
PRIMERA PARTE
LA PEQUEÑA OBRA DE LA DIVINA PROVIDENCIA
¿Qué es?
Es una humilde Congregación religiosa, moderna en sus hombres y en
sus sistemas, toda y sólo consagrada al bien de pueblo y de los hijos del
pueblo, confiada a la Divina Providencia.
Nacida para los pobres, para cumplir su meta planta sus tiendas en los
centros de trabajo, y preferentemente en las barriadas y suburbios más
míseros, en los márgenes de las grandes ciudades industriales, y vive pequeña
y pobre, entre los pequeños y los pobres, fraternizando con los humildes
trabajadores, confortada por la bendición de la Iglesia, por el válido apoyo de
las autoridades y de cuantos sean espíritus abiertos a los nuevos tiempos y de
corazón grande y generoso.
Va siempre al pueblo, más que con las palabras, con el ejemplo y con el
holocausto de una vida día y noche inmolada con Cristo, al amor y a la
salvación de los hermanos.
Aún viviendo una única fe, aún teniendo una única alma y un único
corazón, y unidad de gobierno, desarrolla actividades múltiples, según las
diversas necesidades de los hombres a quienes sale al encuentro, adaptándose
por la caridad de Cristo, a las variadas exigencias étnicas de las naciones entre
las que la mano de Dios la va trasplantando.
Ella no es pues nunca unilateral, sino que para sembrar a Cristo, la fe y la
civilización en los surcos más humildes y necesitados de la humanidad, asume
formas y métodos diferentes, crea y alimenta diversidad de instituciones,valiéndose, en su apostolado, de todas las experiencias y sugerencias que
competen a las autoridades locales.
Su privilegio es servir a Cristo en los pobres más abandonados y
rechazados.
Su grito es el «Charitas Christi urget nos» de san Pablo, y su programa el
dicho de Dante: Nuestra caridad no cierra puertas.
Ella, por tanto, acoge y abraza a todo el que tiene un dolor, pero no tiene
quien le dé un pan, un techo, un consuelo: se hace todo a todos para llevar
todos a Cristo. Todo a fin de que surja, como de un pálpito vivificante, aquel
amor que está siempre despierto y dispuesto a cualquier necesidad de los
hermanos dolientes, esta Pequeña Obra de la Divina Providenciaquiere ser
como una corriente de agua viva y benéfica que derrama sus canales para
regar y fecundar de Cristo los lugares más áridos y olvidados.
Ella es una planta nueva, surgida a los pies de la Iglesia y en el jardín de
Italia, no por obra humana sino de un soplo divino de la bondad del Señor.
Y de año en año va desarrollándose, a la luz y al calor de Dios para el
consuelo de millares y millares de cuerpos y de espíritus es como una única
planta, pero con diversas ramas, vivificadas todas por una única sabia, todas
vueltas al cielo, florecientes de amor a Dios y a los hombres.