sábado, 13 de abril de 2024

14 DE ABRIL DON ORIONE CELEBRA SU PRIMERA MISA , PAN-PAZ Y PARAISO




En la Pascua de 1895: 14 de abril, Don Orione celebra la primera misa en la capilla del Colegio «Santa Chiara», a la que asisten los jóvenes huéspedes, familiares y amigos. El 13 de abril de 1895, en sábado santo, Luis Orione es ordenado sacerdote. Su primera misa fue en la capilla de Santa Clara. Ese mismo día, Orione impone la sotana. a algunos jóvenes, con el permiso del Obispo. Así nace la Obra de la Divina Providencia. Entonces Luis Orione tenía 23 años.

Recordando su primera misa, escribía Don Orione: “Para los que trabajan conmigo en la Pequeña Obra, cuando recé la primera misa, pedí a la Virgen que me otorgara tres gracias: pan, paz y paraíso; y tengo razón para creer que la Virgen me obtuvo estas tres gracias…

Su  segunda  misa la celebró en la Cárcel de Tortona, donde se había hecho amigo de los detenidos.

Luis Orione es inagotable, pareciera que no descansa, Santa Clara se hizo pequeño y hubo que emigrar nuevamente.

Pasaron al Paterno, que se convirtió en la casa madre de la Congregación. Los jóvenes iban cada día en aumento, las deudas también aumentaron, pero La Divina Providencia no abandona a sus hijos.

 


En 1917, Don Orione escribía la visión del sacerdote. En este escrito espiritual podemos ver su corazón de pastor.
           “La finalidad del sacerdocio es salvar las almas y buscar, especialmente, a las que se van alejando de Dios y perdiendo. Y cuando vuelven debo darles la preferencia, no por compasión sino para ofrecerles el consuelo paterno y la ayuda, dejando, si es necesario, las otras almas menos necesitadas de asistencia. Jesús no vino para los justos sino para los pecadores
Preservarme, pues, Dios mío, de la funesta ilsión, del engaño diabólico de que como sacerdote debo ocuparme sólo de los que vienen a la iglesia y a los sacramentos, de las almas fieles y las mujeres piadosas. Seguramente, mi ministerio resultaría más fácil y agradable, pero yo no viviría del espíritu de caridad apostólica hacia las ovejas perdidas que resplandece en todo el evangelio
Sólo después de haberme agotado y muerto tres veces corriendo en pos de los pecadores, sólo entonces podré buscar algo de descanso con los justos.
Que nunca me olvide de que el ministerio que se me ha confiado es un ministerio de misericordia, y que use con mis hermanos pecadores un poco de esa caridad infatigable que tantas veces usaste con mi alma, Dios mío”.