SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


domingo, 31 de enero de 2021

EFEMERIDES MESSAGGI DON ORIONE

1940: Inicio del servicio de los orionini religiosos de los Teléfonos y más tarde de la Oficina de Correos en la Ciudad del Vaticano. Don Orione, enfermo, se recupera en Tortona.

 1945 – En Italia, se introduce el sufragio universal, dando a las mujeres el derecho a votar por primera vez..


sábado, 30 de enero de 2021

4TA PARTE, DON ORIONE LLEGA A ARGENTINA , DEL LIBRO DON ORIONE, LATINOAMERICA Y ARGENTINA.



Don Orione en Argentina

El domingo 13 de noviembre de 1921, al atardecer, Don Orione por fin desembarca en el puerto de Bs As, donde lo esperaba su amigo de la Nunciatura Mons Maurilio Silvani quien lo acompaña hasta la casa de los redentoristas,46  como leemos en el diario católico “El Pueblo”, que los días 14 y 15,  informaba:47

“El R. P. Luis Orione”

“Como hemos venido anunciando, llegó el domingo a esta capital a bordo del “Deseado”, el R. P. Orione, fundador de la “Pequeña Obra de la Divina Providencia” El distinguido viajero habíase dispuesto concurrir a la gran peregrinación a Luján que realizaban en ese día los católicos italianos, pero no pudo hacerlo por dificultades puestas por la dirección sanitaria de la vecina orilla, que demoró la salida del vapor” “En el desembarcadero fue recibido el Padre Orione, por el auditor de la Nunciatura Monseñor Maurilio Silvani, quien le acompañó hasta su alojamiento en la casa de los padres redentoristas, anexa a la iglesia de las Victorias”

“Ayer por la mañana el distinguido sacerdote visitó al Excelentísimo Señor Arzobispo y al gobernador eclesiástico Monseñor Duprat, siendo objeto de un entusiasta y cariñoso recibimiento”

“Por la tarde, el Padre Orione hizo una visita al Excelentísimo Señor Nuncio Apostólico y más tarde se trasladó al local de la Liga Argentina de Damas Católicas en momentos en que se celebraba una reunión, y allí tuvo ocasión de saludar al Asesor General de la U.P.C.A. (Unión Popular Católica Argentina), Monseñor Miguel De Andrea”

“El sábado próximo, a las nueve, el Padre Orione celebrará Misa en la capilla del Colegio del Sagrado Corazón en la calle Callao y con ese motivo dirigirá una alocución en italiano a las Hijas de María de ese Instituto”.

En esos primeros días Don Orione visita al reciente Obispo de La Plata, Mons Alberti, quien había manifestado su voluntad de ser el “protector” de Don Orione y su obra en Argentina, y de quien recibe varios ofrecimientos El 14, le escribe al P Zanocchi:

“ estoy en Buenos Aires desde ayer, luego de un viaje hermosísimo, desde Río de Janeiro hasta aquí, de cinco días de mar. Me hospedan los Redentoristas, y me quedaré aquí unos 15 días; en ese tiempo espero hacer todo, y volver a Brasil ()

Mañana voy a ver a Mons Alberti, Obispo de La Plata, y muy influyente, que ‘quiere ser el primer protector de los Hijos de la Divina Providencia en Argentina’. Él me pagó el pasaje de venida, y pasado mañana celebraré a los pies de la prodigiosa Virgen de Luján”48

Y dos días después, fue efectivamente a Luján:

“Ayer estuve en La Plata y esta mañana a los pies de Ntra. Sra. de Luján, nuestra amabilísima madre, en cuyas manos me he vuelto a poner una vez más, a mí mismo y a la causa de los huérfanos”49

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

46  NdE: Papasogli, erróneamente, dice escalabrinianos (G. Papasogli, Vida de Don Orione, Buenos Aires, Pequeña Obra de la Divina Providencia, 2006, 260)

47  Ya en su edición del día 12, “El Pueblo” anunciaba: “El sacerdote Luis Orione. Tendrá mañana la ciudad de Buenos Aires la dicha de recibir una visita que será memorable en los anales de la beneficencia cristiana. El sacerdote Luis Orione, fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, padre de los niños huérfanos y desamparados, llega mañana a la República Argentina, para conocer de cerca nuestro país, a nuestros niños pobres, a los que no tienen un protector, un maestro, un amigo que les instruya, los eduque, los haga útiles a sí mismos y a la sociedad....”.  48Carta al P. Zanocchi, del 14 de noviembre de 1921 (Scritti 59, 49).

 49 Carta del 16 de noviembre de 1921, al Dr. Caratti, vinculado al diario católico “El Pueblo” (Scritti 74, 88)

viernes, 29 de enero de 2021

3ra PARTE ... HACIA LA ARGENTINA. DEL LIBRO DON ORIONE, LATINOAMÉRICA Y ARGENTINA

 


P Sterpi: “Piense más bien en volver cuanto antes”

¿Qué pasaba en Italia, mientras Don Orione amplía su horizonte de Mar de Espanha a Río de Janeiro y a San Pablo, se apresta a viajar a Argentina, y apuntaba a otros países de Sudamérica?

El P Sterpi, en carta del 20 de octubre 1921 le manifiesta hondas preocupaciones:

“Leo en sus cartas el deseo que tiene de abrir más casas allí en Río de Janeiro y, más aún, que quiere llegar hasta Buenos Aires Por ahora ni lo piense porque no tenemos personal suficiente”.

Y el 9 de noviembre (Don Orione está ya navegando hacia Argentina pero el P Sterpi todavía no lo sabe), vuelve a escribirle:

“Me asusta el compromiso contraído con el Arzobispo de San Pablo y más me asustan los otros compromisos que quizás ya asumió usted para cuando le llegue esta carta mía me asusta también esa frase suya: no tengo ningún apuro en volver a Italia”.42

Doce días después, respondiendo a una carta en la que Don Orione pide más personal, el P Sterpi escribe con cierta crudeza:

“Rece por nosotros y piense más bien en volver cuanto antes. Recuerde que si aquí las cosas no marchan bien, será malo también para América Y no me venga con que ‘la caridad de Cristo nos une, que alcanza con que estemos juntos en el cielo’, etc., etc.; todas cosas verdaderas y santas, pero un poco fuera de lugar Y olvídese de Argentina, o si no, me voy yo también para allá”43

Pero desde Argentina Mons Silvani, insistía:

“Aquí hay para elegir. Mons. Francisco Alberti, Obispo electo de La Plata, le paga el pasaje y se encarga de conseguirle una buena residencia lo más cercana posible a la capital argentina; se habla de ofrecerle un orfanato en Mar del Plata, una colonia agrícola en Pergamino Pero venga, venga pronto, en noviembre, que en Argentina es el mes de la Virgen y de las flores. Aquí no hay nada para los pobres, para los deshechos de la sociedad No hay nada para los niños abandonados, para los desamparados”

Le hablaba también de la peregrinación italiana a Luján, para la que Silvani había propuesto a Don Orione como orador Por eso ahora le transmitía el pedido de que realizara esa predicación ante varios miles de compatriotas Y Don Orione aceptó:

“ me dices que esté allí el 13, y voy a estar en Buenos Aires para el 13, en la Peregrinación italiana al Santuario de Luján. Tú dalo por hecho que voy a estar presente, porque pongo esta carta en el buzón, y voy a las agencias de viaje a sacar el pasaje

