sábado, 27 de junio de 2020

DON ORIONE NOS INSPIRA ,,, A LA COMPASIÓN





Don Orione nos inspira… a la compasión
En el discurso a los capitulares (2016), el Papa Francisco nos decía que “en ciertos lugares” nosotros, orionitas, éramos conocidos como “los curas que corren, porque siempre se los veía en movimiento, en medio de la gente, con el paso rápido de quien tiene prisa”. Ciertamente, ahora no podemos correr con las piernas (Les recomiendo #estén en casa) pero nadie tiene que engañar nuestro corazón. De hecho, recita un dicho medieval, “Ubi amor, ibi oculus” (donde hay amor, allí hay capacidad de ver). Para Don Orione, es verdad también al inverso: “Ubi oculus, ibi amor”.
Entonces, frente al continuo flujo de noticias, para no permanecer cerrados en una emotividad estéril, Don Orione nos invita a una compasión activa: “Cuidar la salud, pero trabajar siempre, con celo, con ardor por la causa de Dios, de la Iglesia, de las almas”. ¿Quién no tiene bajo los ojos la imagen de Don Orione que, con un niño en los hombros, camina entre los escombros del terremoto? ¿O no recuerda el último “Sí” pronunciado pocos instantes antes de morir para que se recibiera en el Cottolengo de Génova una persona necesitada? En la vida de Don Orione hay muchas demostraciones concretas de su compasión y es él mismo que nos invita a seguirlo en este ministerio “Revístanse por lo tanto de afectuosa compasión hacia los pobres y sobre todo de aquella caridad que es el vínculo de la perfección”.