SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


lunes, 30 de noviembre de 2020

EL SUEÑO DE LA SEÑORA CON EL MANTO CELESTE, 3er DIA NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN

 


El joven Orione a pesar de no haber podido ver al Papa, ni de lejos, vuelve a Tortona con el corazón lleno de amor al Papa y a la Iglesia. Y lo proclama a los cuatro vientos, a quien quiera oírlo. Pero hay quien no quiere oír: un día da una charla y hablando del enfrentamiento entre el Estado y la Iglesia y las ofensas al Papa dice cosas que nadie se animaba a decir en voz alta. Son palabras fuertes las suyas, pero verdaderas.

Alguien se encarga de ir a ver al obispo con quejas y más quejas: que los niños molestan, que rompen vidrios y lo destruyen todo; en resumen: que hay que neutralizar a ese peligroso seminarista.

 La táctica parece producir sus efectos; Mons. Bandi, aunque aprecia sinceramente a su joven seminarista, considera conveniente enfriar la cosa. Clausura el Oratorio por un tiempo... Luis, con el alma en tinieblas, obedece prontamente. En un rapto de confianza -y desafío a las oscuras fuerzas que parecen ganar la batalla- toma las llaves del oratorio y las pone entre los dedos de quien ha sido maternal testigo de la breve, pero intensa vida del oratorio: la estatua de la Santísima Virgen que domina el patio del palacio episcopal.

Luego sube lentamente a su cuarto, mira con honda tristeza el despoblado patio de su oratorio y llora en secreto, hasta que lo gana el sueño. También en esta circunstancia tendrá un significativo sueño: ve esfumarse toda la geografía familiar de su Tortona natal y su mirada abarca una llanura inmensa poblada por multitudes de niños, jóvenes y ancianos, de todas las razas y color de la piel; acompañados por religiosos, religiosas, sacerdotes, seminaristas.

En lo alto del cielo, dominándolo todo, una hermosa Señora sonriente con el Niño en brazos. La Señora de aire maternal cubre a la muchedumbre con un inmenso manto celeste que se pierde en el horizonte. Y entona un canto: el del Magnificat2; y toda esa colorida muchedumbre le responde a coro, como el apacible estruendo del mar.

Se había adormecido en medio de las lágrimas, se despierta con el corazón lleno de paz: la Santísima Virgen le había preanunciado que estaría siempre junto a él, a sus iniciativas apostólicas, protegiéndolo; y que llegará a ser el Padre de infinidad de misioneros por todos los caminos del mundo

1 DICIEMBRE, EFEMÉRIDES MESSAGGI DON ORIONE

1891: El seminarista Luigi Orione es nombrado tercer guardián ('sacristán') de la catedral de Tortona; desde el 15 de octubre de 1892 se convertirá en el segundo guardián; será el primer custodio desde el 31 de julio de 1893 hasta el 31 de septiembre de 1893. Luego, el 15 de octubre de 1893, abrió su primer Collegetto en el barrio de San Bernardino de Tortona.

1933: en la sede del antiguo "Istituto di Paverano", en Génova, comprado por Don Orione con la generosa contribución de la benefactora Angela Solari, viuda Queirolo, se inaugura el "Piccolo Cottolengo".

 1963 Sac. AGGIO Angelo, de Resana (Treviso), murió en Claypole (Argentina) en 1963, a la edad de 56 años, 32 de Profesión y 22 de Sacerdocio. Don Roberto Simionato nos dice:fue un primo de mi padre, un sacerdote orionino Ángel Aggio que estuvo en Argentina con los primeros clérigos. Con él viajamos en el barco hacia Corrientes al final de la Segunda Guerra Mundial


domingo, 29 de noviembre de 2020

DON ORIONE Y LA VIRGEN MARIA




El rol de María como madre y como creyente se nos presenta como modelo a imitar en la grandeza de las virtudes que la adornan: su capacidad de mujer llena de fe, su personalidad orante, su disponibilidad ilimitada y generosa a la voluntad de Dios, su mirada intuitiva, atenta y previsora ante las necesidades de los demás, su servicialidad humilde al atender a su prima Isabel, su capacidad de sufrimiento al pie de la cruz, su saber estar dejando el protagonismo a su hijo en las bodas de Caná, su papel de madre y formadora que cuando no entiende guarda calladamente en su corazón las palabras de su hijo tras el hallazgo en Jerusalén….

Es muy notable e imprescindible la presencia de María en San Luis Orione, en su carisma y espiritualidad. Nos manifiesta una profunda y filial devoción mariana; y así nos lo refiere él mismo: “toda mi vida es gracia de María: lean en mi frente, en mis labios en mi corazón…allí está escrito: todo gracia de María… Mi vida es como una capilla de María llena de DEvotos y gracias recibidas de María”.

La relación de Don Orione con María es filial, amigable, afectuosa, sensible y que toca lo más entrañable de la existencia. Veamos, aunque sea brevemente, algunas características de la devoción mariana que se pueden expresar a través del carisma de Don Orione:

1. Considera a María bajo tres títulos que resumen para él la mariología cristiana :

– María como Madre de Dios (la Mater Dei): ésta será su jaculatoria preferida. Toda la grandeza de María brota de su maternidad divina; en vista de ello, preservada del pecado original, colmada de gracias y bendita entre todas las mujeres. Don Orione nos dice: hemos elegido el más hermoso título que honra a la Virgen María y por eso se convertirá en nuestra jaculatoria mariana: “Madre de Dios, ruega por nosotros”. En este título quedan resumidos todos los dogmas referentes a Cristo y a María. Nos manifiesta la verdadera naturaleza de la Virgen. La Mater Dei es signo y expresión del fin de nuestra Congregación.

– María como Madre de la Divina Providencia nos manifiesta la confianza total y el abandono de Don Orione en las manos de la Providencia Divina y de María. Ve a María como aquella que intercede, ayuda, protege, y cuida de todos sus hijos, pero especialmente de los más abandonados y necesitados de cariño y afecto maternal. Don Orione invoca a María a lo largo de toda su vida pero sobre todo en los momentos de peligro, ante las incomprensiones y calumnias, ante las necesidades de sus pobres, enfermos y ancianos, al abrir una nueva obra, cuando las deudas abundan y el dinero es poco. Entonces María no duda en acudir de mil modos y maneras en ayuda de sus hijos más queridos.

