sábado, 9 de marzo de 2024

UN CORAZÓN SIN FRONTERAS



https://youtu.be/j2Q6NphGqb4

Característico en don Orione es la visión universal de la salvación y del amor cristiano que él plasmó en su lema programático “Instaurare omnia in Christo”(Ef 1,10). Su corazón “católico”, universal, inspira todos sus escritos y está en la base de todas sus actuaciones.

Hay una página de admirable sencillez y de mística intensa que nos puede introducir en la comprensión de lo que significa “un corazón dilatado por la caridad de Dios”. San Luis Orione, pocos meses antes de su muerte, cantó la universalidad de la Divina Misericordia en este 

Cántico de las almas:

No saber ver ni amar en el mundo, más que las almas de nuestros hermanos.

Almas de pequeños, almas de pobres, almas de pecadores, almas de justos, almas de extraviados, almas de penitentes, almas de rebeldes a la voluntad de Dios, almas de rebeldes a la Santa Iglesia de Cristo, almas de hijos perversos, almas de sacerdotes malvados y pérfidos, almas agobiadas por el dolor, almas blancas como palomas, almas simples, puras, angelicales, de vírgenes,

almas hundidas en las tinieblas de los sentidos y en la baja bestialidad de la carne, almas orgullosas del mal, almas ávidas de poder y dinero, almas llenas de sí, que no se ven más que a sí mismas, almas perdidas que buscan un camino.

Almas dolientes que buscan un refugio o una palabra piadosa, almas que aúllan su desesperación, su condenación, o almas embriagadas con la embriaguez de la verdad vivida:

Cristo las ama a todas, Cristo murió por todas, Cristo las quiere salvar a todas entre sus brazos y en su Corazón traspasado.

Nuestra vida sea un canto y un holocausto de fraternidad universal en Cristo.

Ver y sentir a Cristo en cada persona.

Hemos de tener en nosotros la música profundísima de la caridad.

Yo lo único que siento es una infinita, divina sinfonía de espíritus, que palpitan junto a la Cruz, y la Cruz destila por nosotros gota a gota, a través de los siglos, la sangre divina derramada por cada alma.[4]

El Cántico de las Almas de don Orione es fruto de la contemplación de las miserias humanas y de la misericordia divina, nace en el corazón de un hombre bueno, que ha llegado a ser padre misericordioso de las almas. Las almas están en sus pensamientos y sentimientos porque se ha dejado involucrar en la misericordia redentora de Cristo.

Por esto don Orione quiere abrazar a todos, quiere que ningún alma se pierda. Fue el propósito y la gracia que pidió a Dios en su primera misa y terminó siendo la síntesis de su vida: “¡Que toda esta pobre vida mía sea un solo cántico de divino amor en la tierra, porque yo quiero que sea –por tu gracia, oh Señor-, un sólo cántico de divina caridad en el cielo! ¡Caridad!¡Caridad!¡Caridad!”.[5]

Las palabras de la oración para la misa en honor a san Luis Orione resumen su experiencia de la misericordia:

“Concédenos, Señor, que ejercitemos como él las obras de misericordia, para que los hermanos experimenten la ternura de tu Providencia y la maternidad de la Iglesia”.

AMEN.

 [4] Apuntes del 25 febrero de 1939, en Luís Orione. Acción y contemplación, Ciudad Nueva, Madrid 1989, pp. 99-103.

[5] Don Orione, Carta del 26 junio de 1922, en: ibid., pp. 54-56.