domingo, 6 de octubre de 2024

DON ORIONE RECUERDA EN UNA CARTA A LA SMA VIRGEN DEL ROSARIO



 


Don Orione recordó así la fiesta de la Santísima Virgen María del Rosario:

Tortona, “Buenas noches” del 7 de octubre de 1923

Estamos en la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. La fiesta de Nuestra Señora del Rosario se ha vuelto popular y se ha extendido por todo el mundo. ¿Quién hubiera pensado que ese hombre lleno de fe que fue el fundador de la devoción a Nuestra Señora del Rosario, el abogado Bartolo Longo, podría haber llegado tan lejos?

¡Por supuesto que fue la Santísima Virgen la que usó a ese hombre! 

Bartolo Longo había pasado unas vacaciones en una villa que se encontraba en la lava del valle de Pompeya cerca de la ciudad destruida por el Vesubio. Vio que nadie pensaba en los campesinos y los reunió a su alrededor para darles un pequeño catecismo, una buena lectura y prometió que les enviaría una foto de la Virgen.

De hecho, hizo que le trajeran una foto, esa misma foto frente a la cual corren de todas partes del mundo. Cuando tuvo lugar la coronación, colocaron una corona compuesta por 700 perlas en la cabeza de la Santísima Virgen, cuyo valor se estimó en 2,5 millones. Una Dama de América, que obtuvo el perdón, envió una a León XIII diciéndole que haría lo que creía: se estimaba en 3.000.000.

Una mujer enferma fue llevada ante esa imagen y se recuperó instantáneamente. Todo el mundo conoce el Santuario de Pompeya. En Pompeya hay un órgano maravilloso. En el campanario hay cuatro ángeles con trompetas para significar que los ángeles claman al mundo las glorias de María.

En el Santuario de Luján en Argentina, hay una campana tan grande que se puede escuchar ... hasta Buenos Aires. En el Santuario de Pompeya está Mons. Cremonesi, Delegado Apostólico para la administración del Santuario.

Continuamente hay peregrinaciones. Hay un general que se hizo sacerdote, el general Fusco. El conde de Turín vio a su general en el valle de Pompeya vestido de negro. Muchos de los oficiales del ejército e incluso personas de alto rango van a confesarse ante el general. Benedicto XV le dio la facultad de convertirse en sacerdote en dos días.

Las personas de 10, 20, 30 o 40 años y más que no se han confesado van a buscar al general. Me dijo: He visto milagros ... ciegos que recuperaron la vista, sordos que empezaron a oír ... ¡Pero los mayores milagros se ven en el confesionario!

La última vez que estuve en Pompeya me pasó esto. Había dicho misa y, después de la misa, un sacerdote se me acerca y me dice: la busqué en Venecia, en Tortona y no la encontré. Aquí Nuestra Señora nos hace encontrar aquí a la sombra de su Santuario: fue Arzobispo de Montevideo.

Bartolo Longo se convirtió entonces en padre de muchos vagabundos, hijos de prisioneros, una obra hermosa, digna de crecer bajo la sombra del Santuario de la Madonna del Rosario

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