– También Don Orione considera a María como Madre de la Iglesia. La tradición de la Iglesia nos muestra el lazo que une a María con el pueblo de Dios, es decir, con la Iglesia. María está presente y ora con los discípulos en la espera del Espíritu Santo. En aquel día de Pentecostés, en el que nace la Iglesia, María acompaña a la naciente comunidad cristiana; y como en el nacimiento de Jesús también aquí da a luz a la Iglesia y la acompañará como Madre creyente y formadora en su proceso de crecimiento. Don Orione nos lo narra así: “La Virgen estaba allí y ejercía de Madre de todos los discípulos de su Hijo; era, desde entonces, como la Madre de la Iglesia …Ella, que es la Madre de Jesús, y que es Madre nuestra, lo sea, especialmente en estos tiempos, también de la Iglesia”. Juan Pablo II, en la Redemptoris Mater, recuerda que durante el Concilio Vaticano II, Pablo VI proclamó solemnemente a María Madre de la Iglesia.

2. María como el mejor camino para acercarnos a Jesús.

Ninguna criatura humana conoce mejor y más profundamente a Jesús que su propia Madre, la Virgen Santísima. Por eso el mejor camino para encontrarnos con Jesús e iniciar el proceso de conocimiento y experiencia de Él es mirar e imitar a María como el modelo más perfecto del discipulado de Cristo. Así el creyente, de la mano de María, Madre y Discípula de Jesús, se adentra en el corazón de Cristo para experimentar todo su amor.

María presintió a Jesús lo concibió por obra del Espíritu Santo, lo dio a luz, lo esperó anhelante, lo recibió en sus manos, lo presentó en el Templo, lo educó durante largos años, lo introdujo en su vida pública, lo acompañó hasta la cruz, lo recibió muerto en su regazo virginal, lo siguió hasta el sepulcro y, seguramente lo vio resucitado y glorioso. Está, pues, presente a lo largo de la vida de Cristo. Nadie como ella lo conoce y lo ama. Nadie como ella, nos lo presenta de aquella forma como se lo presentó a los pastores y a los Reyes Magos.

Es el camino más breve y seguro para llegar a Jesús, pues “amando a María se tiene la seguridad de amar a Jesús”, nos diría Don Orione.

3. Con un Amor de Hijo

San Luis Orione, nos invita abandonarnos en los tiernos brazos de María y en los momentos difíciles solicitarle que nos permita ocupar por un ratito el puesto de su Hijo Jesús niño. Como Hijo devotísimo se postraba ante la imagen de María y la contemplaba embelezado.

Desde niño había aprendido, en las rodillas de su madre a recitar el Santo Rosario, y muy pequeño todavía le prometió a la Gran Madre de Dios, si le daba la gracia de ser sacerdote, le reconstruiría una derruida capilla en las afueras de su pueblo natal. A lo largo de toda su vida son muchas y variadas las presencias de María en la vida de Don Orione, sobre todo en los comienzos de la naciente Congregación. Para él María será siempre la Madre y la celeste fundadora de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.

 

4. Una devoción Mariana apostólica y caritativa.

Don Orione se nos presenta como un gran evangelizador y “se sirve” de María para llevar las almas a Cristo. Intuyó que María facilita la apertura de los corazones de los hombres, pues como Madre y como mujer conoce las mejores estrategias para entrar y ganarse nuestro amor.

Reconociendo la eficacia pedagógica de la devoción mariana en la tarea de la re-evangelización, Don Orione organizaba con frecuencia peregrinaciones, levantaba santuarios, y hablaba de María al pueblo de un modo que cautivaba y llevaba los corazones de los oyentes al más tierno amor a la Madre de Dios, imitando aquellas virtudes propiamente marianas.

Se preocupaba de que en las peregrinaciones no faltara el momento para conducir a las almas a experimentar la misericordia de Dios mediante el sacramento de la reconciliación.

La devoción mariana en Don Orione se hace eminentemente popular. Nuestra Congregación debe dirigirse al pueblo para servirlo y para fortificar la piedad de los más sencillos y de aquellos que no pueden comprender otras formas de piedad.

Don Orione transmitió otra interpretación característica de la piedad mariana: el binomio piedad mariana y caridad. Y así, solía decir que donde se levante un templo o un Santuario para la Virgen allí debe surgir también una obra de caridad para atender a las personas más necesitadas. Estaba convencido de que la caridad lleva a la fe y produce inmensa alegría en quien la ejecuta.

Así son los Santos y así es María para con ellos: Madre, hermana, fundadora, compañera en el camino y amiga que de la mano nos conduce a Jesús; porque, cerca de María, todas las tormentas del corazón, las luchas de las pasiones, las amarguras de la vida, los disgustos y dolores, se calman y aplacan con la tierna mirada de la Madre.

Para comprender esta gran devoción de Don Orione, es preciso acercarse a su historia personal, toda entrelazada de “gracias” y de “devoción”, que llenaba de María toda su vida.  También desde los inicios de su obra en Argentina, Don Orione encontró la presencia de la Virgen Santísima en los momentos fundamentales

·        Aún desde antes de pisar por primera vez tierra argentina, uno de los deseos de Don Orione era llegar a los pies de la Virgen de Luján.

·        San Luis Orione visitó Itatí, Corrientes. Su llegada al pueblo de la Virgen, lo relata en una carta del día 27 de junio de 1937: 

·        Don Orione era un ferviente devoto de la Virgen de la Guardia. Cada vez que tenía que tomar decisiones importantes, iba a pedir consejo a María.

La vida de Don Orione está signada por la confianza y el abandono en la Divina Providencia y en este contexto que ve a María como “Madre de la Divina Providencia”, pues es ella la que intercede, que acerca, que lleva a Jesús y, por tanto, la que ayuda a cada hombre a realizar el designio de Dios en su historia.

NUESTRA SEÑORA DE LA FOGLIATA Y ALGO MÁS 2DO DIA NOVENA , MARIA EN LA VIDA DE DON ORIONE

NUESTRA SEÑORA DE LA FOGLIATA



VIRGEN DE LAS GRACIAS.

NUESTRA SEÑORA DE LA FOGLIATA Y ALGO MÁS

Pero aún hay más. Una fría noche de invierno, mientras participaba de una tertulia en la calidez del establo de su tía Josefina, las piadosas mujeres se ponen a comentar con tristeza lo que ha pasado con el antiguo santuario mariano de la Fogliata, en las cercanías del pueblo; que está en ruinas y que no quedan más que piedras abandonadas entre los viñedos. Luis se sobresalta en su corazón, sube a la terraza de la casa, se arrodilla mirando en dirección del derruido santuario y suspira: "Virgen Santa de la Fogliata, concédeme la gracia de llegar al sacerdocio, y yo prometo reconstruir tu santuario".

Permanece un rato en oración, luego se va a la cama, pero casi no logra dormir. Y al día siguiente, bien temprano, sale a buscar las ruinas del santuario: quita la nieve que cubre las piedras, se arrodilla, y repite la oración de la noche anterior: - Virgen Santa, si me concedes la gracia, prometo reconstruir tu santuario. Pasaron los años y Don Orione cumplió su promesa: hoy la Virgen de la Fogliata tiene su casa en aquel mismo lugar. - A la Santísima Virgen hemos de aprender a ganarla por el lado del corazón dirá Don Orione años después a sus muchachos-; así lo conseguiremos todo del Corazón de Jesús, su Hijo.

