domingo, 30 de marzo de 2025

LA CARIDAD NOS URGE .''''

 

Don Orione se nos presenta como una maravillosa y genial expresión del Amor de Dios, Él supo ver más allá de lo que todo ojo puede ver, llegando a la fuente inagotable del Amor de Dios y lo hizo suyo, llevando a los hombres ese amor que nunca se le agotó he hizo posible todo lo que para nosotros puede parecer imposible.

Sólo encontrando esa fuente, podemos encontrar, urgar, ver y alimentarnos de esa fuente de agua viva que es Jesús. Todo es posible, si dejamos que EL nos transforme, nos moldee a su antojo porque siempre va a ser para nuestro bien y para mayor Gloria de Dios.

Dejémonos moldear , interpelar, pidamos con fuerza y convicción al Señor de los Señores que nos cambie, ya que nos urge salir al encuentro del necesitado, nos urge la Caridad fuente de amor de Dios, pero para eso debemos pedir al Señor en la oración cotidiana que nos conceda esa gracia, la oración es contemplación y acción, contemplación es doblar las rodillas y juntar las manos en el diario vivir, pidiendo a Dios su asistencia y es Acción, ofreciendo a Dios cada trabajo cotidiano.

Está En la Palabra de Dios, que nos dice: en 1 Jn 4, 19 “yo amo a DIOS, porque Él nos amó primero”

 El Espíritu Santo infunde en nuestros corazones el amor, así podemos amar a Dios al que no vemos y a nuestro prójimo al que sí vemos. Apareciendo la Caridad que se transforma en fuente inagotable de amor.

Es en la caridad donde se juega nuestra santidad y nuestro apostolado, es la fuente y dinámica de la vitalidad espiritual, comunitaria y apostólica. La caridad, ya sea personal, o de servicio a los más débiles, no puede reducirse a un gesto filantrópico, sino que debe mostrar el amor providente de Dios. Como dice Don Orione: “a la causa de Cristo y de la Iglesia no se la sirve sino con una gran caridad de vida y de obras” (Lettere I 181) Despojándome de las mezquindades, abrazándome a la causa de Cristo, crece mi unión con Dios y la entrega a mis hermanos. La caridad es dinámica se nutre de la fuente del Amor, el amor de Dios, tener siempre el corazón elevado hacia Dios, así todo lo que se hace se transforma, todo es para la Gloria de Dios, haciendo de cada acto, de cada servicio una oración.

Si encontramos la fuente de la caridad en Dios y reconocemos su bondad, su providencia, brotará en nosotros la gratitud hacia ÉL, así experimentaremos el dinamismo entre la GRACIA, GRATITUD A DIOS que GENERA LA GRATUIDAD HACIA EL PRÓJIMO.

 La caridad vivifica, edifica y unifica nos dice Don Orione en sus escritos y lo vemos plasmado en su vida, nos muestra la dinámica de la caridad, su experiencia de amor de Dios, ese amor que atrapa, lo eleva y se pierde en Dios, haciendo que expanda ese amor a los confines del mundo, como lo demostró en su vida y en sus obras. «La caridad tiene brazos tan grandes que no ve ni montes ni confines o barreras de nacionalidad».

Que el ejemplo de San Luis Orione nos dé confianza en vivir nuestro testimonio cristiano, "facientes veritatem in charitate". (haciendo verdad en la caridad)

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