28 de mayo de 1944, el Cottolengo de Tucumán cumple 81 años de vida,se
celebra con gran alegría un nuevo aniversario de la apertura de esta casa
orionita. gracias a la generosidad de los tucumanos.Fue necesaria la acción de la divina
providencia para llegar a aquel momento , nos trae el recuerdo de tres
importantes personas que fueron instrumentos importantes para concretar este sueño:
monseñor Agustín Barrere, obispo de Tucumán, quien conoció, charlo e invitó a
Don Orione a que asumiera una parroquia en la provincia del norte argentino;
Don José Zanocchi, superior provincial de la Obra Don Orione, quien dedicó
mucho tiempo a cultivar el sueño de llegar a Tucumán, y en 1944 se trasladó al
jardín de la república para vivir más de un mes en el momento en que se
terminaba la construcción y se inauguraba el Cottolengo. Por último Don
Evaristo Etchecopar, tucumano, de generoso corazón que deseaba realizar una
obra de caridad en honor a su difunta esposa.El contexto estaba preparado, cada uno dio lo
mejor de sí y la semilla de la obra Don Orione comenzó a crecer en Tucumán.
“Las puertas del
Pequeño Cottolengo no preguntarán cómo te llamas o cuál es tu creencia, sino
cuál es tu dolor”, decía Don Orione, el santo de la caridad
Las instalaciones
ocupan toda una manzana de avenida República del Líbano 2148, donada por
Evaristo Etchecopar en homenaje a su esposa, Sofía Avellaneda.
fuent P. Anibal Quevedo