 Y esa misma será su experiencia cuando, un día, mamá Carolina le dice a Victorio: - Este chico se nos va a enfermar si no lo dejamos ir con los franciscanos. Nosotros tendremos que trabajar más, pero démosle el gusto: es evidente que sufre por ello. - Lo dejo a tu criterio -dice papá Victorio -. Pero quede bien en claro que, si va, no hay que pensar en posibles ventajas para nosotros; porque quizás él nos necesite, no nosotros a él.

Sólo falta que alguien se ocupe de que Luis sea admitido en el convento. Mamá Carolina lleva a Luis a visitar al P. Milanese, que de Pontecurone había sido trasladado a un pueblo vecino. Mientras van de camino, pasan junto al santuario abandonado de la Virgen de las Gracias. Está clausurado, pero los dos se arrodillan devotamente fuera de la puerta, la besan y oran. Y también aquí, el niño repite la promesa, hecha en la Fogliata, de restaurar la casa de oración abandonada si se le concede la gracia de llegar al sacerdocio. Y apenas posible, cumplirá también esta promesa, con gran alegría de la buena gente del lugar

sábado, 28 de noviembre de 2020

OBRA DE LA DIVINA PROVIDENCIA

 


Don Orione no permitia que se hablara de "Obra Don Orione", ya que para la practicidad comenzó a decirse en algunos lugares. Como en Voghera, por ejemplo. Rápidamente intervino el 23 de octubre de 1938: "Lo que se ha hecho, no es mi obra, no de los sacerdotes que me ayudan, sino que es obra de la Divina Providencia. No existe tal cosa como "Opera Don Orione", pero está la Pequeña Obra de la Divina Providencia. Es la mano del Señor, la mano omnipotente de la Divina Providencia que, desde los primeros días, vino a nosotros, nos guió e hizo florecer las grandes obras del Señor en nuestros pasos" (Palabra IX, 405).

La visión de la Providencia, además de expresar la fe y el sentido de lo sobrenatural en la vida, en Don Orione asume también una connotación carismática. Él no ha dudado en encuadrar su misión en el seno mismo de la misteriosa acción providente de Dios, llamando a su fundación “Pequeña Obra de la Divina Providencia”.

Don Orione fue un modelo de abandono y de fe en la Providencia; y eso constituye una de las principales directivas ascéticas, además de un legítimo y filial consuelo, para cuantos prolongan su inspiración carismática: somos llamados a atestiguar la presencia y la obra de la Providencia de Dios, ya sea con nuestra actitud interior como con el apostolado externo de la caridad.

El nombre de la “Divina Providencia” siempre le fue muy querido a Don Orione, tanto que firmó ordinariamente sus escritos “Sac. Luis Orione de la Divina Providencia”. ¿Cómo explicar esta actitud de abandono filial en la Providencia por parte del Padre Fundador? Indudablemente la marcha de su vida, especialmente en los orígenes, la incertidumbre y la aparente falla de algunos caminos emprendidos, como el camino vocacional con los Franciscanos y Salesianos, debieron inducirlo a reconocer en sus pasos no solamente poco fáciles sino también insólitos, la guía de aquella Providencia que lo quería y hacía “fundador” por encima de sus planes y sus deseos. “Cuando es la Providencia la que hace, cuando se ve que es la Virgen misma la que hace y que nosotros no somos otra cosa que ‘chapuceros’, ¿qué quieren decir? Digitus Dei est hic! Nosotros somos estropajos (stracci) en las manos del Señor, de la Divina Providencia... nosotros somos estropajos “stracci) en las manos de la Iglesia, a cuyo servicio nosotros únicamente estamos, con devoción plena y perpetua... Se los dije tantas veces que nosotros somos estropajos (stracci) de Dios y de la Virgen, y la gracia y fortuna es toda nuestra, si Ellos se sirven de nuestras miserias para hacer algo de bien en la Santa Iglesia”.

Por esta profunda confianza en la Divina Providencia, Don Orione supo descubrir su historia personal, la de los demás, la de la Iglesia y de la humanidad, como el fruto del amor divino, y se dejó plasmar como instrumento en las manos de la Divina Providencia para volverse a su vez providencia para los hermanos. Supo leer la vida como historia de salvación. Ha sabido ver la mano de Dios, también en el mal y en el sufrimiento: “... la mano de Dios conduce todas las cosas. Alguno de ustedes dirá: ¿También los males? Sí, también los males morales. ¿También el pecado? Sí, también el pecado. No el mal moral de por sí, sino porque nos hace sentir que todos somos débiles, que debemos arrojar la frente en el polvo, que no somos nada frente al Señor, que no debemos hacer otra cosa que invocar la ayuda de Dios, el consuelo, la luz, la gracia, la misericordia de Dios”.

 

 

RECORDAMOS AL PADRE LUIS CARBONELLI

 


Sac. CARBONELLI Luigi - 29 de noviembre
Sac. Luigi CARBONELLI, de Visso (MC), murió en Buenos Aires en 2013, a la edad de 87 años, 69 años de profesión y 59 por sacerdocio. Perteneció a la Provincia "Nuestra Señora de la Guardia" (Argentina).
Presidencia Roque Saenz Peña, fue su ultimo lugar de apostolado y  muchas personas de Barranqueras pudimos conocerlo y disfrutar de su alegría.

28 NOV. DON ROBERTO SIMIONATO, UNA VOCACIÓN QUE HOY CUMPLE 51 AÑOS DE SACERDOCIO

 



GRACIAS JESUS, GRACIAS DON ORIONE".  ROBERTO P. SIMIONATO

Este 29 de noviembre, el padre Roberto Simionato, que desde 1992 hasta 2004 fue Director General de la Congregación de los Hijos de la Divina Providencia, cumple  51 años de sacerdocio.

