SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

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miércoles, 1 de septiembre de 2021

SUGERENCIAS DE SAN LUIS ORIONE PARA LEER Y VIVIR EL EVANGELIO, PARTE II

 Extracto del escrito del P. Leonardo Moreno

En la Escuela del Evangelio

  Para que el Evangelio pueda ser más conocido y observado, es bueno ser impreso en nuestra mente y no sólo en pedazos y mordeduras Por eso os recomiendo, oh queridos míos, la lectura y el estudio asiduos del Santo Evangelio. Por eso nos dice la Imitación de Cristo, desde el primer capítulo: "Es nuestro estudio supremo meditar en la vida de Jesús". Y no dice meditar sobre la vida, sino en la vida de Jesús, es decir, entrar en las profundidades y vivir de Jesús, de la vida de Jesús. Por lo tanto, debemos tener siempre el Evangelio ante los ojos de la mente y llevarlo a nuestros corazones, vivirlo.

Las reglas y constituciones de los religiosos son como el jugo y la médula del Evangelio; nos enseñan precisamente la forma práctica de vivirlo; nos enseñan la manera recta de caminar detrás del Señor, y de alcanzar la más alta perfección religiosa.

Y, como en el noviciado estudiamos y explicamos las reglas, así deseo, y quidem, de hecho tengo en Domino que estudiemos de memoria y expliquemos bien el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.

El Señor, con obras y palabras, predicó el Evangelio, y la Iglesia nos lo da porque, con palabras y obras, es decir, con buenas y santas obras, lo practicamos. Por lo tanto, aunque recomiendo calurosamente el estudio y la práctica del Evangelio, o de mis queridos sacerdotes, ordeno que nuestros clérigos memoricen los Santos Evangelios. En el tercer gimnasio, el de San Marcos - que es entonces el de San Pedro, jefe de los Apóstoles -; en el cuarto gimnasio, hacer todo San Mateo, de memoria; en quinto lugar, todo San Lucas. En el noviciado, memoriza todo el Evangelio de San Juan y repite los otros tres. Así, en el tercer gimnasio, en el cuarto y quinto, se revisan los cuatro Evangelios y se estudia el libro IV de la Imitación de Cristo, sí y cómo se marcarán en su tiempo; en primero, segundo y tercer bachillerato, se realizarán ciertos capítulos del Libro III. Durante la teología, se revisan las cuatro Evangelios y se estudia el libro IV de la Imitación de Cristo. El Evangelio y la imitación de Cristo se estudian en latín.

Antes del almuerzo y la cena, estando todos de pie, se pueden leer algunos versículos del Santo Evangelio, no más de diez, en latín siempre.

Sobre las solemnidades más grandes, lea el pasaje evangélico, que hace referencia al misterio que se celebra sobre la solemnidad. Después de leer el Evangelio, lea siempre un artículo de las Constituciones, como ya se ha hecho.

Que la lectura del Evangelio esté en este orden: San Mateo, San Marcos, San Lucas, San Juan; y, este año, empiezas con San Mateo. Después de los cuatro Evangelios, empecemos de nuevo, no leamos ni epístolas, ni Actas de apóstoles, ni Apocalipsis de San Juan, sino sólo y siempre los Evangelios.

En cada casa hay, al menos, dos ejemplares latinos de la Santa Biblia, la Suma Filosófica y Teológica de Santo Tomás, la Imitación de Cristo, en latín y Dante.

Se hacen muchas copias de los Evangelios y la imitación de Cristo, para que puedan estar en la mano de todos.

Y cada clérigo tiene una copia de las Constituciones. Estos, deseo firmemente en el Señor poder retocarlos, y que tienen que decir con mayor claridad y determinación nuestro propósito particular y nuestro amor y apego al Papa, ya que me pareció que estaba mejor dicho en la primera, que eran mucho más cortos y más, me parece, según el espíritu de nuestra humilde, pobre y papal Congregación. Por eso recomiendo oraciones especiales.

Al Papa, más que ser súbditos y obedientes como superior supremo, me encanta que haya estado cercano y unido como Padre, y que nuestra obediencia no sea asombro, sino amor por los hijos. Así que a los obispos les queda una gran veneración y hacer todo lo posible para secundarlos y ponerlos enamorados del clero y del pueblo. A todos los sacerdotes entonces, y en primer lugar, a los párrocos, les traemos el debido respeto y los ponemos a la vista, siempre guardando silencio sobre algunos de sus defectos y haciendo, en cambio, detectar lo que hay en ellos de virtud y bien.

Nunca nos involucremos en el gobierno, en las cosas o fiestas de las diócesis, y nunca nos unimos a aquellos que propagan obispos o clérigos. Nos quedamos en casa; Repito: cenemos en casa; y no frecuentamos los hogares de los sacerdotes seculares, ni de los seculares. Con las personas seculares te conviertes fácilmente en ideas y en una vida centenaria, siempre te pierdes en todos los sentidos.

Entonces siempre estamos protegidos y lejos de las personas, de los grupos, de las conversaciones que terminan en crítica, en murmullos u hostilidad a superiores, tanto eclesiásticos como congregacionales. Traigan amor y respeto a todos los superiores, sean altos o bajos, teniendo en cuenta que, cuanto más, diría yo, la persona a la que uno obedece por el amor del Dios Bendito, y más merecedor es la obediencia y a Dios más agradecido.

Y, al hacerlo, la Congregación florecerá con santidad, y se dilatará. Porque, cuando observen el Santo Evangelio y las Reglas y vivan humildes, pous y en sinceridad y rectitud y caridad fraterna, el Señor siempre estará con nosotros, y nos llenará de su espíritu y bendiciones. Y así caminamos bajo su mirada todos los días de la vida, como nos recomendó Pío X tanto en su último discurso inolvidable.

Os reconforto y os acojo con cariño a Jesús y a María SS.ma. Reza por mí.

Don Orione d.D. P.

En la carta dada, estamos interesados en señalar qué elementos aporta la espiritualidad de San Luis Orione a la lectura orante de la Biblia. Es un tema muy tópico para el cristiano, ya que su identidad y perseverancia están en juego, como dice Martini:

"No creo que sea posible pasar ileso por el desierto espiritual del mundo occidental, si el cristiano actual - mucho más que el cristiano de hace 20, 30 0 50 años - no aprende a alimentarse de la Palabra de Dios, capaz de hacerle sentir e irradiar incluso la alegría de la presencia en medio de la mayor ausencia que uno puede imaginar a su alrededor. Precisamente por esta razón, considero que cada uno de nosotros - ser seculares, religiosos, sacerdotes o obispos - no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir convenientemente a la tentación de hoy y no sucumbir a formas de paganismo práctico o actividades que sólo sirven para expresarse o distinguirnos - sin parecer excitados y guiados por el Espíritu - si él no sabe, si no medita, si no vive las Escrituras internamente."