domingo, 15 de septiembre de 2024

16 DE SEPTIEMBRE DE 1937, RELATA DON ORIONE

 

El mismo Don Orione estuvo allí junto al P. José Zanocchi –quien fuera el primer Superior Provincial en nuestro país– y las nacientes Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad a las que les dejo el cuidado del naciente cottolengo

Palabras dichas el 16 de septiembre de 1937 en la mesa. Contando a algunos religiosos italianos las obras y actividades de la congregación en Argentina.
"En Avellaneda, cerca de Buenos Aires, hay muchos comunistas. Cada tanto hay desordenes, casi todos los días se asesinan y se matan… Los curas no podían poner un pie en esa zona. No podíamos ir ni de noche ni de día. Luego que se desarrollaron las obras de caridad del Pequeño Cottolengo, las cosas cambiaron… Recibimos sus ancianos, sus huérfanos, cargamos sus dolores y los hicimos un poco nuestros, abrimos un dispensario médico gratuito para los obreros…
Y ahora, si vamos de día no solo nos dejan circular, sino que se levantan un poco el sombrero; si vamos de noche y nos reconocen, nos acompañan hasta la puerta. Muchos son comunistas, porque fueron empujados por el hambre. Ven a la burguesía que derrocha y que hace una vida de ocio, mientras ellos pasan hambre y entonces se rebelan.
Si se quiere salvar una sociedad, será necesario ocuparse del pueblo, de la clase más despreciada, más necesitada, mas abandonada…"
Parola VII, 41  (revista 79)

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