Quizás llegue el día antes, pero voy a hacer de todo para estar allí, y empezar a los pies de la Virgen la Misión de los Hijos de la Divina Providencia en Argentina”44

El 8 de noviembre se embarcó en la nave inglesa “Deseado”, y el 11 le escribía al seminarista italiano Piccinini:

“Desde el océano, a bordo de un vapor inglés ¡Ahí aparece Montevideo! Suspendo, porque recibí esta noche un telegrama de Monseñor Maurilio Silvani, de la Nunciatura de Buenos Aires, que me dice que baje en Montevideo y siga a bordo de un vapor local que llegará más rápido a Buenos Aires, para estar a tiempo pasado mañana en la gran peregrinación de decenas de miles de italianos que van al más célebre santuario de la Virgen en Argentina Les predicaré a los peregrinos Pero mi pasaporte no es para Uruguay, sino para Argentina Así que dejo aquí la carta para hacer los trámites ante el comisario de a bordo, espero que me salga bien”45

Pero la sugerencia de Monseñor Silvani no funcionó: como el propio Don Orione decía, el pasaporte era para Argentina, no para Uruguay; por eso no logró desembarcar definitivamente del “Deseado” para tomar —probablemente— el “vapor de la carrera” que salía de ambas orillas al anochecer y llegaba a la otra orilla (Bs As, en este caso) a la mañana temprano, lo que le hubiera permitido efectivamente acompañar la peregrinación italiana a Luján Así que aprovechó los casi dos días que el “Deseado” estuvo detenido en el puerto de Montevideo, para visitar al Arzobispo, Mons. Juan Francisco Aragone y otros eclesiásticos quienes le ofrecieron instituciones para obreros y huérfanos

42   9 de noviembre de 1921 (Scritti.St. 4, 211)

  43 21 de noviembre de 1921 (Scritti.St. 4, 211)

 44 Carta a Mons. Silvani, del 5 de noviembre de 1921, desde Río de Janeiro (Scritti 48, 262) . En carta a Cribellati, del 6 de noviembre le decía al respecto: “El 13 del corriente haré un discurso en el célebre Santuario de la Virgen de Luján cerca de Buenos Aires, en una peregrinación de varios miles de italianos – El que lo hace todo es Mons. Maurilio que está como auditor de la Nunciatura en Argentina”

(Scritti 28, 125) Y el 8 de noviembre le escribe al P. Casa: “No me embarqué, lo haré hoy a las 2, ya que el barco se retrasó Pero igual llegaré a tiempo para predicar a los varios miles de italianos que el 13 va a una gran peregrinación al Santuario de Luján, el más célebre santuario de Argentina Así empezaré con la Santísima Virgen y estoy muy contento” (Scritti 29, 130).

  45 Carta a Piccinini, del 12 de noviembre, a bordo del “Deseado” (Scritti 26, 161)

jueves, 28 de enero de 2021

2da PARTE EN CAMINO... DE BRASIL A ARGENTINA ...DEL LIBRO DON ORIONE ,LATINOAMERICA Y ARGENTINA

 

De Brasil a Argentina

Don Orione oyó hablar de un lejano país llamado Argentina, durante sus tres años salesianos (1886-1888), que coinciden con los años de las misiones salesianas en la Patagonia, comenzadas en 1875 Por eso eran tema de conversación y de entusiasmos misioneros en las prédicas y “buenas noches” del propio Don Bosco y de sus inmediatos colaboradores 37  De ahí la metáfora usada por el Papa San Pío X, al encomendarle a Don Orione la atención pastoral de la “Patagonia romana”, “fuori porta San Giovanni”, es decir apenas fuera de las murallas que rodean la Roma antigua y medieval

Don Orione: “Si pudiera hacer pie en Buenos Aires, en la desembocadura y en el corazón de Argentina”

El 22 de septiembre de 1921, a un mes de llegado a Brasil y respondiendo a una carta llegada desde la nunciatura de Buenos Aires, le escribe al auditor, Mons Maurilio Silvani, viejo conocido suyo de Italia:

“En cuanto a ir a Argentina, ¡claro que sí! Claro que iría con mucho gusto, ya que me encuentro en Latinoamérica; y yo ya te lo insinuaba en mi carta desde el buque, que le entregué al P De Marchi”38 Y me haría feliz poder contarle a los nuestros y al Santo Padre que ha sido Mons. Maurilio el que nos ha abierto las puertas de Argentina ()

Si en Argentina se pudiera hacer pie en Buenos Aires, es decir en la desembocadura y en el corazón mismo de esa Nación, me gustaría mucho; y eso respondería también a mi táctica en el Señor: es decir, plantarnos en las desembocaduras y en los centros, como también hicimos en Roma con la Iglesia de Santa Ana; luego, poco a poco nos iremos abriendo camino, con la ayuda de la Santísima Virgen”

Y casi un mes después, y sin haber pisado todavía suelo argentino, manifestará así sus planes, sus aspiraciones, sus proyectos para Latinoamérica:

“Será necesario que la Congregación haga los máximos esfuerzos, y se implante bien, aquí en Brasil y en Argentina; yo no pienso moverme de aquí, si antes no echo al menos los cimientos, () y las columnas principales que la Divina Providencia quiere que se levanten en estas tierras, para salvación de esta pobre juventud, y para el bien de la Iglesia”. 39

¿Quiere esto decir que todo lo tenía “fríamente” calculado? No del todo, más bien pareciera que se fue encontrando con circunstancias “providenciales” que le iban como mostrando el camino a seguir: sabía adonde quería llegar, pero no tenía claro pasando por donde En una notable carta a Mons. Grassi notable por el humor que despliega 40, aludiendo a sus problemas de salud dice:

“soy un campesino de huesos duros; todavía me están curando la espalda, y ya me estoy preparando para abrir la casa de San Pablo, y después, Dios mediante, vuelvo a Argentina; más o menos para cuando su Excelencia reciba ésta mía, estaré en el mar: en cuatro o cinco días de navegación estaré allá

Estos son pasos que los míos de Italia no entienden, y otros de allá junto con ellos tampoco los entienden, yo mismo entiendo poco lo que estoy haciendo y lo que me va sucediendo aquí

Trato de rezar, y rezo más con el deseo y el afecto del corazón, que como se suele rezar Y después, cada tanto, levanto mis ojos al Señor o alguna imagen de la Santísima Virgen, y trato de hacer actos de desconfianza en mí y de confianza en el Señor.

Veo muy bien y siento toda mi debilidad y la de la Pequeña Congregación, pero si nos abandonamos en Dios y lo buscamos a Él, siento que no nos dejará tirados, sino que nos recogerá en su corazón, cuando vea que nosotros por amarlo y servirlo a Él ya no damos más” 41

  37Cf. Piccola Opera della Divina Provvidenza, Don Luigi Orione e la Piccola Opera della Divina Provvidenza. Documenti e Testimonianze (a cargo del P. Juan Venturelli), tomo I (1872-1893), Roma, 1958, 295-296: “Desde los más recónditos repliegues de la memoria todavía se me recortan los perfiles de los misioneros... que cuando yo estaba en Turín, con Don Bosco, venían allá” (Scritti 75, 288)

38 El P De Marchi era un religioso servita que viajaba en el mismo buque con Don Orione y siguió luego hacia Argentina A él le había dado Don Orione la carta dirigida a su antiguo alumno y amigo, que menciona en ésta Carta a Mons. Silvani, del 22 de setiembre de 1921 (Scritti 48, 255256)

39Desde Mar de Espanha, 22 de octubre de 1921 (Scritti 26, 38)

  40Respecto al tema del humor como característica del espíritu de Don Orione cf el 2do apéndice.

