Queridos hermanos, hermanas y amigos todos de la familia de Don Orione
Deo Gratias!
Llegando al final de mi segundo mandato como Superior General de la Pequeña Obra de la Divina Providencia. Deseo
expresar en esta carta mi agradecimiento al Señor por haberme apoyado
en estos años, a la Virgen, Madre de la Divina Providencia, y nuestro Santo Padre y Don Orione a los que he invocado para pedir luz y la verdad.
En el momento de "He acabado la carrera" de 12 años, mi
agradecimiento a los dos Consejos Generales con los
que compartí la responsabilidad directa, la Comunidad de la Curia
General y todos los hermanos, las Pequeñas Hermanas Misioneras de la
Caridad, a las Consagradas del instituto Secular Don Orione , los laicos del
Movimiento Laical Orionita, a los colaboradores en nuestras
actividades, a los Amigos, benefactores y devotos de Don Orione. Me
puse delante de Dios, de la Virgen, de Don Orione y a todos los que
han formado parte en estos años con mis límites y mis
defectos y les pido perdón. Y espero con interés
", corro hacia la meta,con los ojos puestos en el premio de
la vocación celestial, quiero decir de la llamada de Dios, en Cristo Jesús" (Fil 3:14), confiando
en la Providencia.
Finalizo el cargo de superior general, pero nunca me olvido de que, debido a este cargo, he sido y seguiré siendo el 7º sucesor de Don Orione, una responsabilidad que me estimula y consuela.
estoy viviendo este remanente de tiempo, antes del 16 de mayo y el comienzo del Capítulo General, en sintonía con algunos sentimientos expresados por San Pablo, que participan en una historia sorprendente en una misión emocionante y alcanzaron a él, humilde y casi lo confundió, pero contento de ser pasado por una gran causa, con ganas de descansar en los brazos de la Divina Providencia que conduce la historia. [1]
Finalizo el cargo de superior general, pero nunca me olvido de que, debido a este cargo, he sido y seguiré siendo el 7º sucesor de Don Orione, una responsabilidad que me estimula y consuela.
estoy viviendo este remanente de tiempo, antes del 16 de mayo y el comienzo del Capítulo General, en sintonía con algunos sentimientos expresados por San Pablo, que participan en una historia sorprendente en una misión emocionante y alcanzaron a él, humilde y casi lo confundió, pero contento de ser pasado por una gran causa, con ganas de descansar en los brazos de la Divina Providencia que conduce la historia. [1]
En estos 12 años, las cartas circulares han sido un momento
importante, tanto personales como de servicio, para reflexionar y
orientar el camino de los pasos de Don Orione en los tiempos actuales de la Congregación, la Iglesia y el mundo. "Yo herecibido del Señor lo que a mi vez les he transmitido" tal como yo mismo lo recibí:" (1 Co 11, 23 y 15.3) del Señor y de la vida en la Congregación. Ahora, en el momento de la despedida
, no encuentro otra manera más querida y más valiosa que dejar este mensaje que si lo hace" lo mismo que recibí: el encuentro con Don Orione,
su experiencia de Dios y de la caridad hacia los pequeños, los pobres,
las almas, la Iglesia y al Papa, para restaurar todas las cosas en Cristo, de acuerdo con el plan de su Divina Providencia de la que somos una"pequeña obra".
( texto completo en español en blog Don Orione )