Este fue su testimonio de cuando cumplió 50 años de sacerdocio (2019).
"A principios de este año alguien se ha encargado de recordar, con regalos y oraciones, que este año se cumplen mis 50 años de sacerdocio. El día exacto es el próximo 29 de noviembre. Es bueno refrescar la memoria y vivir en acción de gracias, han pasado tantas cosas que no sería suficiente este año, ni el resto de mis días, para dar gracias al Señor.
Yo tenía un primo en la familia salesiana en Italia y un primo de mi padre, un sacerdote orionino Ángel Aggio que estuvo en Argentina con los primeros clérigos. Con él viajamos en el barco hacia Corrientes al final de la Segunda Guerra Mundial. Estuvo en nuestra ciudad para celebrar su primera misa, mi padre regresaba con su familia a Argentina, donde había emigrado en su juventud, después de haber luchado en la Primera Guerra Mundial. La llamada vocacional fue inmediata. Desde pequeño sentí que podía ser sacerdote. Al principio era como un "tal vez". Con el tiempo la llamada se ha vuelto más clara, como una continuidad: familia, parroquia, monaguillos, seminario.
Gracias, porque don Orione abrió las puertas para mí y sin pedir nada. Una familia pobre con cinco niños no se podía permitir el estudio. Tenía que ir a ganarme la vida con mi padre y mis hermanos. Don Orione, que quería recoger las vocaciones de los pobres, me hizo que todo sea fácil y así di mis primeros pasos en el antiguo Colegio Luján (hoy IDO), noviciado, de filosofía en San José (ahora San Pío).
Gracias porque desde que era joven me conmovió muchas ideas y cambios de prácticas: un lugar inesperado en Chile,donde realice teología, lejos de mis antiguos compañeros en Italia. Así uno aprende que el mundo es más grande que "su" mundo. Y lo que es importante en este caso, no es en absoluto, y que se puede vivir de diversas maneras. Y que, poco a poco, lo que me obligó a abrir la mente y, en consecuencia, también el corazón.
Gracias porque en la  Obra Don Orione que podía hacer un poco de todo: el servicio en los jóvenes, Cottolengo, a continuación, en las escuelas, la educación, las parroquias, el contacto con los pobres en los suburbios (Barranqueras en los años 70), a continuación, los jóvenes y, por último, el cuidado para acompañar a mis hermanos religiosos en Argentina y en los países donde la congregación ha plantado las tiendas de caridad en nombre de la Santa Madre Iglesia. Y gracias por el privilegio de ser capaz de servir durante unos años en Itatí. Allí pude aprender algunas cosas acerca de la fe de los fieles, contemplando la evidencia constante de los peregrinos, vinculado a ese secreto y tierno diálogo con 'Mama Maria'.
Y, por último, gracias porque pude vivir historias y admirar hazañas misioneras que nunca podría haber imaginado. Gracias por el amor de hermanos y hermanas, religiosas y laicos que han pasado y pasan sus vidas por el pasado. Recordé con alegría  los días en que estaba siguiendo a una distancia de la Asamblea General de África en África.
La saga de Don Orione, creo, comenzó por la determinación del fundador, pero se germinó por el coraje y entrega de sus seguidores: Zanocchi, Dutto y Contardi en Argentina, y Carradori Morluppi en Chile, molineros y Lo Torto en África, Adobati y Serra en Goiás, Pellizzari y Cacciutto en Paraguay, Piccoli  y Falardi en las Filipinas (por nombrar sólo los muertos) y muchos otros que no se han perdido en la actualidad. Sí, por supuesto! He sido testigo impensable y, en parte, protagonista  de acciones muy por encima de nuestras fuerzas. Prueba irrefutable de que la Providencia existe y la protección de la Virgen!
Mirando hacia atrás, con una mirada, de manera espontánea me decía, lo que era el camino corto! Cincuenta años, visto en décadas, son un soplo. Pero es agradable ver el paso a paso el viaje, para agradecer una vez más. Cada colina requiere su esfuerzo, cada esquina cambia el paisaje, cada uno tropieza en el seguimiento de las cataratas de cada dificultad, amigos qua ayuden, cada día el Padre derrama su misericordia, Jesús te toma de la mano y María te sostiene en sus brazos.
En este medio siglo vi un poco de todo. Doy gracias a Dios por el bien que me ha hecho y por el bien que podría propagarse a través de mi pobre vida. Pido perdón a Dios y a los demás por todo el daño que surge de mi trabajo. Alabo a Dios por todo lo bueno que era su gracia. Yo ahora pido ayuda fraterna y la gracia de lo alto para complementar el viaje corto que todavía me falta”.
P. A. Roberto Simionato, FDP
Claypole, noviembre de 2019

LA ERMITA DE LA VIRGEN EN EL CAMPO, 1er DIA NOVENA CON ANECDOTAS SOBRE DON ORIONE

 EN EL PRIMER DÍA DE LA NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN, COMPARTIRÉ ALGUNAS ANÉCDOTAS DE LA CURIOSA VIDA DE ORIONE Y LA VIRGEN MARÍA.





LA ERMITA DE LA VIRGEN EN EL CAMPO.

Estas y otras cosas dan que pensar a la atenta mamá Carolina .

Luis no falta jamás al catecismo y con gusto hace de monaguillo en celebraciones litúrgicas; en casa juega a "las procesiones" y a "decir misa" con viejas prendas del arcón de la abuela por ornamentos; disfruta en grande cuando va a la parroquia a cantar el miserere con el sacristán, o cuando puede colgarse de las campanas y arrancarles distintos y múltiples tañidos.

Pero hay una cosa que impresiona y llena de consuelo a mamá Carolina: a menudo, Luis se va por los campos, hasta una capillita muy pequeña que encierra una imagen de la Virgen María, y le lleva flores; en invierno, cuando los campos están cubiertos de nieve y no hay flores por ninguna parte, Luis recorta flores de papel -por las noches, aun cayéndose de sueño- para luego llevárselas a la Virgen.

Un día, Luis vuelve de la iglesia impresionado.

- ¿Qué sucede? -pregunta la madre-.

- El padre misionero, el que ha venido de afuera, comienza todas sus prédicas de esta manera, mamá: "Si sólo un alma se ha, y se pierde ¿qué será? ¡Dios me ve, El me juzgará!".

Otro día, llega empapado hasta los huesos.

- ¿Qué has hecho de tu paraguas ? -pregunta la madre-.

- No te enojes, mamá: yo tengo casa y piernas para correr a ella...encontré un pobre que no tenía donde protegerse de la lluvia y le di el paraguas.

COMIENZA LA NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN PREVIA A LAS FIESTAS PATRONALES



 

viernes, 27 de noviembre de 2020

ORIONITAS NUEVA TEMPORADA... 100 AÑOS DESPUES

 


Los días 21 y 22 de noviembre se llevó a cabo el Encuentro de la Familia Orionita de Argentina, "100 años, profetas de la caridad antes los nuevos desafíos."

En esta oportunidad y debido a la pandemia se llevó cabo en modalidad virtual a través de la plataforma Zoom y transmisión en simultáneo por los canales de YouTube de la EFO de Buenos Aires y Facebook del MLO. Este Encuentro dio inicio a los festejos del Centenario de la llegada de Don Orione a la Argentina (1921-2021)

Para lograr una mayor participación de todas las comunidades del país, en la semana previa, entre el 13 y el 19 de noviembre, se presentaron en una media hora videos y testimonios de 24 comunidades de Argentina. También se presentaron las experiencias formativas de la Escuela de Formación Orionita y la Escuela de Fuego. Todas las noches las transmisiones en directo fueron seguidas por una gran cantidad de personas. Todos los videos presentados pueden verse en el canal de YouTube y en Facebook.

