la carrera consular
Don Orione ha
recibido una propuesta interesante de un amigo que ha hecho la carrera
diplomática y se encuentra en Inglaterra.
Mientras se
congratula con él y le augura “hacer el bien a Italia y a la Santa Iglesia”,
anuncia que enviará un sacerdote idóneo para llevar adelante el proyecto.
Termina con alguna recomendación espiritual
para él y su Sra. Porque aún estando lejos, siempre continúa sintiéndose un
poco... “el padre de sus almas”
cd
¡Almas y
Almas!
Buenos
Aires 19 de agosto 1935
Querido Migone:
La gracia de
Jesucristo nuestro Señor y su Paz, estén siempre con Usted y con vuestra óptima Sra.!
Me encuentro en Sud
América, a casi once meses del Congreso Eucarístico Internacional, celebrado en
Buenos Aires en el mes de octubre del año pasado. He recibido de Don Sterpi,
que me sustituye en Italia, vuestra carta, que me ha dado tanta alegría. No
sabía que estaba en Inglaterra haciendo
la carrera consular; pienso que podrá hacer el bien a Italia y a nuestra Sta.
Iglesia.
Aquí mis sacerdotes
se ocupan mucho de los hijos de los italianos, como también de sus padres.
De vuestra carta
–he constatado una vez más, el espíritu cristiano que lo anima- y, leyéndola he pensado en vuestro padre:
¡cómo estará contento de Usted desde el cielo! ¡Siempre así, querido Piero,
siempre adelante! en las huellas de vuestro padre, hombre honesto y de carácter
cristiano.
No sé expresarle a
Ud. y a su Sra. mi gratitud por las comodidades que están dispuestos a ofrecer.
Encontrándose en Londres el Rector del Colegio San Jorge, sacerdote y profesor
Don Piccinini, que vive con los Padres Palotinos, donde predica en la Iglesia
de los italianos, le encargo de ir a conversar con Usted, querido Migone, para
ver cómo podría concretarse vuestro proyecto, al cual soy muy favorable
y ruego al Señor y hago votos que pueda realizarse.
Don Piccinini goza
de toda mi confianza por lo cual puede tratar el tema.
Escribiré también
algunas líneas a Don Piccinini ya sea para nuestro cónsul, como para el archidiácono,
si fuese necesario.
No me extiendo más,
porque dispongo de poco tiempo y sólo puedo escribir de noche.
Dios bendice
visiblemente el trabajo y la gloria sea para Él!
Querido Migone, no
debo cerrar la presente sin ser para Uds. un poco padre de vuestras almas.
Queridas almas del Señor, ayúdense
mutuamente en el camino de la bondad.
... de la virtud
y de la gracia de Dios: el más grande tesoro que debemos y podemos tener es la
gracia de Dios. Su valor es tan grande que el universo en comparación con ello,
vale un cero.
En la gracia del
Señor está toda la paz, todo el bien, está la unión de nuestros corazones.
Estén siempre con el Señor! los conforto y los bendigo.
Recen por Don
Orione
Escritos
26,228
“ Resplandezca vuestra luz delante de los hombres”
(Mt.
5,16)
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