 

martes, 26 de enero de 2021

1RA PARTE EN CAMINO HACIA EL CENTENARIO , DEL LIBRO DON ORIONE LATINOAMÉRICA Y ARGENTINA EL SUEÑO DE SER MISIONERO, DE ENZO GIUSTOZZI

 




El primer viaje: 

Don Orione “descubre” el mundo latinoamericano (1921-1922)  (18)

1) El sueño de ser misionero, surcar los mares

Hacía tiempo que Don Orione quería visitar a los primeros misioneros que había enviado a fines de 1913, y que a partir de los primeros días de enero de 1914 19 trabajaban en Brasil. La primera guerra mundial (1915-1918) se lo había impedido, y había hecho difícil hasta la correspondencia epistolar. En 1918 una seria enfermedad volvió a frustrar sus intenciones de cruzar el océano

-           Sabes, Sterpi, que desde que estaba con Don Bosco, en Turín, siempre soñé con ser misionero, surcar los mares, evangelizar pueblos, atravesar ríos y selvas; y ahora un ángel “negro” el Obispo de Mariana, en el interior de ese inmenso país, Brasil, me llama a salvar almas desde su lejana tierra

-           ¡Eh, Padre!... de chicos todos soñamos con aventuras misioneras, pero ahora ya somos grandecitos y hay que ser prudentes y no querer dar el paso más largo que nuestras piernas... —replicó el P. Sterpi—.

El P Sterpi, mano derecha del Fundador, que corría detrás de Don Orione recogiendo y ordenando lo que la creatividad del Fundador desparramaba a manos llenas (a veces le parecía hasta medio desordenado e improvisador), sacudía la cabeza con cierto temor, porque ya preveía iniciativas impensadas, nuevas obras, más personal Y todo eso recaería sobre él. Se animó a agregar, con cierta osada timidez, casi en punta de pie, como era su estilo:

-           Pero usted sabe, Padre, que, en estos años, las cosas no han andado demasiado bien allá en Brasil. El Sr. Julio, quien se fue de la misión a los pocos meses de llegar, en 1914, el pobre Carlos Germanò, que con votos y todo, también terminó yéndose a lo de su hermano, y parece que ya se casó... En fin, me parece bien que usted vaya, lleve al P. Mario Ghiglione y al P. Camilo Secco como refuerzos, pero…

-           ¡Ah, Sterpi, Sterpi! ¿qué haría yo sin ti, sin tu prudencia, siempre alerta para dar un toquecito de freno cuando yo aprieto mucho el acelerador? Si Dios me dijese ‘te quiero dar un continuador que sea según tu corazón’, yo le contestaría: No hace falta, Señor, ya me lo diste en el P. Sterpi…”.

En 1921, al fin, Don Orione está listo para viajar hacia Brasil El día antes de la partida, el 3 de agosto, le escribía a todos los suyos:

“Hace sólo algunas horas que celebré la última Santa Misa a los pies de Ntra. Sra. de la Divina Providencia, en la Casa de Tortona, y ahora salgo hacia Brasil, adonde tenía pensado ir hace ya algunos años, para encontrarme con los Hijos de la Divina Providencia que la mano del Señor ha trasplantado allá.

Pero no puedo dejarlos, amados míos en Jesucristo, sin dirigirles una vez más una palabra de afecto paternal, sin mandarles un último saludo, una bendición muy especial

¡Sólo la caridad de Jesucristo salvará al mundo! ¡Debemos llenar con caridad los surcos de odio y egoísmo que dividen a los hombres!”

 El día siguiente, 4 de agosto, Don Orione se embarca en el buque “Principe di Udine”, llevando consigo a los sacerdotes Mario Ghiglione y Camilo Secco,  lo que hace pensar que además de reforzar la débil y problemática presencia de la congregación en Mar de Espanha, abrigaba proyectos de apertura y crecimiento

Ese día, como de costumbre, el puerto de Génova bullía de grandes transatlánticos, con sus altas chimeneas empenachadas de espeso humo negro; y se oían los roncos sonidos de las sirenas a medida que los barcos iban dejando el puerto arrastrados por minúsculos remolcadores hasta que, ya en mar abierto, se perdían en la lejanía hacia remotos destinos

Así también el barco “Principe di Udine”, salió de puerto y puso proa a Brasil, con sus tres misioneros a bordo 

 Don Orione en Brasil

El viaje fue más o menos tranquilo, con algo de mar picado en el Golfo de León, y 17 días después, el 20 de agosto, desembarcaban en Río de Janeiro.

El 19 de tarde llegaron a la vista de la ciudad, enmarcada en un espléndido escenario natural que dejaba boquiabiertos a los que lo contemplaban por primera vez

¡Miren qué belleza! —exclamó Don Orione, apoyado en la popa, junto a sus dos acompañantes— ¡Es un encanto! ¡De día, y más aún de noche cuando toda la ciudad está iluminada! ¡Es inmenso! 23

Y así, hasta bien entrada la noche, los tres se quedaron gozando del magnífico espectáculo, en muda contemplación, oración sin palabras, de alabanza al Creador de tanta belleza

A media mañana del sábado 20, desembarcaron En tierra los esperaban el sobrino Eduino Orione y el P De Paoli El domingo 21, Don Orione celebró la primera Misa en tierras latinoamericanas, en un orfanato de las Hermanas de la Madre Michel 24

Permaneció unos días en Río de Janeiro, allí visitó al Nuncio Papal, al Cardenal Alburquerque, y otras personalidades, en tratativas referidas a una institución que albergaba a 260 menores —la “Casa de Preservação” (un reformatorio)— y en la que se interesaban casi todas las autoridades mencionadas

Por fin, el 26 de agosto, viajan a Mar de Espanha, una población de unos 2500 habitantes, a la que llegan en dos días de viaje en tren

En carta a Mons. Cribellati, Obispo surgido de la Congregación, Don Orione describe así el pueblo y la región:

“Mar de Espanha es una pequeña ciudad de poco más de 2000 almas en el centro; es una bellísima pequeña ciudad, con una iglesia parroquial que desde el centro elevado domina todas las casas. También la iglesia es muy hermosa () La población está esparcida en pequeños pueblos, y la parroquia totalizará unos 10 ó 12000 habitantes () los pueblitos distan de nuestra parroquia de 12 a 16 kilómetros, que recorremos a caballo, binamos 25  los domingos, y cada pueblito tiene su capillita; tenemos 7 u 8 caballos que nos sirven para llevar los sacramentos e ir a los pueblitos 26

