martes, 23 de diciembre de 2014
SALUDOS DON ORIONE AR
En nombre de todos los que formamos parte de la familia de Don Orione, el deseo de una muy Feliz Navidad y un Año Nuevo colmado de bendiciones.
NACIMIENTO DE JESÚS
La
Navidad es un momento especial en el que Dios puede inspirar los
corazones de algunos jóvenes para elegir el estilo de vida que Jesús
escogió.
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Entonces, ¿cómo reconocer al Señor hoy? El año 2015 fue constituido por el Papa Francisco, como el Año de la Vida Consagrada. Y
el Papa, en su mensaje en la inauguración del Año, se dirigió a los
religiosos, encomendando su propia esta tarea especial, convencido de que
son capaces de hacerlo, dijo: "despertar al mundo, Ilumina con su testimonio profético y contracorriente! ". Para
ver hasta dónde llegó la indiferencia humana, tenemos que trabajar
todos juntos en este trabajo de despertar el mundo, sobre todo nosotros debemos orar por las vocaciones, porque tenemos que despertar el deseo, la
expectativa y la búsqueda de Dios. Sin esto no se podrá reconocer al Señor.
La llamada al sacerdocio debe ser consagrada "en la verdad." Jesús ora a Dios Padre por sus discípulos: "Santifícalos en la verdad. Tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo "(Jn 17,17-18). De
esta manera los discípulos cuando se sumergen en la Palabra de Dios,
son en cierto sentido insertados en las profundidades de Dios y
transformado en el ser de Dios. Con esta oración Cristo quiere que
sus discípulos sean uno con Él. "Y hecho de que sólo hay un sacerdote de la Nueva Alianza, Jesucristo mismo "(Benedicto XVI, Homilía en la Misa Crismal (9 de abril de 2009). Por favor, hermanos y hermanas, que el Señor envíe vocaciones conscientes de esta realidad.
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MARÍA Y JOSÉ PEREGRINANDO POR LAS CALLES DE BARRANQUERAS
"Regalo
de
Navidad”,
de
Don
Orione
a
sus
hermanos
e
hijos,
escrita
el
8
de
diciembre
de
1922.
Un grupo de personas de la comunidad se les ocurrió recorrer las calles de Barranqueras representando la peregrinación de María y José hacia Belen. En una ciudad con negocios ofreciendo regalos y con la gente comprando fue un signo VERDADERO DE NAVIDAD: ¡AL QUE TENEMOS QUE ESPERAR ES A JESUS! Como nos aconsejo el papa Francisco: "celebrar una Navidad verdaderamente cristiana, libre de toda mundanidad
...
¡Qué
agradable
es
amarnos
en
Jesús
y
por
Jesús!
¡Cuánta
dulzura,
cuánta
vitalidad
hay
en
este
amarnos
unos
a
otros,
en
la
fe,
en
Jesucristo
y
el
Papa,
como
ocurre
entre
nosotros,
pobres
hijos
de
la
Divina
Providencia!
Jesús
es
todo
nuestro
amor,
nuestro
vínculo
y
nuestra
vida:
¡y
la
Cabeza
infalible
de
la
Iglesia,
el
Santo
Padre
Pío
XI,
es
todo
nuestro
amor,
nuestro
lazo
de
unión,
nuestra
vida!
¡Qué
hermoso
y
santo
es
vivir
así,
como
hermanos;
con
esta
fe,
con
esta
vida,
con
este
amor:
¡amarnos
así,
como
se
ama
en
el
Cielo!
Así
era
la
fe
y
el
amor
de
los
Santos.
"El
Papa
es
nuestro
Dios
en
la
tierra",
predicaba
San
Bernardino
al
pueblo
de
Siena,
en
la
Plaza
del
Campo,
al
despedirse
de
su
ciudad,
en
1427.
Era
la
fe
y
el
amor
de
un
santo:
¡era
la
vida
de
Dios!
¡Ojalá
se
mantenga
unión
tan
estimada
y
armónica
de
corazones
fraternales,
en
el
dulcísimo
amor
a
Jesucristo,
nuestro
Dios
y
Señor,
y
al
Papa,
nuestro
Dios
y
Señor
en
la
Serra;
y,
si
es
posible,
que
incesantemente
crezca
e
inseparablemente
se
estreche,
a
los
pies
del
Niño
Jesús
y
de
la
Iglesia
Madre
de
Roma!
Esta
unión,
cimentada
en
la
fe
y
en
el
amor
y,
si
es
necesario,
en
la
sangre,
constituye
nuestra
fuerza
¡y
será
nuestra
grandeza
y
nuestra
gloria!
De
modo
que,
a
falta
de
otra
alabanza,
pueda
decirse
de
nosotros
como
de
los
primeros
cristianos:
¡Miren
cómo
se
aman!
(Tertuliano,
Apologeticum).
Debemos
amarnos,
pero
amarnos
en
el
Señor,
porque
ése
es
el
amor
que
el
Señor
quiere,
el
que
le
agrada:
amarnos
unos
a
otros
y
amar
cada
vez
más
a
Jesucristo
y
al
Papa,
su
Vicario
en
la
Serra.
Y
adherirnos
cada
vez
más
estrechamente
al
Papa;
porque
a
Jesucristo
y
al
Papa,
nunca
se
los
ama
demasiado;
y
por
el
Papa
adherirnos
y
unirnos
inefablemente
a
Jesús
en
su
cuerpo
mísSco
que
es
la
Iglesia:
"así,
siendo
muchos
somos
un
solo
cuerpo
en
Cristo”
(San
Pablo,
Carta
a
los
Romanos
12,5)
¡Oh
Santa
Iglesia
Católica,
Iglesia
de
Jesucristo:
luz,
amor,
dulce
y
divina
Madre
mía!
¡Madre
Santa
y
Madre
de
Santos,
tú
sola
te
has
librado
de
la
confusión
de
lenguas!
¡Madre
de
nuestra
vida,
laSdo
de
nuestro
corazón,
vida
de
nuestra
vida!
¡Que
se
nos
pegue
la
lengua
al
paladar
[Sal
137,6;]
el
día
en
que
nosotros,
pobres
hijos
de
la
Divina
Providencia,
hijos
de
tu
fe,
hijos
de
tus
márSres
y
de
tu
amor,
no
te
antepongamos
a
todos
nuestros
amores
y
todas
nuestras
alegrías!
Un grupo de personas de la comunidad se les ocurrió recorrer las calles de Barranqueras representando la peregrinación de María y José hacia Belen. En una ciudad con negocios ofreciendo regalos y con la gente comprando fue un signo VERDADERO DE NAVIDAD: ¡AL QUE TENEMOS QUE ESPERAR ES A JESUS! Como nos aconsejo el papa Francisco: "celebrar una Navidad verdaderamente cristiana, libre de toda mundanidad
"