La noche previa al Encuentro, el viernes 20, el Padre Eldo Musso, asistente espiritual del MLO, hizo una reflexión sobre la solemnidad litúrgica del día, la Madre de la Divina Providencia, patrona de la Congregación, recordó también un nuevo aniversario de la aprobación canónica del MLO y con gran alegría compartió la noticia de que ese mismo día en la Ciudad del Vaticano se firmó la aprobación canónica del Instituto Secular Orionino. A continuación se presentaron videos llegados desde Uruguay y Chile y los saludos grabados del Superior General P. Tarcisio Vieira y de la Madre María Mabel Spagnuolo. Para finalizar esta noche previa se presentó la Secretaría operativa de Argentina con un breve repaso de todo lo que se trabajó en este año 2020.

El día sabado 22 se inició el Encuentro con la bienvenida a cargo de Silvia Petrossi, Coordinadora territorial de Argentina y de Ana María Giménez, Vice Coordinadora territorial. A continuación se tuvo en breve diálogo en vivo con al Coordinadora general del MLO Armanda Sano.

La oración inicial a través de un video, estuvo a cargo de la Hna. María Mónica Molina, asistente espiritual de Argentina.

La tarde continuó con una charla a cargo de Gabriela Bermúdez, Fernanda Coronel y Juan Javier Vignola, con el aporte del Hno. Jorge Silanes. La conferencia llevó por título: “Orionitas nueva temporada… 100 años después”. En esa charla se recordaron los orígenes de Don Orione en Tortona, su viaje a América Latina, las primeras obras en Argentina, dejando también pistas para el compromiso carismático de los próximos años. Seguidamente se hizo un trabajo en grupos y una puesta en común sobre los nuevos desafíos que se nos presentan para el futuro.

Para finalizar la tarde María Silvia García y Claudia Couceiro hicieron una reflexión con un video y canciones y el P. Eldo Musso impartió la bendición final con la imagen de la Virgen.

Del Encuentro participaron alrededor de 180 personas entre laicos y religiosos de Argentina, Paraguay, Uruguay, Chile y Brasil entre quienes lo hicieron en directo por Zoom y quienes siguieron la transmisión por YouTube y Facebook.

El Encuentro concluyó el día domingo 22 con la celebración de la Santa Misa presidida por el Superior Provincial P. Gustavo Aime y transmitida en directo desde el Santuario del Cottolengo de Claypole.

Este evento significó un gran esfuerzo y un desafío para poder organizarlo en forma virtual. Agradecemos a todos quienes lo hicieron posible, a todas las comunidades que enviaron sus videos y sus testimonios, a todos quienes participaron en directo. En estos momentos tan difíciles para la humanidad toda, significó una oportunidad para orar, reflexionar, compartir experiencias y poder vernos aunque sea a través de la pantalla del computador. Gracias a todos!!!

 

Ave María y adelante!!!!

miércoles, 25 de noviembre de 2020

CON ALEGRIA, FELICITAMOS AL NUEVO SUPERIOR PROVINCIAL, PADRE ELDO MUSSO


(25/11/2020) El Superior General P. Tarcísio Vieira, comunicó con una carta a los cohermanos, los nuevos miembros de los Consejos de las provincias religiosas de América Latina.

Queridos hermanos,

¡La gracia y la paz de Nuestro Señor Jesucristo esté con ustedes siempre!

En las reuniones del Consejo General celebradas los días 23 y 24 de noviembre, se examinó el resultado de la consulta realizada en las provincias de América Latina de acuerdo con el artículo 190 de nuestras Constituciones. Después de un apropiado discernimiento y habiendo obtenido el consentimiento de los cohermanos interesados, nombro a los siguientes cohermanos para gobernar las Provincias para el período de tres años 2021-2023:

Provincia de Nuestra Señora de la Guardia (Buenos Aires) - Argentina, Paraguay y Uruguay

P. Eldo Rubén MUSSO - Director Provincial

Gustavo Omar CADENINI - Vicario

Gustavo Carlos ROFI - Consejero

Cristian Jesús DUCLOUX - Consejero

Fr. Mauricio Javier GARCÍA - Consejero

Raúl Fernando TROMBINI – Ecónomo

Provincia “Nossa Senhora de Fátima” (Brasilia) - Norte de Brasil

Josumar DOS SANTOS - Director Provincial

P. Jorge Henrique ROCHA - Vicario

P. Geraldo Dionízio BAZÍLIO - Consejero

Josiano CANDIDO DOS SANTOS - Consejero

Francisco de Assis SILVA ALFENAS - Consejero

José Carlos DE REZENDE – Ecónomo

Provincia de “Nossa Senhora da Anunciação” (São Paulo) - Sur de Brasil

Luís Antonio MIOTELLI - Director Provincial

P. Antonio Sagrado BOGAZ - Vicario

P. Atalmir Gabriel Jonas DA SILVA - Consejero

Ricardo Alexandre PAGANINI - Consejero

P. Paulo Sérgio CORREIA - Consejero

P. Claudinei NIEDZWIECKI – Ecónomo

Delegación Nuestra Señora del Carmen (Santiago) - Chile

P. Teófilo CALVO PEREZ - Delegado

Gustavo Adrián VALENCIA AGUILERA - Vicario

Giacomo VALENZA - Consejero

ANUNCIO. Juan Alberto DAZA JARA – Ecónomo

Las nuevas Juntas tomarán posesión el 1 de enero de 2021 y expirarán el 31 de diciembre de 2023.

Como seguramente habrán notado, se ha producido un cambio en la constitución legal de la Viceprovincia de Chile que se ha convertido en una Delegación con el mismo título de "Nuestra Señora del Carmen", con sede en Santiago. 

El cambio se produjo para responder a necesidades internas que requieren un nuevo tipo de gobierno. En una consulta realizada por el Consejo General, los cohermanos en Chile se manifestaron a favor de mantener la autonomía jurídica, al tiempo que cambia su tipología. Estamos seguros de que esta decisión puede provocar nuevos dinamismos no solo en los religiosos o en las estructuras del apostolado, sino en toda la familia carismática. En esta perspectiva se consideró la introducción de un delegado superior de otra provincia y esperamos que también haya otros intercambios de personal destacando el espíritu misionero orionita. Finalmente esperamos que el carisma más vivo que nunca en Chile continúe dando su testimonio de fidelidad a una nación visitada por el Fundador en 1936. 

