viernes, 27 de septiembre de 2024

COMO LAS SANTAS MUJERES DEL EVANGELIO






La PODP no habría podido realizar todo su programa de caridad, sin la colaboración de una Congregación de Hermanas, que se dedicasen al elemento femenino y a aquel apostolado de aliento hacia los míseros, en el cual la mujer por naturaleza, lleva su insustituible encanto como ángel consolador.

También San Pablo alababa, ya en el primer siglo de la Iglesia, la colaboración de la mujer en el apostolado, en la propagación del Evangelio…

La mujer es llevada por sentimiento a lo divino, su religiosidad es profunda, la fuerza del sacrificio es en ella más heroica que en el hombre…la mujer cristiana está vivamente dispuesta al apostolado, bajo sus múltiples formas, ha sido siempre un instrumento valiosísimo de conquista evangélica.

 Don Orione a menudo se dirige a las mujeres con el consejo, el escrito, la colaboración. Siempre coloca su dignidad, belleza y espiritualidad en el contexto del matrimonio. En una carta de 1916, a una joven a punto de casarse, le delinea algunos trazos de la esencial IDENTIDAD FEMENINA CRISTIANA. Sea caritativa con todos, no sólo en familia, sino también con los de fuera. Donde quiera que haya aflicción, lleve consolación; donde haya miseria, socorro moral y material; donde haya ánimos abatidos, ponga aliento. Buena hija en el Señor, que no pase delante una desventura que no la alivie, al menos con el deseo. Ame estar más con los que lloran que con aquellos que ríen. Que la oración acompañe todos sus pasos, y rece antes por él que por usted.

 12 MARZO 1940 carta, dirigida a Ida Gallarati Scotti, una mujer de la aristocracia milanesa, fue escrita por Don Orione en la mañana misma del día de su muerte 

Usted, Señora Condesa, quiera escuchar a este pobre sacerdote que le escribe: confíe grandemente en la bondad del Señor, en la gracia y misericordia de Jesucristo Nuestro Señor; después, señora Condesa, eleve cada tanto su espíritu a Dios y dígale: Señor quiero hoy y siempre reposar sobre Tu Paternal Corazón, y entre los brazos de la Santa Iglesia, Madre de los santos y también de mi fe y de mi alma.

En los libros sobre Don Orione, en biografías de distintos autores, en las múltiples fotos que vemos, siempre Don Orione está acompañado por un sequito de mujeres, siempre atentas a lo que el parece decirles. Estas mujeres fueron benefactoras, generosas y atentas al desarrollo de la obra Orionita, y a su vez ellas experimentaron la generosidad espiritual de Don Orione, siempre atento a sus problemáticas, individuales, familiares, religiosas.

La mayoría de estas mujeres tenían sus esposos e hijos y de alguna parte de ellos venía la relación con Don Orione, otras eran mujeres solas, herederas o no, viudas, que se acercaban a él por su magnetismo carismático, y así fluyó una gran amistad o empatía, confianza, generosidad, en la búsqueda de una” auténtica caridad”

Lo vemos rodeado de mujeres siempre con deferencia, y una sensación de serena familiaridad. Don Orione es un sacerdote que se relaciona inmediatamente con los demás, su espontaneidad, generosidad, el estar atento a los problemas de los que lo rodeaban, dándole sentido humano y de fe aunque el don más deseado de don Orione era el de consuelo.

Según la tradición eclesiástica don Orione pertenecía a los que tenían en claro las distancias necesarias entre el hombre sacerdote y la mujer, es una distancia que no separa, sino que mejora las identidades permite el respeto, (respicere) ver el otro bien y ser visto por lo que eres, con una comunión sin confusión.