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

  18           Del 4 al 20 de agosto de 1921, ida a Brasil; del 18 de junio al 4 de julio de 1922, regreso a Italia.

19            El P Genesio Poli, en su libro Don Orione e o Brasil (São Paulo, 1990), cuenta en la pág. 10: “... los primeros misioneros... eran: el P. Carlos Dondero que era director en San Remo, el Hno. Carlos Germanó y el Sr. Julio, despensero en el Instituto de San Remo, sin compromisos religiosos”. Agrega que este último, luego de unos meses en la misión se fue y nunca más se supo de él. A mediados de 1914, Don Orione envía al P. De Paoli como refuerzo y asistente de las Hermanas de la Madre Michel. Del Hno. Germanó, religioso con votos que también se fue; hay una carta de Don Orione a la Madre Michel, de junio de 1914 donde lo describe como un huérfano del terremoto, con votos religiosos, y le pide encarecidamente que trate de ir a Mar de Espanha: “Vea si puede hablar con el más joven de los tres: Carlos Germanò. Era un hijo mío querido, un huérfano calabrés que ahora tiene 22 años, Religioso nuestro y ya con los santos votos De las cartas de Dondero todavía no me queda claro que ya no esté allí. Pero si ya no estuviera, búsquemelo usted (apenas pueda) – y muéstrele esta carta mía y entréguele lo que le doy a usted expresamente para él” (3 de junio de 1914. Scritti 103, 21) El 14 de setiembre del mismo año le escribe al P. Carlos Dondero: “Me entero con gran dolor que Carlos ya no está con Uds. y le escribo que vuelva con Uds Y agrego la presente como carta de presentación ante Uds y de aceptación de parte mía y de parte de ustedes () (Scritti 103, 132) El 17 del mismo mes (Scritti 103, 133; cf G Poli, Os filhos de Don Orione no Brasil, 1985) le escribe al propio Germanò: “Recibí tu carta del 24 de agosto, ¡que me dio un profundo dolor! ¡No puedo expresar el disgusto que siento en el corazón! Había recibido tu primera carta, (...) Mi que rido Hijo, ¿por qué me quieres dar este dolor? Mi queridísimo Carlos, no abandones a Don Orione, que te ha querido y te quiere más que un padre” El joven se fue a lo de un hermano suyo que estaba en Brasil, luego se casó. Quizás hubiera aceptado volver a Italia, como le proponía Don Orione en varias cartas, hasta 1919; pero ya había empezado la guerra de 1914-1918.

  NdE: el diálogo referido es una recreación literaria realizada por el autor

  Carta circular desde Génova, dirigida “a los queridos Hijos de la Divina Providencia, sacerdotes, seminaristas, ermitaños, postulantes; a las Hermanas Misioneras de la Caridad; a mis bienhechores y bienhechoras; a los queridos huérfanos, a los ancianos internados, a los ciegos y a todos los jóvenes que se educan en las casas e institutos de la Providencia del Señor” (Scritti 62, 12)  Quien pasará años después a Argentina, donde falleció, el 10 de enero de 1958, y está enterrado en el cementerio del Cottolengo de Claypole

 

23 Cf. Carta al P. Sterpi del 18 de agosto, en navegación hacia Río de Janeiro (Scritti 14, 82 ss)

 24 Puede decirse que la Madre Michel (que ya había viajado a Brasil por primera vez en 1901) fue decisiva en la apertura de Don Orione a Brasil: “Y usted, Reverendísimo Padre, ¿cuándo vendrá a América?” (carta de 1904). Luego será Don Orione quien invite a la Madre Michel y sus religiosas a Argentina, hacia 1927.

25   NdE: La palabra “binar” indica que se celebra en el día una segunda Misa o más, por las necesidades del Pueblo de Dios

 26 Carta desde Mar de Espanha, del 28 de septiembre de 1921 (Scritti 28, 113)

 


sábado, 23 de enero de 2021

PARTE V , LA PROVIDENCIA ES MAS GRACIA DE DIOS QUE ACTIVIDAD NUESTRA



La Providencia es más gracia de Dios que actividad nuestra ...

Como orionitas, debemos cultivar una conciencia de servidores, de limpiadores, de zapateros, de trapos, de hijos de la Divina Providencia, actitud espiritual que no excluye nada de los talentos, del progreso, de los emprendimientos, más aún, los potencia al máximo.

 Es la gracia, es decir, la relación filial con Dios Padre, obrada por el Espiritu Santo, que nos asemeja a Jesús, que “convertirá los afectos naturales en afectos sobrenaturales y espirituales”[26] y que amalgama en Dios las personas y las actividades de las que nos ocupamos.

            Ser Hijos de la Divina Providencia comporta el meterse en las manos de Dios como instrumentos de su Divina Providencia. “Somos trapos en las manos del Señor, de la Divina Providencia ... somos trapos en las manos de la Iglesia, somos únicamente a su servicio, con devoción plena y permanente ... Se los dije tantas veces que somos trapos de Dios y de la Virgen, y la gracia y la fortuna son todas nuestras,  si Ellos se sirven de nuestras miserias para hacer alguna cosa buena en la Santa Iglesia”[27].

Nuestra colaboración personal y también institucional, nuestra “pequeña obra” de la Divina Providencia por medio de las obras de caridad, no consiste en una acción humanamente “poderosa”, casi sustituyendo aquella de Dios. Nuestra vida y los signos de la “providencia” (las obras de caridad) sirven para “extender siempre las manos y el corazón para recoger peligrosas debilidades y miserias y ponerlas sobre el altar, porque en Dios se conviertan en la fuerza de Dios y su grandeza”[28]. Sólo con esta acción de consagración a Dios, las obras de caridad evangelizan con la Divina Providencia y “abren los ojos de la fe y mueven los corazones hacia Dios”[29].

7.    ... entonces, llenos de Dios y no llenos de sí mismos.

Don Orione, formando a los hijos de la Divina Providencia (religiosos, hermanas y laicos) tenia un punto de partida y de llegada inprescindibiles: la humildad. Insistía sobre este punto, juzgaba y también descartaba. Cuando decía o escribía de uno: “está lleno de sí mismo”, equivalía a juzgarlo no ser idóneo para entrar entre los “pobres hijos de la Divina Providencia”.

Sin humildad no hay confianza en la Divina Providencia. Sin humildad y confianza en la Divina Providencia no hay Hijos de la Divina Providencia, en cambio, protagonistas autocéntricos, eufóricos o...depresivos.

Entre los numerosos textos de Don Orione sobre el tema, transmito un pasaje de la carta dirigida al Padre Cayetano Piccinini, un pionero y de gran coraje: “San Cayetano, ves, porque fue humilde , fue también confiado en la Providencia de Dios, y por esto tuvo  coraje para la caridad, porque su coraje tenía un buen fundamento, el fundamento de la humildad. Ah, vale más un grado de humildad que cien de fervor; la humildad es la más valiosa de todas las virtudes, porque es fundamento y base de todas las otras”[30].

Queridos cohermanos, en nuestro camino de cuidado y formación continua, la parte más importante consiste  en librarnos del “yo, cargado de sí mismo” y de vanidades (“basura”[31] para San Pablo) para ser idóneos, capaces de ser un yo repleto de Dios, hijos de la Divina Providencia. Por otra parte fue ésta la simple y esencial pedagogía de Jesús y “Felices aquellos a quienes la palabra divina: ‘quien me quiere seguir, reniéguese a sí mismo’,  ha traspasado los huesos y hasta la médula”[32].

El yo repleto de sí mismo, de las propias cosas, de las propias ideas y actividades, resulta un obstáculo imposible también para Jesús en su relación con los fariseos, con el joven rico, con los invitados al banquete[33]. Por eso Don Orione, retomando la palabra del Evangelio, exhortaba justamente: “Vigilen sobre ustedes mismos y oren[34], y no suceda en los corazones de ustedes el hecho de  que permanezcan deprimidos por la atmósfera baja y por las preocupaciones de la vida presente[35] y serán los hijos de la Providencia!”[36].