Ahora quiero agradecer a los cohermanos que han llegado al final de preciosos años de servicio a la Congregación ocupando diversos cargos en los consejos provinciales: P. Gustavo Aime y P. Héctor Pazos, de la Provincia Nuestra Señora de la Guardia; P. Amilar Eurides Giuriato y P. Zenildo Rosa, de la Provincia “Nossa Senhora de Fátima”; P. Rodinei Carlos Thomazella, P. José Silva de Paiva y P. Aparecido da Silva, de la Provincia “Nossa Senhora da Anunciação”; P. Sergio Felipe Valenzuela Ramos y P. Álvaro Rodrigo Olivares Fernández, de la Viceprovincia “Nuestra Señora del Carmen”.

En varias ocasiones he tenido la oportunidad de acudir a ellos para conocer más sobre la realidad y situación de las distintas casas de la Congregación, o incluso para tratar cuestiones relativas a sus provincias. La colaboración siempre ha sido preciada para mí y me ha ayudado a dar respuestas más adecuadas a las necesidades que existían. Los consejeros generales también están agradecidos por el trabajo realizado en conjunto, especialmente en las Secretarías. Esta colaboración ha contribuido sin duda a fortalecer el espíritu de familia y nuestra comunión fraterna. Que el Señor recompense a cada uno y haga fecunda la obra que comenzaron como "colaboradores de Dios" (cf. 1 Co 3, 9).

También agradezco a quienes han aceptado asumir la responsabilidad durante los próximos tres años. Por ellos nuestras oraciones y nuestros deseos de un ministerio fructífero para el bien de las Provincias y la unidad de la Congregación.

A los Superiores Provinciales les recuerdo las sabias y precisas palabras de nuestras Constituciones cuando, hablando del estilo de autoridad, dicen: "Los Superiores ... ejercen la autoridad con espíritu de servicio a los hermanos para expresar la caridad con que Dios los ama". Uno de los signos del amor de Dios se manifestará, sin duda, cuando el Superior lleve a cabo la siguiente tarea fundamental hacia los hermanos: "Que los escuchen con gusto y promuevan la unión de sus fuerzas por el bien de la Congregación y de la Iglesia". . (Ver Const. n. 136).

Recuerdo a los Consejeros provinciales que la tarea más importante y eficaz a desarrollar, que tendrá una fuerte resonancia en todos los cohermanos, es dar testimonio de unidad con el provincial, prudencia en el hablar, comunión interior y franqueza en la expresión de sus opiniones para contribuir al discernimiento común.

Por último, pido a todos los cohermanos que acepten los nombramientos con un corazón libre y obediente, con espíritu de fe y comunión. Ya desde ahora rezamos por estos hermanos nuestros. Invoquemos por ellos la intercesión de Nuestra Señora -"de la Guardia", "de Fátima", "da Anunciação", "del Carmen"- para que siempre sean guiados por el Espíritu Santo.

Don Orione dijo y yo también les digo a cada uno de ustedes, también en nombre de los Consejeros Generales: ¡Ave María y adelante! ¡Pon toda tu vida y tu corazón en las manos de Nuestra Señora y reza!

Con cariño fraternal en el Señor,

P. Tarcísio Vieira 

Superior general


domingo, 15 de noviembre de 2020

Presentación Barranqueras (Chaco, Argentina)


AQUI REFLEJAMOS ALGUNAS DE LAS ACTIVIDADES DEL MLO.

JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES


 

“Tiende tu mano al pobre” (cf. Si 7,32)

 

“Tiende tu mano al pobre” (cf. Si 7,32). La antigua sabiduría ha formulado estas palabras como un código sagrado a seguir en la vida. Hoy resuenan con todo su significado para ayudarnos también a nosotros a poner nuestra mirada en lo esencial y a superar las barreras de la indiferencia. La pobreza siempre asume rostros diferentes, que requieren una atención especial en cada situación particular; en cada una de ellas podemos encontrar a Jesús, el Señor, que nos reveló estar presente en sus hermanos más débiles (cf. Mt 25,40).

1. Tomemos en nuestras manos el Eclesiástico, también conocido como Sirácida, uno de los libros del Antiguo Testamento. Aquí encontramos las palabras de un sabio maestro que vivió unos doscientos años antes de Cristo. Él buscaba la sabiduría que hace a los hombres mejores y capaces de escrutar en profundidad las vicisitudes de la vida. Lo hizo en un momento de dura prueba para el pueblo de Israel, un tiempo de dolor, luto y miseria causado por el dominio de las potencias extranjeras. Siendo un hombre de gran fe, arraigado en las tradiciones de sus antepasados, su primer pensamiento fue dirigirse a Dios para pedirle el don de la sabiduría. Y el Señor le ayudó.

Desde las primeras páginas del libro, el Sirácida expone sus consejos sobre muchas situaciones concretas de la vida, y la pobreza es una de ellas. Insiste en el hecho de que en la angustia hay que confiar en Dios: «Endereza tu corazón, mantente firme y no te angusties en tiempo de adversidad. Pégate a él y no te separes, para que al final seas enaltecido. Todo lo que te sobrevenga, acéptalo, y sé paciente en la adversidad y en la humillación. Porque en el fuego se prueba el oro, y los que agradan a Dios en el horno de la humillación. En las enfermedades y en la pobreza pon tu confianza en él. Confía en él y él te ayudará, endereza tus caminos y espera en él. Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia y no os desviéis, no sea que caigáis» (2,2-7).

2. Página tras página, descubrimos un precioso compendio de sugerencias sobre cómo actuar a la luz de una relación íntima con Dios, creador y amante de la creación, justo y providente con todos sus hijos. Sin embargo, la constante referencia a Dios no impide mirar al hombre concreto; al contrario, las dos cosas están estrechamente relacionadas.

Lo demuestra claramente el pasaje del cual se toma el título de este Mensaje (cf. 7,29-36). La oración a Dios y la solidaridad con los pobres y los que sufren son inseparables. Para celebrar un culto que sea agradable al Señor, es necesario reconocer que toda persona, incluso la más indigente y despreciada, lleva impresa en sí la imagen de Dios. De tal atención deriva el don de la bendición divina, atraída por la generosidad que se practica hacia el pobre. Por lo tanto, el tiempo que se dedica a la oración nunca puede convertirse en una coartada para descuidar al prójimo necesitado; sino todo lo contrario: la bendición del Señor desciende sobre nosotros y la oración logra su propósito cuando va acompañada del servicio a los pobres.

3. ¡Qué actual es esta antigua enseñanza, también para nosotros! En efecto, la Palabra de Dios va más allá del espacio, del tiempo, de las religiones y de las culturas. La generosidad que sostiene al débil, consuela al afligido, alivia los sufrimientos, devuelve la dignidad a los privados de ella, es una condición para una vida plenamente humana. La opción por dedicarse a los pobres y atender sus muchas y variadas necesidades no puede estar condicionada por el tiempo a disposición o por intereses privados, ni por proyectos pastorales o sociales desencarnados. El poder de la gracia de Dios no puede ser sofocado por la tendencia narcisista a ponerse siempre uno mismo en primer lugar.

