martes, 1 de marzo de 2022

CUARESMA, ORACIÓN CONSTANTE NOS DICEN EL PAPA FRANCISCO Y DON ORIONE

CUARESMA, ORACIÓN CONSTANTE NOS DICEN EL PAPA FRANCISCO Y DON ORIONE

EN ESTE TIEMPO DE CUARESMA Veamos la profunda sintonía entre el Papa Francisco y Don Orione comparando textos de la

Exhortación Apostólica con textos de Don Orione, 

QUE NOS HABLAN DE LA ORACION CONSTANTE :






PAPA FRANCISCO:

147. Finalmente, aunque parezca obvio,recordemos que la santidad está hecha de una apertura habitual a la trascendencia, que se expresa en la oración y en la adoración. El santo es una persona con espíritu orante, que necesita comunicarse con Dios. Es alguien que

no soporta asfixiarse en la inmanencia cerrada de este mundo, y en medio de sus esfuerzos y entregas suspira por Dios, sale de sí en la alabanza y amplía sus límites en la contemplación del Señor. No creo en la santidad sin oración, aunque no se trate necesariamente de largos momentos o de sentimientos intensos.

156. La lectura orante de la Palabra de Dios, más dulce que la miel (cf. Sal 119,103) y «espada de doble filo» (Hb 4,12), nos permite detenernos a escuchar al Maestro para que sea lámpara para nuestros pasos, luz en nuestro camino (cf. Sal 119,105). Como bien nos recordaron los Obispos de India: «La devoción a la Palabra de Dios no es solo una de muchas devociones, hermosa pero algo opcional.

Pertenece al corazón y a la identidad misma de la vida cristiana. La Palabra tiene en sí el poder para transformar las vidas»




DON ORIONE

Con la oración podremos todo, sin oración no podremos nada. Es con la oración que se hacen las cosas. Nosotros podemos plantar y regar,pero sólo Dios puede dar el incremento, mas el medio más eficaz de ayudar a nuestras obras, a nuestros esfuerzos, es que rueguen por todos con fervor y constancia.

Lett 57, Santa nostalgia de Italia en el segundo viaje a Sudamérica. Victoria, 4 de noviembre de 1934

Llegando a las recomendaciones más específicas, exhorto y animo a la oración.

¡Recen, recen mucho! Siempre y especialmente en estos días. ¡Oración! ¡Oración! ¡Y silencio! Silencio absoluto, absoluto, absoluto. ¡Si durante los Ejercicios Espirituales hablamos, no nos hablará Dios! Y recogimiento, modestia, atención a la palabra de Dios, que viene a nosotros de los labios de los predicadores.

Lett 76, El tiempo aceptable es silencio, recogimiento, oración, Buenos Aires, 27 de junio de 1936


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