Se trata, en otras palabras, como dice la Línea 4 del CG 13, de “redescubir la fuente de la revelación del amor de Dios, las razones fundamentales de la propia vocación y del propio apostolado”. A las Fuentes está dedicado el primer núcleo de decisiones de nuestro último Capitulo General, “para garantizar mejor la alimentación ordinaria, personal y comunitaria de la primera e insustituible fuente de la caridad: la vida de Dios” (n°1) También el cuaderno de la formación permanente del 2011 fue preparado con la intención de ayudar a ir con gusto a las fuentes de la vida de Dios.

Queridos hermanos, Hijos de la Divina Providencia, “nomen est omen”, en nuestro  nombre está indicada nuestra vocación, la identidad y el estilo. Imitemos a Don Orione en el trato más íntimo de su personalidad:  la confianza en la Divina Providencia.

 Oh Divina Providencia, oh Divina Providencia!

Nada es más amable y adorable que Tú, que alimentas maternalmente el pájaro del cielo y las flores del campo: los ricos y los pobres! Tú abres los caminos de Dios y cumples los grandes designios de Dios en el mundo!

En Tí está toda nuestra confianza, oh Santa Providencia del Señor, porque Tú nos amas más que  nos amamos a nosotros mismos.

No, con tu ayuda divina, no quiero indagarte más.

No, no quiero atarte más las manos.

No, no quiero deformarte más, sólo quiero abandonarme totalmente en tus brazos, sereno y tranquilo.

Haz que te asuma como eres, con la sencillez del niño, con aquella fe inmensa que no ve límites! ‘Fe, fe, pero de aquella’, de aquella del Beato Cottolengo, que encontraba luz por todos lados, veia a Dios en todos y por todos lados!

Divina Providencia! Divina Providencia!

Dame a mí, tu pobre servidor y reparador de zapatos, y a las almas que rezan y trabajan en silencio y sacrificando la vida junto a los pobres, aquella amplitud de corazón, de caridad que no mide el bien con el metro, ni con cálculos humanos, la caridad que es suave y dulce, que se hace todo a todos

Oh santa Divina Providencia!, ispiradora y madre de aquella caridad que es la bandera de Cristo y de sus discípulos; anima Tú, consuela y recompensa mucho en la tierra y en el cielo a cuántos, en el nombre de Dios, hacen de padre, de madre, de hermanos, de hermanas para los infelices[37].

[26] Scritti 26, 145.

[27] Sui passi di Don Orione, p. 48.

[28] Nel nome della Divina Provvidenza, p.82.

[29] Scritti 4, 280.

[30] Lettera del 7 agosto 1922, Scritti 115, 12.

[31] San Pablo se havia “gloriado” de valores y también de justos títulos de satisfacción, “pero aquello que podía ser para mí una ganancia, lo consideré una pérdida a causa de Cristo … por el cual dejé perder todas estas cosas y las considero como basura, con tal de ganar a Cristo” (Fil 3, 7-8 ss). Basura no son sólo las cosas malas, sino también las cosas que no sirven y dejan poco espacio para “ganar a Cristo”..

[32] Scritti 50, 181.

[33] El Card. Jorge Bergoglio, retomando a De Lubac, la llama ‘mundanidad espiritual’ y la considera “el peligro más grandes para los hombres de Iglesia. La mundanidad espiritual es meter al centro a sí mismos. Es lo que Jesús ve concretado en los fariseos”; entrevista en 30Giorni, nov. 2007, p.21.

[34] Hace referencia a  Mc 14, 38.

[35] Hace referencia a Lc 21, 34.36.

[36] Carta publicada en L’Opera della Divina Provvidenza del 26.11.1899 y vuelta a publicar, con retoques, el 28.11.1906. Don Gino Bressan hizo de ella un buen comentario en “Messaggi di Don Orione”, n.3, 1970.

[37] Nel nome della Divina Provvidenza,  passim,  p.71-72.

viernes, 22 de enero de 2021

PARTE IV DAR TESTIMONIO DE LA DIVINA PROVIDENCIA

    



Dar testimonio de la Divina Providencia en tiempos de secularismo.

“La Divina Providencia parece escondida al hombre, porque el hombre la ve y muchas veces no la ama, la toca y muchas veces no lo cree; ella lo viste mejor que a los lirios del campo y le da de comer, y él cree estar desnudo y con hambre. Ella gobierna el mundo con leyes armónicas y eternas, se esconde y no se hace ver a los que les falta la fe, no obstante sea rico de medios materiales, de inteligencia y de mucha cultura”.[16]

En las páginas de Don Orione hay numerosos ecos de la desorientación de las masas populares confundidas por ideologías y costumbres que llevan a la “apostasía de la fe”.

El concepto y la actitud de confianza en la Divina Providencia estaba y está aún hoy en crisis. El secularismo invade. Constituye la más globalizada amenaza de la fe cristiana. Al inicio del siglo pasado, Robert Hugh Benson, en su romance Lord of the world (el patrón del mundo) había previsto la disminución de la fe cristiana, no por causa de una cruenta persecución pública, sino a través del humanismo secularista.  Para usar las palabras de Benson, la caridad sería sustituída por la filantropía, la fe sería colocada fuera de la cultura, la esperanza, en la satisfacción.

Sin entrar en el análisis de las raíces y de los factores psicológicos, culturales y sociales que alimentan el secularismo, podemos constatar simplemente que hoy el concepto de Divina Providencia está en crisis y, con ello está en crisis el mensaje salvífico cristiano y, en consecuencia, el rol sacramental de la Iglesia.

El actual contexto secularizado estimula, más que desanimar, a quien es hijo de la Divina Providencia: “Nos sentimos, en Cristo, hijos del Padre celestial y nos abandonamos con fe a su amorosa Providencia; hijo de la Divina Providencia, de hecho, quiere decir hijo de la fe”[17]. Un carisma sirve propiamente cuando aquél valor evangélico está en crisis. Como sirve un reconstituyente, sobre todo cuando el cuerpo está débil. 

Aún en nuestros ambientes cristianos es más fácil hablar de la trascendencia de Dios; y se tiene miedo y casi pudor para indicar la providencia de Dios que ocurre en los hechos y en las personas[18]. Más aún, con dudosa insistencia, se afirma que la religión debe ser “en espiritu y en verdad”. Casi se renuncia a reconocer e interpretar los signos de la presencia de Dios y su importancia en la existencia cotidiana y en la historia[19]. Para Don Orione, a su vez, la confianza en la Divina Providencia fue el centro dinámico de su (nuestra) experiencia personal de Dios, fue el motivo inspirador de su apostolado y de su Fundación. “Sí, Obra de la Divina Providencia: proclamar contra el materialismo histórico “Que tu Providencia todo lo gobierna”. La Providencia Divina es la continua creación de las cosas”[20]. Hoy, tal vez, se deberia decir: “Sí, Pequeña Obra de la Divina Providencia: proclamar en el desierto del sin sentido que Dios ama el mundo”,  “Oh Padre, cuida de nosotros”[21].

Benedicto XVI, en la Carta Apostólica Ubicumque et sempre (21.9.2010)[22], después de haber elencado las actuales desoladoras consecuencias de la vida vivida “como si Dios no existiese” (“etsi Deus non daretur”), afirma que “para proclamar de modo fecundo la Palabra del Evangelio, se pide antes que nada que se haga una profunda experiencia de Dios”. De hecho, como ya había dicho, “Dios no se puede hacer conocer sólo con las palabras. No se conoce una persona, si se sabe de esta persona sólo por otros[23].

