Eroe della carità - P. Ettore Limonta.

lunes, 16 de diciembre de 2019

16 DICIEMBRE, ULTIMA MISA DEL AÑO EN HONOR DE DON ORIONE E INICIO NOVENA NAVIDAD

 SOUVENIR DE LA SAGRADA FAMILIA, QUE SE REGALO A TODOS LOS PRESENTES.
 GRACIAS A LOS HERMANOS MARIO LAFUENTE E IVAN QUE HAN VENISDO A COMPARTIR L SANTA MISA CON NOSOTROS Y LOS 25 AÑOS DE CONSAFRACION DEL HNO IVAN.



UN COMPARTIE, COMO TODOS LOS 16 Y EVENTOS ORIONITAS.

domingo, 15 de diciembre de 2019

EFEMÉRIDES MESSAGGI DON ORIONE

1915: Viajando de Roma a San Remo, Don Orione acompaña al joven Secondino Tranquilli (Ignazio Silone) en el tren, escapando del terremoto de Marsica, que dejará el recuerdo de un "Encuentro con un cura extraño".

sábado, 14 de diciembre de 2019

PESEBRE DEL SANTUARIO INMACULADA CONCEPCIÓN



TENEMOS UN SAN JOSE CON EL NIÑO JESÚS !!! GRACIAS PADRE MIGUEL



Gracias al padre Miguel Berriel Perille, tenemos un San José en la Parroquia Santuario Inmaculada, restauró una imagen de una pequeña capillita abandonada de la isla  hoy está junto a Don Orione,
Estas son las palabras del padre, que tanto bien hace a la comunidad.;
EL SAN JOSÉ DE LA ISLA. Hace seis años que estoy en el Santuario de la Inmaculada de Barranqueras, siempre sentí la falta de una imagen de San José. Pero las imágenes son muy caras por eso era muy difícil conseguir una para regalarla al Santuario. Un día la Sra. Irma, que había estado de paseo por una isla del Paraná me mostró, en su celular, las fotos de una Capilla abandonada (foto 1) Observando esas fotos vi que en la tapera había una estatua de San José, enseguida se me ocurrió decirle que yo la quería (foto 2) Pero no era fácil volver al lugar. Con ese dato, y con las ganas de tener un San José, seguí averiguando. El Sr. Rogelio que suele pescar en el Paraná me dijo que conocía el lugar y que había visto la Capilla abandonada. Le pregunté cómo me podría ayudar para conseguír la imagen de José. "¡Déjemelo a mi!", dijo. Así fue que un día apareció, en la secretaría parroquial, algo que me habían traído envuelto en una frazada. ¡Era el San José de la isla! (foto 3) Estaba muy destrozado y no era tan grande como me pareció en la foto (foto 4). ¡Pero ya tenía un San José, lleno de arañas! (foto 5 y 6) Comencé a restaurarlo y como no tenía un niño en los brazos le puse un Niñito Jesús roto que encontré entre las imágenes del pesebre (foto 7). Sueño realizado: ya tenemos en el Santuario a José que cuida del Niño Jesús, mientras la esposa Inmaculada extiende sus brazos para cuidar de nosotros (foto 8.) Es una humilde imagen que se podrá venerar hasta conseguir una mejor (la que puede conseguir, foto 9). Ahora está en el pesebre junto a Don Orione. Nuestro Fundador estará contento porque le tenía una gran devoción a San José que es el santo de la Providencia (foto 10). También nosotros tenemos que venerarlo con tierna devoción ya que somos hijos de esa Providencia (Foto 11).