Mantener la mirada hacia el pobre es difícil, pero muy necesario para dar a nuestra vida personal y social la dirección correcta. No se trata de emplear muchas palabras, sino de comprometer concretamente la vida, movidos por la caridad divina. Cada año, con la Jornada Mundial de los Pobres, vuelvo sobre esta realidad fundamental para la vida de la Iglesia, porque los pobres están y estarán siempre con nosotros (cf. Jn 12,8) para ayudarnos a acoger la compañía de Cristo en nuestra vida cotidiana.

4. El encuentro con una persona en condición de pobreza siempre nos provoca e interroga. ¿Cómo podemos ayudar a eliminar o al menos aliviar su marginación y sufrimiento? ¿Cómo podemos ayudarla en su pobreza espiritual? La comunidad cristiana está llamada a involucrarse en esta experiencia de compartir, con la conciencia de que no le está permitido delegarla a otros. Y para apoyar a los pobres es fundamental vivir la pobreza evangélica en primera persona. No podemos sentirnos “bien” cuando un miembro de la familia humana es dejado al margen y se convierte en una sombra. El grito silencioso de tantos pobres debe encontrar al pueblo de Dios en primera línea, siempre y en todas partes, para darles voz, defenderlos y solidarizarse con ellos ante tanta hipocresía y tantas promesas incumplidas, e invitarlos a participar en la vida de la comunidad.

Es cierto, la Iglesia no tiene soluciones generales que proponer, pero ofrece, con la gracia de Cristo, su testimonio y sus gestos de compartir. También se siente en la obligación de presentar las exigencias de los que no tienen lo necesario para vivir. Recordar a todos el gran valor del bien común es para el pueblo cristiano un compromiso de vida, que se realiza en el intento de no olvidar a ninguno de aquellos cuya humanidad es violada en las necesidades fundamentales.

5. Tender la mano hace descubrir, en primer lugar, a quien lo hace, que dentro de nosotros existe la capacidad de realizar gestos que dan sentido a la vida. ¡Cuántas manos tendidas se ven cada día! Lamentablemente, sucede cada vez más a menudo que la prisa nos arrastra a una vorágine de indiferencia, hasta el punto de que ya no se sabe más reconocer todo el bien que cotidianamente se realiza en el silencio y con gran generosidad. Así sucede que, sólo cuando ocurren hechos que alteran el curso de nuestra vida, nuestros ojos se vuelven capaces de vislumbrar la bondad de los santos “de la puerta de al lado”, «de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios» (Exhort. ap. Gaudete et exsultate, 7), pero de los que nadie habla. Las malas noticias son tan abundantes en las páginas de los periódicos, en los sitios de internet y en las pantallas de televisión, que nos convencen que el mal reina soberano. No es así. Es verdad que está siempre presente la maldad y la violencia, el abuso y la corrupción, pero la vida está entretejida de actos de respeto y generosidad que no sólo compensan el mal, sino que nos empujan a ir más allá y a estar llenos de esperanza.

6. Tender la mano es un signo: un signo que recuerda inmediatamente la proximidad, la solidaridad, el amor. En estos meses, en los que el mundo entero ha estado como abrumado por un virus que ha traído dolor y muerte, desaliento y desconcierto, ¡cuántas manos tendidas hemos podido ver! La mano tendida del médico que se preocupa por cada paciente tratando de encontrar el remedio adecuado. La mano tendida de la enfermera y del enfermero que, mucho más allá de sus horas de trabajo, permanecen para cuidar a los enfermos. La mano tendida del que trabaja en la administración y proporciona los medios para salvar el mayor número posible de vidas. La mano tendida del farmacéutico, quién está expuesto a tantas peticiones en un contacto arriesgado con la gente. La mano tendida del sacerdote que bendice con el corazón desgarrado. La mano tendida del voluntario que socorre a los que viven en la calle y a los que, a pesar de tener un techo, no tienen comida. La mano tendida de hombres y mujeres que trabajan para proporcionar servicios esenciales y seguridad. Y otras manos tendidas que podríamos describir hasta componer una letanía de buenas obras. Todas estas manos han desafiado el contagio y el miedo para dar apoyo y consuelo.

7. Esta pandemia llegó de repente y nos tomó desprevenidos, dejando una gran sensación de desorientación e impotencia. Sin embargo, la mano tendida hacia el pobre no llegó de repente. Ella, más bien, ofrece el testimonio de cómo nos preparamos a reconocer al pobre para sostenerlo en el tiempo de la necesidad. Uno no improvisa instrumentos de misericordia. Es necesario un entrenamiento cotidiano, que proceda de la conciencia de lo mucho que necesitamos, nosotros los primeros, de una mano tendida hacia nosotros.

Este momento que estamos viviendo ha puesto en crisis muchas certezas. Nos sentimos más pobres y débiles porque hemos experimentado el sentido del límite y la restricción de la libertad. La pérdida de trabajo, de los afectos más queridos y la falta de las relaciones interpersonales habituales han abierto de golpe horizontes que ya no estábamos acostumbrados a observar. Nuestras riquezas espirituales y materiales fueron puestas en tela de juicio y descubrimos que teníamos miedo. Encerrados en el silencio de nuestros hogares, redescubrimos la importancia de la sencillez y de mantener la mirada fija en lo esencial. Hemos madurado la exigencia de una nueva fraternidad, capaz de ayuda recíproca y estima mutua. Este es un tiempo favorable para «volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo [...]. Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad [...]. Esa destrucción de todo fundamento de la vida social termina enfrentándonos unos con otros para preservar los propios intereses, provoca el surgimiento de nuevas formas de violencia y crueldad e impide el desarrollo de una verdadera cultura del cuidado del ambiente» (Carta enc. Laudato si’, 229). En definitiva, las graves crisis económicas, financieras y políticas no cesarán mientras permitamos que la responsabilidad que cada uno debe sentir hacia al prójimo y hacia cada persona permanezca aletargada.

8. “Tiende la mano al pobre” es, por lo tanto, una invitación a la responsabilidad y un compromiso directo de todos aquellos que se sienten parte del mismo destino. Es una llamada a llevar las cargas de los más débiles, como recuerda san Pablo: «Mediante el amor, poneos al servicio los unos de los otros. Porque toda la Ley encuentra su plenitud en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. [...] Llevad las cargas los unos de los otros» (Ga 5,13-14; 6,2). El Apóstol enseña que la libertad que nos ha sido dada con la muerte y la resurrección de Jesucristo es para cada uno de nosotros una responsabilidad para ponernos al servicio de los demás, especialmente de los más débiles. No se trata de una exhortación opcional, sino que condiciona de la autenticidad de la fe que profesamos.