Anunciar a Dios es introducirse en la relación con Dios. Sólo en la experiencia de la vida con Dios aparece también la evidencia de su existencia”.

En estas palabras encontramos la sólida voluntad de Don Orione: “vivir y hacer experimentar la Providencia de Dios” y adquiere para nosotros, orionitas, nueva actualidad como la más eficaz respuesta al secularismo en el movimiento de la nueva evangelización.

“Para Don Orione – observó en un discurso suyo Juan Pablo II – el celo sacerdotal se conjugaba con el abandono en la Providencia divina, así, el secreto de su existencia y de su múltiple actividad descansaba en una iluminada confianza en el Señor, porque “el último en vencer es El, Cristo, y Cristo vence en la caridad y en la misericordia” (Carta II, 338). En sus institutos, revive el genio de la caridad de Don Orione que se traduce , como peculiar carisma, en la confianza en la Divina Providencia. Los hombres de nuestro tiempo, sedientos de verdad y de amor, tienen necesidad de encontrar testigos”[24].

Esta es la palabra clave: “testigos” , “hijos” de la Divina Providencia.

“La fe no es sólo la divina virtud fundamental y teologal, sino que es también, para nosotros, religiosos – y, además Hijos de la Divina Providencia – la base de todo el edificio religioso. Hijo de la Divina Providencia, quiere decir  hijo de la fe”[25].

[16] Lettere scelte, p.20-21.

[17]Art. 9 de las Constituciones. Igual concepto es repropuesto por el art. 69: “Jamás seremos Hijos de la Divina Providencia sin una vida toda de fe y de confianza en Dios”. Cfr mi conferencia al Forum de los jóvenes de Río de Janeiro en el  2006: Figli della Divina Provvidenza in un mondo che non sogna più, “Messaggi di Don Orione”, n. 121,  anno 38, 2006, p.65-76.

[18] Eclaro que no se responde al secolarismo con formas mágicas e infantiles de concebir la providencia de Dios, diversa pero igualmente antropocéntricas y seculares.

[19] "Al atardecer, ustedes dicen: 'Va a hacer buen tiempo, porque el cielo está rojo como el fuego'.

Y de madrugada, dicen: 'Hoy habrá tormenta, porque el cielo está rojo oscuro'. ¡De manera que saben interpretar el aspecto del cielo, pero no los signos de los tiempos!”; Mt 16, 2-4. El tema del discernimiento de los signos de los tiempos (y de los lugares) está hoy muy presente en la reflexión eclesial. Evidentemente no es sólo una acción intelectural, sino relazional. Benedicto XVI ha observado que “en la así llamada visión moderna del mundo el dogma fundamental es que Dios no puede, en efecto, actuar en la historia, y por lo tanto, todo lo que se refiere a Dios debe ser colocado en el ámbito subjetivo”. Pero con este prejuicio subjetivo, “la Biblia no habla más de Dios, del Dios viviente, sino que hablamos solo nosotros mismos y decidimos qué cosa puede hacer Dios y qué cosa queremos y debemos hacer nosotros” Gesù di Nazaret, Rizzoli, Milano 2007, p.58.

[20] Scritti 68, 418.

[21] Nuestra Congregación promovió el Encuentro Internacional dedicado a la Divina Providencia, con el título: “O Pai cuida de nós”, en San Pablo, en 1999. Participaron representantes de  22 Congregaciones religiosas.

[22] Con esta carta, Benedicto XVI constituyó el Pontificio Consiglio para la promoción de la Nueva Evangelización.

[23] Catequesis de J. Ratzinger en el Encuentro de catequistas y profesores de religión, Roma, 10.12.2000.

[24] Sui passi di Don Orione, p.33.

[25] Lettere II, 453-454.


jueves, 21 de enero de 2021

EMBELLECER LA IGLESIA PARTE III

  Embellecer la Iglesia.

Confirmando esta específica dinámica carismática, me vienen a la mente las palabras escuchadas al obispo griego-católico de Oradea, Vasile Hossu, después de la caída del régimen comunista en Rumania. Tienen el valor de una parábola carismática. “Un día, viajando en auto con Don Lazzarin – nos contaba el Obispo - , nos detuvo la policía, quien nos trató mal,  y al saber que yo era el Obispo, el desprecio fue mayor. Don Lazzarin , después de algunos intentos de mejorar la relación con el policía hostil, dijo que tenía necesidad urgente de llegar a Oradea, donde los esperaban los cohermanos y los chicos del oratorio. “¿Oratorio? ¿Van a lo de Don Luis, el cura del oratorio?” – preguntó el policía. ‘Si, somos sus cofrades’. El policia cambió el tono con nosotros y se puso a hablarnos con benevolencia del oratorio, de los chicos.  Miren? – concluyó Mons. Hossu dirigiéndose a mí – la obra que ustedes hicieron en el oratorio, para los chicos y para los pobres está volviendo amada y estimada toda la Iglesia de Oradea”.

Hechos como éstos revelan el dinamismo específico del carisma orionita en la vida ordinaria: volver  la Iglesia amada y estimada con el fin de que pueda cumplir con su misión providencial de unir a Cristo.

 Otro insigne pastor de la Iglesia, el cardenal Paulo Evaristo Arns, arzobispo de San Pablo del Brasil, hace años indicó nuestro Pequeño Cottolengo como destinatario de las ofrendas “de la Campaña de la Fraternidad” organizada por la Conferencia Episcopal. Definió aquella gran obra de caridad como “la abre puerta de la Iglesia católica en la ciudad” porque ella creaba simpatía y acercaba el pueblo a la Iglesia y sus Pastores.

Igual aprecio lo escuché en el mes de marzo pasado a Mons. Anselmo Pecorari, Nuncio Apostólico en Uruguay. Animando el camino del Pequeño Cottolengo orionita de Montevideo, me dijo: “El Pequeño Cottolengo es conocido y apreciado en todo el Uruguay. Eso constituye una buena carta de crédito de la Iglesia católica en una sociedad muy laica”.[14]

Todo esto responde a las intenciones de Don Orione: “Hijos de la Divina Providencia, nosotros debemos palpitar y hacer palpitar miles y miles de corazones alrededor del corazón del Papa: debemos llevar especialmente a él los pequeños y los humildes trabajadores, tan perseguidos; llevar al Papa los pobres, los afligidos, los rechazados, que son los más queridos de Cristo y los verdaderos tesoros de la Iglesia de Jesucristo”.[15]

El artículo 118 de las Constituciones señala bien esta dinámica apostólica. Después de haber insistido en la Providencia de Dios, en la centralidad de la caridad de Cristo, en la preocupación de formar los pequeños, los humildes, el pueblo en Cristo, propone de nuevo la expresión querida por Don Orione: “llevemos sus corazones al Romano Pontifice, eje de la obra de la Divina Providencia en el mundo”.

El CG 13 actualiza estas indicaciones pidiendo “obrar como instrumentos de la Providencia de Dios para los pobres y presentándose al pueblo como signo concreto de la maternidad de la Iglesia” (n.13) y de “vivir la comunión con la Iglesia de la que proviene y a la que se dirige nuestra caridad apostolica (n.9)”

martes, 19 de enero de 2021

PARTE II , LA OBRA DE LA DIVINA PROVIDENCIA Y LA CONCENTRACION ECLESIAL

 

  

La obra de la Divina Providencia y la concentración eclesial.

