martes, 4 de julio de 2023

ABATE MANUEL CARONTI Y DON ORIONE



El benedictino que supo dotar del aura canónica legal a la Pequeña Obra de la Divina Providencia, quedando a su vez conquistado por el espíritu y por los ejemplos de santidad de Don Orione de sus primeros hijos en los tiempos heroicos de la congregación. Fue él quien dictó la inscripción puesta en el sarcófago de Don Orione: «Aloisius Orione Sacerdos "Te Christus in pace".
Perfil biográfico
Figura bien conocida en los ambientes eclesiásticos, Giuseppe Caronti nace en Subiaco el 21 de diciembre de 1882. Con sólo 17 años es acogido entre los monjes benedictinos de la Abadía de Praglia (Pádua). Completó sus estudios superiores en el Ateneo Pontificio de San Anselmo de Roma, licenciándose en filosofía y teología. Con el estallido de la guerra es llamado al frente como capellán y le tocó compartir con los soldados la dureza de la prisión, mereciéndose la medalla de plata al valor militar.
Vuelto a la patria es llamado para guiar como abad la Abadía de Parma, necesitada de restauración. Allí permaneció durante dieciocho años, difundiendo los tesoros de su sabiduría. Es en este periodo en el que intensifica su apostolado litúrgico. Funda en 1914 la Revista Litúrgica, da vida en 1922 al Boletín Litúrgico, inicia la colección Piedad Litúrgica, organiza las “semanas litúrgicas”, publica el Misal Festivo y el Misal Cotidiano de los fieles. En 1937 es elegido Abad General de las Congregaciones Sublacenses de la Orden de San Benito: transfiriéndose a Subiaco y por tanto a Roma atiende este cargo con gran dedicación y abundantes frutos por cerca de veinte años. Gracias a su pericia en derecho canónico y en materia de vida religiosa, desarrolla una intensa actividad como consultor en importantes dicasterios romanos que le confían importantes misiones. Es en este periodo en el que la Santa Sede lo nombra visitador apostólico de algunas instituciones, particularmente de la Congregación fundada por Don Luis Orione, cargo en el que permanecerá durante diez años (1936 – 1946).
En 1957, por motivos de salud, decidió retirarse en el Monasterio de la Scala, en Noci, por él mismo fundado en 1930. Aquí transcurrió los últimos años de su vida como un simple monje, dando a todos ejemplos resplandecientes de caridad fraterna, alegre humildad, y sincera piedad. Muere en la Abadía de Noci el 22 de julio de 1966, apretando entre sus manos una reliquia de Don Orione.

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