Capilla Stella Marys
HOY DOMINGO DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Nosotros, familia chaqueña de
San Luis Orione, no ignoramos esta celebración y por eso nos adherimos
haciendo nuestros los deseos y luchas de los Pueblos Indígenas. Quiero
encontrar motivaciones para comprometernos con esta realidad. Que mejor
las palabras de Don Orione: "La virgen de Itati muy venerada por los
indios...he aceptado con gusto porque es un santuario de María santísima
y porque allí estaremos entre los indios" ¡ALLÍ ESTAREMOS
ENTRE LOS INDIOS!
También en el Chaco estamos entre los indios. Así lo escribía Don
Orione: "...Sáenz Peña es la segunda ciudad del Chaco... además de
grandes núcleos de población desperdigados en distancias enormes, tiene
colonias de indios, una a más de cien km llamada Pampa del Infierno" El
nombre de esta colonia de aborígenes le hacía exclamar al padre
Contardi: "¡Madre mía, donde hemos venido a terminar!"
¡Llegar
hasta el infierno!, se cumplía así lo que Don Orione deseaba y buscaba:
"Colócame, Señor, en la boca del infierno, para que yo, por tu
misericordia, la cierre". Expresión que podríamos traducir con palabras
del papa Francisco: acércame Señor, a cada periferia para que allí pueda
manifestar tu misericordia.
La realidad en la que se encuentran
hoy los Pueblos Indígenas representa una periferia desconocida para
muchos. ¡Con este desconocimiento, desinterés o indiferencia perdemos
identidad y sabiduría! Así lo expresaba el papa Francisco a los
indígenas: "... de muchas maneras y de muchas formas se ha querido
silenciar y callar sus anhelos, de muchas maneras han intentado
anestesiarles el alma, de muchas formas han pretendido aletargar y
adormecer sus vidas", pero la verdad es que "ustedes tienen mucho que
enseñarnos, que enseñar a la humanidad...Sin embargo, muchas veces, de
modo sistemático y estructural, vuestros pueblos han sido
incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado
inferiores sus valores, sus culturas y sus tradiciones. Otros, mareados
por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de
sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban. ¡Qué
tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y
aprender a decir: ¡Perdón!, perdón hermanos. El mundo de hoy,
despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes"
Qué
nuestro interés por la situación y las luchas de los Pueblos Indígenas
sea un compromiso Pascual que nos acerque más al Resucitado, que nos
espera, nos "primerea", en la realidad que viven hoy los indígenas.
Facebook: padre Miguel Angel Berriel