La confianza en la Divina Providencia vivida y trasmitida por Don Orione se caracteriza por su fuerte concentración eclesial, de la pasión por la Iglesia en perspectiva de la salvación de la humanidad.

    Escribiendo el importante documento carismático “los máximos principios de la Obra de la Divina Providencia”[9], el Fundador presenta la obra de la Divina Providencia con una amplia visión teológica e histórica, que corresponde al  “designio del Padre”de Ef 1,1-10 donde coloca después el carisma propio y específico de la “Pequena” Obra de la Divina Providencia.

“En los siglos anteriores al nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, la obra de la Divina Providencia estaba destinada a disponer a la humanidad para recibir a Jesucristo el Redentor; después de la venida del Señor, en el decurso de los siglos en que la Santa Iglesia milita sobre la tierra, la obra de la Divina Providencia consiste en «Instaurare omnia in Christo» ... uniendo toda la humanidad en un cuerpo único, la Santa Iglesia Católica –constituida por Nuestro Señor Jesucristo bajo la potestad sagrada de los Obispos, en unión y dependencia de la sagrada y suprema potestad apostólica de Pedro, que es el Romano Pontífice... Nuestro minimo Instituto reconoce en el Romano Pontifice el eje de la obra de la Divina Providencia en el mundo y el universo... y esto con el fin de ... consagrarse a difundir y acrecentar con toda clase de obras de misericordia ... con el propósito de ayudar a consolidar la unidad de los hijos con el Padre, dentro de la Iglesia; y restablecer, hacia afuera, la unidad desgarrada con el Padre.”

    Se reconocen tres círculos concéntricos de la obra de la salvación:

1.     La obra de la Divina Providencia (Padre

2.     Consiste en instaurare omnia in Christo (Hijo)

3.     Uniendo toda la humanidad en un solo cuerpo, la Santa Iglesia Católica

constituída en unidad con los Obispos y el Papa (Espíritu Santo)

     Esta visión es citada en el artículo 1° de las actuales Constituciones: “El nombre dado por él mismo a la Congregación – Pequeña Obra de la Divina Providencia  – expresa la inserción en el plano salvífico del Padre y la característica del total abandono a Dios en la fe”.

El dinamismo propio de nuestra “pequeña obra en el ser y en el “comprometerse con toda obra de misericordia”  para “acudir a reforzar la unidad de los hijos con el Padre” (el Papa) con el fin de restablecer todas las cosas en Cristo”.[10]

Esto significa que cuando hoy hablamos de carismaticidad/apostolicidad de las obras debemos valorar concretamente el cómo y cuándo logramos el “fin especifico”  de unir al “eje de la obra de la Divina Providencia”, es decir al Papa y, en El, a la Iglesia.[11] Es oportuno verificar la calidad “eclesializadora” de las obras, es decir su eficiencia en “llevar los pequeños, los pobres y el pueblo al Papa y a la Iglesia”.

Hay una página en la que Don Orione, por así decirlo, muestra claramente sus intenciones. “Estos tiempos, escribió ya el Eminentisimo Cardenal Parrocchi[12], entienden de la caridad solamente el medio, no el fin y el principio. Digan a los hombres de este tiempo: es necesario salvar las almas que se pierden, es necesario instruir a los que ignoran los principios de la religión...y los hombres no entienden”. Jamás como en nuestros tiempos el pueblo fue separado de la Iglesia y del Papa, y entonces cuánto es providencial que este amor se vuelva a despertar con todos los medios posibles para que vuelva a vivir en las almas el amor de Jesucristo. (...). El ejercicio de la caridad alcanza perfectamente su fin en correspondencia a las necesidades de nuestro tiempo, que es precisamente aquél de reconducir la sociedad a Dios uniéndola nuevamente al Papa y a la Iglesia. Por lo tanto aquella caridad que viene ejercida en nuestra sociedad motivada por el amor al Papa y a la Iglesia, y mirando al alcance de este amor en todos, es precisamente aquella que mejor responde a las necesidades de los tiempos. Y éste es el espíritu del cual está constituída la Obra de la Divina Providencia, ésta es su  fisonomia, su carácter típico: Restablecer todas las cosas en Cristo!”. [13]

lunes, 18 de enero de 2021

PARTE VIII , FINAL. ACCIÓN SOCIAL

 




«DEL TEMPLO A LA PIAZZA»: ACCIÓN SOCIAL

Mientras en Tortona seguimos este camino de acción católica, estallaron los disturbios de mayo de 1898 y las leyes de represión sobrevivieron . La densa red de obras sociales fue interrumpida. La siguiente recuperación fue muy lenta.

El obispo Bandi permaneció durante algunos años todavía en el centro de atención de la escena eclesial italiana. Su importante y "histórica" ​​carta pastoral del 6 de marzo de 1901, titulada " La cuestión social, el socialismo y la democracia cristiana" cobró vida con fervor organizacional . [57] En él tomó una posición clara a favor de la participación de los católicos en la vida pública, mostrando las graves consecuencias derivadas de su no participación en la votación. Señaló también con claridad doctrinal y pastoral lo que iba a ser la "democracia cristiana", en referencia a los principios de la Rerum Novarum : "... la democracia no es y no quiere ser otra cosa que una acción en pro de la gente, para rehabilitar" [58]porque, como había escrito anteriormente, "el cristianismo no es sólo en la recitación de una oración o en la sombra del templo o en el ofrecimiento de un ramo de flores a la Virgen, pero la ocupación de todo el hombre." [59]

Dirigiéndose a los sacerdotes, él había indicado claramente el estilo y la acción que, en ese momento, se les pidió: "Es bueno que ante todo sean hombres de oración y de profunda piedad; qué sería vano esperar que una acción es deseada por el Papa, que es requerido por la lucha que se libra, constante fuerte enérgico, que no es un hombre de oración y piedad. Sí, quiero del sacerdote todas las mañanas hacer su media hora de meditación, celebrar la Santa Misa todas las mañanas con fervor, pero también quiero, y también desde el Santo Padre, que el sacerdote del Altar, desde la meditación , de Confesionario, desde el templo en resumen, salga a la calle, en medio de la gente, en los Círculos y donde sea que haya que operar, actuar, ser agitado de una manera santa. (...) Entonces salimos de la sacristía, después de sacar de la piedad y la oración y las luces y el coraje ". [60]

Este era el ambiente, estas son las ideas, las iniciativas de Tortona en las que Luigi Orione se encontró en sus años jóvenes como clérigo y sacerdote.

La caridad, la forma de "restaurar todas las cosas en Cristo" y "en la Iglesia, en el Papa" - añade Don Orione -, [61] se encontró con la estimulación, la aceptación y el desarrollo, por lo que su ópera, desde ese primer Oratorio tímido comienzo festivo - en el jardín del Obispo - llegó a expandirse rápidamente, en actividades y personas, y para obtener, ya en 1903, el 21 de marzo, la aprobación diocesana. [62]

Grande fue el mérito del obispo Bandi, que comprendió y bendijo el increíble trabajo de un clérigo-fundador. Pero ambos eran el trabajo de Dios.

CONCLUSIÓN

En un cuartino de cuadernos, en el que el clérigo Orione había recogido notas, citas, frases famosas, encontramos: "El hombre necesita ser estimulado por la necesidad, despertado por la emulación, inflamado por el contraste". [63]

Todas estas situaciones, necesarias para la formación de una fuerte personalidad ( necesidades, ejemplos y contrastes), estuvieron consistentemente presentes en el tiempo precioso de la formación Tortonese de la joven Orione.

