martes, 31 de diciembre de 2024

¡AÑO NUEVO, DÍA NUEVA !

          ¡¡ AÑO NUEVO, VIDA NUEVA !!!



Comenzamos un nuevo año,
sepamos dar gracias a Dios
por tantos beneficios recibidos,
y comencemos hoy a amar
y servir verdaderamente a Jesucristo
y a la Santa Iglesia de Roma , nuestra Madre,
con el fuego ardiente de la caridad,
con todo el corazón,
con todo el alma,
con toda nuestra pobre vida.

´Postrados a los pies de Dios,
 pidamos humildemente perdón
a nuestro Padre Celestial
por todas nuestras ingratitudes pasadas,
 y digamos de corazón
"nunc incipio in Nomine Jesú
ahora comienzo en nombre de Jesús,
comienzo a ser de Cristo y de su Iglesia:
"nunc incipio ese Christi et Ecclessiae"

¡ Año Nuevo , vida nueva :
vida santa y santificadora!
Año Nuevo,
! vida entera en Jesús, de Jesús, por Jesús!

¡Vivamos en Jesús !
Pedidos en su Corazón, inflamados de amor
pequeños. pequeños y pequeños:
simples, humildes, bondadosos.

¡Vivamos de Jesús !
¡ Como niños en sus brazos y su corazón,
santos e irreprensibles ante su mirada,
sumergidos en amor de Jesús y de las almas
en fidelidad y obediencia  ilimitadas
a El y a su Gloria !

¡ Vivamos para Jesús !
Entera y totalmente para Él;
¡ Nada fuera de Jesús !
nada que no sea Jesús !
nada que no lleve a Jesús,
que no respire a Jesús!
De modo digno y coherente con la vocación
que hemos recibido.
moldeados sobre su cruz,
sobre su sacrificio y obediencia
" usque ad mortem " hasta la muerte,
en suave olor de oblación
y holocausto total de nuestras vidas.


carta de Don Orione desde Argentina, EPIFANIA 1935



NUNC INCIPIO, AHORA EMPIEZO

 

NUNC INCIPIO   AHORA EMPIEZO

. . . Don Orione utilizaba y repetía una pequeña expresión latina “Nunc incipio”, es decir “ahora empiezo”, precisamente para recomendar este reemprender desde Cristo.
  Postrados a los pies de Dios, pidamos humildemente perdón a nuestro Padre celestial, por todas las ingratitudes de la vida pasada, y cada uno diga de corazón: "nunc incipio in Nomine Jesu": ahora comienzo en el Nombre de Jesús: comienzo a ser de Cristo y de la Iglesia: "nunc incipio esse Christi et Ecclesiae"

Nunc incipio. En tu Nombre –en nombre tuyo, Jesús”, ¡hoy empiezo! Que sea renovado el corazón, manantial del que brota el amor puro a Dios y al prójimo.

Nunc incipio, hoy comienzo una nueva vida, una vida santa. Todo aquello que hagáis a los pobres, a los pequeños, lo hacéis a Nuestro Señor mismo. No es una idea mía. Jesús mismo ha dicho: “todo aquello que hagáis al más pequeño de estos lo tendré como hecho a mí”.

Nunc incipio. Con la aceptación de las exigencias del amor de Dios que me reclama fidelidad a los tiempos y modos de relación y de oración.

Nunc incipio. A cultivar la caridad fraterna en comunidad, porque ella desvela la caridad de Dios, la purifica, la alimenta.

Nunc incipio. Respondiendo a las llamadas de la caridad pastoral, educativa y asistencial que forman el tejido estable de mi vida, donde quiera que esté y a cualquier edad que tenga.

Nunc incipio. Evitando la excesiva burocratización e “informatización” en las relaciones y en el servicio a las personas, tanto en la parroquia como en el Cottolengo o en la escuela.

Nunc incipio. Al lado de la caridad mediada (= organizada, institucionalizada) encontraré tiempos y modos de caridad inmediata (= directa, personal, cara a cara) hacia los pobres.

Nunc incipio. No me defenderé de una vida incómoda, “rota” por los imprevistos de la caridad, por las necesidades de los otros, abierta a los hechos y las personas.
"VER Y SERVIR A CRISTO EN EL HOMBRE"