El libro del Eclesiástico viene otra vez en nuestra ayuda: sugiere acciones concretas para apoyar a los más débiles y también utiliza algunas imágenes evocadoras. En un primer momento toma en consideración la debilidad de cuantos están tristes: «No evites a los que lloran» (7,34). El período de la pandemia nos obligó a un aislamiento forzoso, incluso impidiendo que pudiéramos consolar y permanecer cerca de amigos y conocidos afligidos por la pérdida de sus seres queridos. Y sigue diciendo el autor sagrado: «No dejes de visitar al enfermo» (7,35). Hemos experimentado la imposibilidad de estar cerca de los que sufren, y al mismo tiempo hemos tomado conciencia de la fragilidad de nuestra existencia. En resumen, la Palabra de Dios nunca nos deja tranquilos y continúa estimulándonos al bien.

9. “Tiende la mano al pobre” destaca, por contraste, la actitud de quienes tienen las manos en los bolsillos y no se dejan conmover por la pobreza, de la que a menudo son también cómplices. La indiferencia y el cinismo son su alimento diario. ¡Qué diferencia respecto a las generosas manos que hemos descrito! De hecho, hay manos tendidas para rozar rápidamente el teclado de una computadora y mover sumas de dinero de una parte del mundo a otra, decretando la riqueza de estrechas oligarquías y la miseria de multitudes o el fracaso de naciones enteras. Hay manos tendidas para acumular dinero con la venta de armas que otras manos, incluso de niños, usarán para sembrar muerte y pobreza. Hay manos tendidas que en las sombras intercambian dosis de muerte para enriquecerse y vivir en el lujo y el desenfreno efímero. Hay manos tendidas que por debajo intercambian favores ilegales por ganancias fáciles y corruptas. Y también hay manos tendidas que, en el puritanismo hipócrita, establecen leyes que ellos mismos no observan.

En este panorama, «los excluidos siguen esperando. Para poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia. Casi sin advertirlo, nos volvemos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás ni nos interesa cuidarlos, como si todo fuera una responsabilidad ajena que no nos incumbe» (Exhort. ap. Evangelii gaudium54). No podemos ser felices hasta que estas manos que siembran la muerte se transformen en instrumentos de justicia y de paz para el mundo entero.

10. «En todas tus acciones, ten presente tu final» (Si 7,36). Esta es la expresión con la que el Sirácida concluye su reflexión. El texto se presta a una doble interpretación. La primera hace evidente que siempre debemos tener presente el fin de nuestra existencia. Acordarse de nuestro destino común puede ayudarnos a llevar una vida más atenta a quien es más pobre y no ha tenido las mismas posibilidades que nosotros. Existe también una segunda interpretación, que evidencia más bien el propósito, el objetivo hacia el que cada uno tiende. Es el fin de nuestra vida que requiere un proyecto a realizar y un camino a recorrer sin cansarse. Y bien, la finalidad de cada una de nuestras acciones no puede ser otra que el amor. Este es el objetivo hacia el que nos dirigimos y nada debe distraernos de él. Este amor es compartir, es dedicación y servicio, pero comienza con el descubrimiento de que nosotros somos los primeros amados y movidos al amor. Este fin aparece en el momento en que el niño se encuentra con la sonrisa de la madre y se siente amado por el hecho mismo de existir. Incluso una sonrisa que compartimos con el pobre es una fuente de amor y nos permite vivir en la alegría. La mano tendida, entonces, siempre puede enriquecerse con la sonrisa de quien no hace pesar su presencia y la ayuda que ofrece, sino que sólo se alegra de vivir según el estilo de los discípulos de Cristo.

En este camino de encuentro cotidiano con los pobres, nos acompaña la Madre de Dios que, de modo particular, es la Madre de los pobres. La Virgen María conoce de cerca las dificultades y sufrimientos de quienes están marginados, porque ella misma se encontró dando a luz al Hijo de Dios en un establo. Por la amenaza de Herodes, con José su esposo y el pequeño Jesús huyó a otro país, y la condición de refugiados marcó a la sagrada familia durante algunos años. Que la oración a la Madre de los pobres pueda reunir a sus hijos predilectos y a cuantos les sirven en el nombre de Cristo. Y que esta misma oración transforme la mano tendida en un abrazo de comunión y de renovada fraternidad.

Roma, en San Juan de Letrán, 13 de junio de 2020, memoria litúrgica de san Antonio de Padua.

 

Francisco

 

viernes, 13 de noviembre de 2020

Reuniones previas de presentación de las comunidades - Día 1 HACIA EL ENCUENTRO DE FAMILIA ORIONITA, VIRTUAL

ARGENTINA: COMIENZAN LAS CELEBRACIONES POR LOS 100 AÑOS DE LA LLEGADA DE DON ORIONE
El 13 de noviembre, con el encuentro online de la Familia Carismática Orionina de Argentina, inaugura oficialmente el año que se celebra el centenario de la llegada de Don Orione al país.

Celebraciones por el centenario del legado de Don Orione al país sudamericano (1921 - 2021) oficialmente en Argentina .

La apertura del evento del 13 al 20 de noviembre es el corazón de la Familia Carismática Orionina, que debido a la pandemia tendrá lugar online. Con el lema “100 años. Profetas de la caridad hacia nuevos desafíos ”, y el evento involucrará en las comunidades orioninas presentes en Argentina, pero también en las de Chile y Uruguay.

La presentación de la información de los laicos orioninos Gabriela Bermúdez, Fernanda Coronel y Juan J. Vignola seguirá el 21 de noviembre.

Finalmente, el domingo 22, desde el Santuario de Piccolo Cottolengo en Claypole, si se retransmitirá en directo la Santa Misa, presidente del Superior Provincial, P. Gustavo Aime.

Todas las citas de la Familia Charismática Orionina se retransmitirán a través de Zoom, YouTube y Facebook.


 

martes, 10 de noviembre de 2020

JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES.

El Santo Padre Francisco para la IV Jornada Mundial de los Pobres a celebrarse este domingo XXXIII del tiempo durante el año, 15 de noviembre de 2020, acompañando el lema “Tiende tu mano al pobre” (cf. Si 7,32).

"Esta Jornada tiene como objetivo, en primer lugar, estimular a los creyentes para que reaccionen ante la cultura del descarte y del derroche, haciendo suya la cultura del encuentro. Al mismo tiempo, la invitación está dirigida a todos, independientemente de su confesión religiosa, para que se dispongan a compartir con los pobres a través de cualquier acción de solidaridad, como signo concreto de fraternidad." Papa Francisco.
Dado en Roma, San Juan de Letrán, el 13 de junio de 2020, Memoria litúrgica de san Antonio de Padua.
Mensaje apto para su lectura y/o descarga disponible en → www.episcopado.org
jornada mundial de los pobre