SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


domingo, 17 de noviembre de 2024

5TO DÍA, ESTABA ....



 5to DÍA

Evangelio:

Estaba. (Jn 19, 25-27).

Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala.  La palabra «Estaba» marca la existencia de la Virgen que sigue a su Hijo hasta el final, bajo la cruz.
 

La Palabra del Papa

 

María que, con maternal solicitud, cuidó de que no faltara el vino en las bodas de Caná, compartió con su Hijo la misión de salvación, hasta el pie de la Cruz. En ese momento, en el dolor agonizante experimentado en el Calvario, comprendió la profecía de Simeón: «Una espada atravesará también tu alma». El sufrimiento del Hijo moribundo, que tomó sobre sí los pecados y las aflicciones de la humanidad, la traspasó también a Ella. Jesús lacerado en la carne, el Varón de dolores desfigurado por el mal; María, lacerada en el alma, la Madre compasiva que recoge nuestras lágrimas y al mismo tiempo nos consuela, indicándonos la victoria definitiva en Cristo.

Y María de los Dolores, bajo la cruz, simplemente permanece. Permanece bajo la cruz. No huye, no intenta salvarse, no utiliza artificios humanos ni anestésicos espirituales para escapar del dolor. Esta es la prueba de la compasión: permanecer bajo la cruz. Permanecer con el rostro marcado por las lágrimas, pero con la fe de quien sabe que en su Hijo Dios transforma el dolor y vence la muerte.

Y también nosotros, mirando a la Virgen Madre de los Dolores, nos abrimos a una fe que se hace compasión, que se hace compartir la vida hacia los que están heridos, los que sufren y los que se ven obligados a llevar sobre sus hombros pesadas cruces. Una fe que no se quede en lo abstracto, sino que nos haga entrar en la carne y nos haga compadecernos de los necesitados. Esta fe, con el estilo de Dios, humildemente y sin clamores, levanta el dolor del mundo e irriga de salvación los surcos de la historia.  (Papa Francisco, Homilía, 15/09/2021)

 

La Palabra y la Vida de Don Orione

Cuando se abrió la primera Casa en San Bernardino, Don Orione y sus primeros alumnos colocaron en la capilla una estatua de Nuestra Señora, que había sido donada por un benefactor de Novi Ligure, el abogado Serra. Era una estatua de Nuestra Señora de los Dolores. Don Orione nos dice: «... el primer día que marcó el nacimiento de nuestra Congregación, el primer grupo de jóvenes, reunidos bajo los auspicios de la Divina Providencia, fue ofrecido de manera especial a Nuestra Señora de los Dolores... Nuestra Señora de los Dolores suele ser representada vestida de rojo, porque el rojo simboliza el dolor y el amor, con las manos juntas, la mirada dirigida al cielo y la espada atravesando su corazón. Esta estatua cruza los brazos sobre el pecho y levanta los ojos al cielo: así debía de estar María al pie de la Cruz, cuando Jesús agonizaba, en aquel momento sagrado y solemne en que Jesús nos dio el derecho de llamarla Madre María, la Madre de Dios... Cuando los chicos vieron que la Virgen tenía una espada clavada en el corazón, se volvieron hacia mí y me dijeron: «¿Cómo es que tenemos que tener una estatua de la Virgen con una espada clavada en el corazón? No, ¡no queremos que tenga una espada en el pecho!». ... Rompieron, pues, su espada y, habiéndose hecho traer cerillas, la quemaron allí, en medio del jardín, y dijeron: «Así sean quemados nuestros pecados...». ... Y en lugar de espada le pusieron un corazón de plata. Esta vieja estatua es la primera Madre de la Divina Providencia. Siempre ha permanecido así. Todo cambia en esta Casa, todo pasa: sólo una cosa no cambia aquí y no cambiará: la imagen de nuestra querida Madre de la Divina Providencia».

Rezamos con Don Orione

Siempre, oh Nuestra Señora, hablaremos de Ti, narraremos Tus glorias, difundiremos Tu devoción, daremos a conocer las maravillas de Tu bondad como Madre. Bendícenos a nosotros y a nuestro trabajo, bendice a todos tus devotos, a todas las almas buenas. Bendícenos a nosotros, tus siervos, tus hijos, sedientos de tu amor. Que tu gracia descienda como rocío, como lluvia benéfica sobre nosotros y sobre todos, cercanos y lejanos, amigos y enemigos, buenos y malos: tú, oh María, eres la Madre de todos, de todos quieres ser la luz, el consuelo y la salvación.

Y nosotros, humildes y fieles a tus pies y a los de la Iglesia, elevaremos todavía y siempre himnos de amor y de acción de gracias a ti, ¡oh Santa Madre de la Guardia!