martes, 24 de junio de 2025

LA MISIÓN EN LA FAMILIA ORIONITA

 


Ayudar al pueblo, mitigar sus dolores, devolverle la salud. Debe estar en nuestro corazón el pueblo. La Obra de la Divina Providencia es para el pueblo. Basta de palabras, están llenos los bolsillos de ellas. Lo milagroso será poder devolver a las muchedumbres la fe que tuvieron, reconducirlas al Padre, a la Iglesia".

Don Orione pudo encender, en medio de situaciones históricas desafiantes, el fuego de la caridad. En 

 


 
En efecto, su entrega incondicional lo convirtió en signo de una humanidad nueva, inaugurada por el mismo Jesús y, ofrecida a los hombres y mujeres de todos los tiempos.

Su trabajo constante y sus creativos emprendimientos en el ámbito de la educación y la promoción humana, fueron el instrumento de la Providencia al servicio de la humanidad más desamparada, y el testimonio concreto de una Iglesia más cercana al pueblo, que quiere expresarse más por las obras que por los discursos.

La Obra Don Orione, como parte de la comunidad eclesial, hace suya la misión evangelizadora que iniciara el Fundador, de estar junto a los pobres para construir desde allí una nueva sociedad, poniendo a Cristo en el centro.