Las Puertas Santas son entradas especiales en algunas iglesias que
solo se abren en momentos importantes para la Iglesia, como el Jubileo.
Cuando una persona cruza una Puerta Santa, lo hace como símbolo de un nuevo comienzo.
Es un gesto que representa dejar atrás lo malo, pedir perdón y empezar de nuevo con esperanza y fe.
Mucha gente viaja desde distintos lugares para pasar por ellas.
No se trata solo de caminar a través de una puerta, sino de un
momento especial para reflexionar, agradecer y sentirse más cerca de
Dios.
Cada Jubileo comienza con la apertura de estas puertas, siendo la
más conocida la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en el
Vaticano.
Al final del Jubileo, las puertas se cierran y quedan selladas hasta
la próxima vez que se vuelvan a abrir, marcando un nuevo ciclo en la
vida de la Iglesia y de los fieles.
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