Fue estimulado por la experiencia de grandes necesidades. Los personales sobre todo: su pobreza, la necesidad de trabajar, ganar los honorarios del seminario como custodio y sacristán en el Duomo. Él era muy consciente de las necesidades de la Iglesia en Tortona, que necesitaba un clero que "saliera de la sacristía", de cristianos más consistentes y combativos; en necesidad de vocaciones, etc. Finalmente, fue sensible a las necesidades de la sociedad que pronto aprendió a conocer: los niños, los pobres, el mundo laboral, el mundo escolar; la pérdida de los valores tradicionales, la decadencia moral, la caída de las esperanzas ... la mayor pobreza.

El joven Orione también fue despertado por la emulación de ejemplos grandes y nobles de la vida: recordamos ahora, y sobre todo, Mons Bandi, sino también la otra gran seminario Superior:... Mons Daffra, Mons Novelli, Don Testone; pensamos en los Perosi, los miembros de la Conferencia de San Vincenzo, de la Sociedad Católica San Marziano; y muchos otros Mons. Bandi, en particular, y Tortona han dado el empuje (como 'provocación' y como 'ejemplo') y concreción pastoralal amor, ideas, proyectos (Jesús, el Papa, "animado", María) que Luigi Orione, de diecisiete años, llegando en Tortona en 1889 procedente de la experiencia franciscana y salesiana, ya tenía, pero que sería capaz de mantenerse en el nivel ideal, la adolescencia y pronto se desvanecerá. Esta Obispo diocesano y el medio ambiente, con la vitalidad y el impacto del espíritu pionero del ministerio, a través de la dinámica de la emulación, tienen "vida dada" (opciones apostólicas, estilo, formas de acción, etc.) Para la fuerte originalidad espiritual de Don Orion. Parece señalar que es sobre todo en el aspecto social, "popular", que la influencia novedosa de Mons. Bandi fue particularmente decisiva.

Por último, a finales del siglo XIX, Tortona era un entorno animado con grandes contrastes . Luigi Orione estaba inflamado y endurecido. Pensemos en las oposiciones secularistas liberales, masónicas y socialistas hechas a la Iglesia de Tortona. Sin embargo, también pensamos en los duros contrastes que despierta la desconfianza e inercia de ciertos clérigos y ciertas renuncias cristianas. Monseñor Bandi, fue el autor inspirado de la "buena música" que escribió admirablemente en sus 150 Cartas Pastorales, obras maestras de fe, ciencia y sabiduría apostólica. Pero - y Mons. Bandi lo hace entender en muchos pasajes de sus Cartas - encuentra pocos "jugadores" cercanos a él. El motivo más repetido, solo, cansado de eras pasadas, refunfuñando y oponiéndose a las noticias.

El entretejido de la existencia (los caminos de la Divina Providencia) deseaba que en este entorno y en este momento , fuertemente educativo, el joven Orione llegara a inspirarse en proyectos de vida, elecciones y formas de acción pastoral. Su originalidad espiritual adquirió consistencia e identidad, por lo que se llamó auténticamente "hijo de Tortona". [64]

Algo de Tortona permaneció para siempre en la vida de Don Orione.

domingo, 17 de enero de 2021

PARTE VII. LA PRENSA CATÓLICA, COLABORACIÓN DE LOS LAICOS

 

Otra dirección en la que Mons. Bandi trabajó para lograr la movilización de las conciencias, lo que por sí solo habría permitido a la Iglesia retomar su función de liderazgo en la sociedad, fue obra de la prensa.

El trabajo de la prensa católica en Tortona a fines del siglo XIX es muy activo. La Sociedad de la Buena Prensa se fundó allí en 1895. El logro más notable en este sector fue la publicación del nuevo periódico diocesano: "Il Popolo. Mensajero semanal de la Diócesis de Tortona ". Reemplazó a " La sveglia" , una publicación mimada pero limitada. Su primer número salió el 13 de junio de 1896. Se anunció ya el 16 de mayo de 1895 con una carta pastoral del obispo Bandi, quien subrayó su necesidad urgente: " Meta o hermanos, a medida que los acontecimientos se precipitan y como nuestro buen pueblo cristiano él no está preparado en absoluto para lo que los adversarios podrían estar dispuestos a hacer. Las partes se vuelven cada vez más fuertes, los programas son más claros cada día, y todo sugiere que las grandes batallas sociales son inminentes ». [51]

De ahí la necesidad de formar, a través de un periódico para el pueblo, conciencias cristianas adultas. La Lanzavecchia explica así la actitud de Mons. Bandi: "La preocupación por la propaganda antirreligiosa, atea, inmoral y anticlerical de la subversión social llevó a Monseñor Bandi a un programa constructivo y efectivo de difusión y afirmación de los valores espirituales y de la cultura católica. , para educar en un sentido cristiano costumbres, opinión pública, sociedad ". [52]

Esta "urgencia del trabajo de la prensa" también estará presente en Don Orione, y tomará la forma de un volumen grande y calificado de publicaciones con el único propósito de " conducir, devolver las almas a la religión " . [53]

«LAICATO EN SACRESTIA», O, COLABORACIÓN ACTIVA

Otro aspecto característico del entorno eclesial de Tortona es la corresponsabilidad y la colaboración de los laicos. Si el lema repetido repetidamente por Mons. Bandi "sacerdotes fuera de la sacristía" se mantuvo famoso , su "laico en la sacristía" fue igualmente innovador .

Un poco "exuberante, pero siempre siempre concreto", así lo explica el obispo Bandi en su carta pastoral del 20 de agosto de 1897 sobre la " Acción Católica ": "Y salgan que vamos a estar en el campo, venerables hermanos, ya encontramos combatientes ... de los laicos Afirmamos que la cooperación de los laicos con la acción católica no solo es útil, sino necesaria ... El peligro que corremos hoy es común, así que que todos salgan en defensa, hombres y mujeres, nobles y plebeyos, profesionales y laicos. Y ustedes, venerables hermanos, manténganlos queridos, esos laicos, que tengan ganas de romperlo con el hábito de los tiempos ". [54]

De hecho, en Tortona se formó una presencia muy activa de laicos en las Sociedades Católicas para la formación religiosa y cultural de la juventud, en la fundación de los Bancos rurales, en las Sociedades de Socorro Mutuo, en las Sociedades de los Trabajadores. A este último Monseñor Bandi dio un nuevo Estatuto el 19 de marzo de 1897. [55

El periódico " La Tribuna" en Roma, en una correspondencia de Tortona del 31 de diciembre de 1897, informa de " El trabajo de los clérigos": "Días atrás ... se inauguró una nueva gran cooperativa de consumidores. Ya hay mil miembros. En poco tiempo surgieron sociedades obreras católicas, clubes juveniles, bancos rurales, ligas para el descanso festivo, escuelas femeninas: todo el trabajo del comité diocesano local y los innumerables comités parroquiales. Mañana las cocinas económicas comenzarán a funcionar, siempre significadas por los clérigos. ¿Y el partido liberal? Él se para con las manos en el cinturón ". [56]

¡Qué cambio en la situación en comparación con los veinte años anteriores descritos en los informes del Prefecto sobre el "espíritu público" de la ciudad de Tortona!