"ADIÓS AL MUNDO" de DON ORIONE:
"...voy a darte
una noticia, que llenara tu alma de consuelo: ¡no soy más del mundo!
Hoy, 21 de mayo (1890), lo he abandonado para abrazarme a la Cruz de
Jesucristo y seguirlo donde quiera que El vaya"fuente P Miguel.Berriel
Perille
"La semilla del carisma había sido echado en el terreno de la
vida de Don Orione aún antes, de un modo escondido y humilde, no visible aún en
sus brotes externos.
Varios indicios históricos y epistolares nos llevan a intuir
que la gracia carismática haya sido donada por el Señor a Don Orione en la
primera quincena de mayo de 1890, cuando en el seminario de Tortona, donde el
joven clérigo había entrado desde hacía pocos meses, y se predicaron los
ejercicios espirituales. ¿Qué ocurrió en el secreto de su alma? Es difícil
decirlo. Ciertamente que "el Señor lo visitó", le "mostró su
rostro", le “hizo una gracia”. Su vida, después de aquellos ejercicios
espirituales, resultó profundamente transfigurada y transformada.
Un compañero suyo de seminario, Gragnolati, lo atestigua:
"En ese tramo de 1890, en el que estuve con él en filosofía, precedente a
los SS. Ejercicios Espirituales, nada singular recuerdo de él… pero después de
los Ejercicios Espirituales de aquel año, empezó como a resurgir, especialmente
en la práctica de la humildad y de la caridad hacia los compañeros". También otros compañeros de la época,
Fornari, Tacchini, Gragnolati, Vaccari, Fiocchi, Guerra, etc. escribieron sobre
los recuerdos y episodios que documentan este cambio.
Pero es una carta del joven clérigo Orione, en un tono de
boletín de guerra y de proclamación de victoria, la que nos dice que algo de
“divino” ocurrió en él. La carta fue escrita a su amigo Vincenzo Guido, el 21
de mayo de 1890.
"Después de seis meses de lucha, Jesús ha vencido y
triunfa en mi corazón. Como amigo querido quiero darte esta nueva que te
llenará el alma de consolación. Ya no soy del mundo. Hoy, 21 de mayo, lo he
abandonado para abrazarme a la Cruz de Jesucristo y seguirlo adonde quiera que
vaya. A pesar de esto no obstante, mi cuerpo quedará aún para diversión del
mundo, hasta que le plazca a Nuestro Señor llevárselo al más allá. Agradece
conmigo a Su Divina Majestad, y ruégala que me inflame de caridad y de
beneplácito a su voluntad.
¡Adiós, oh mundo, adiós, oh parroquia, adiós o pueblo, oh
parientes, adiós! ¡Adiós oh pasado, oh libertad mía, oh mi voluntad, oh a todas
mis cosas, adiós y adiós! ¡Oh mundo, oh carne, oh demonio, yo os repudio y os abandono
por virtud del Espíritu Santo, os doy una patada y renuncio a ustedes para
seguir a Jesucristo y os dejo para siempre en nombre y a gloria de Mi Señor!
¡Adiós!
Ruega por mí que soy un pecador. ¡Viva Jesús! ¡Que Jesús
triunfe!
El pobre siervo de Jesucristo
Ch. María Luis, de Jesús, de las almas y del Papa".
¿Han notado cómo firma? Nombrando sus cuatro amores
carismáticos: Jesús, almas, papa, María. Es la primera vez que lo hace. Fuente Padre Teo

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