SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

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miércoles, 3 de mayo de 2023

CASA DE LOS OBLATOS, SEMBRAR LA VIRGEN

 

 

Mientras tanto, los días transcurrían y se navegaba hacia el temido 1904, año de vencimiento del contrato. En cierto momento se presentó una benefactora, la condesa Agazzini de Ameno, quien se ofreció a comprar el edificio del "Santa Clara".

Don Orione respiró, informó en seguida al Obispo y estudiaron juntos el proyecto que, sin embargo, parecía irrealizable; finalmente, el Obispo se mostró adverso y la situación quedó como estaba. Don Orione creía estar caminando, caminando bajo uncielo cada vez más cargado de nubes; le parecía andar hacia la tormenta que se iba  desencadenar puntualmente en el famoso 1904.

|p2 Un día, pasando por el jardín de la "Casa de los Oblatos", sintió con más fuerza que nunca la necesidad de contar con ese edificio y tuvo una idea: tomó una estauita de la Virgen, la cubrió con dos tejas y - palabras textuales de Don Orione - "sembró la Virgen en un ángulo del huerto...".

     Pasó algún tiempo. El Obispo se sintió inclinado otra vez a darle el edificio, a pesar de que los obstáculos subsistían.

El 4 de mayo de 1904 se llegó a un acuerdo con condiciones fijas para una futura compra-venta; parecía haberse dado un primer paso estable, pero muy particular, entre dos generosos: uno imbuido del deseo de comprar para sus cientos y tantos muchachos, pero desprovisto de dinero; el otro, ansioso por donar la casa, pero con las manos atadas por la necesidad de dinero para pagar las deudas contraídas. estos dos grandes señores de la caridad realizaron un contrato, estipularon de palabra para el futuro, y el Obispo concedió a Don Orione el permiso utópico de construir un piso alto. Mientras tanto, las cosas siguieron tal cual, y fue necesario que la Obra de la Divina Providencia pidiese al municipio una prórroga del desalojo, cosa que obtuvo providencialmente.

     Sin embargo, la simiente germinaba. Un día se presentó la señora Francesca Zurletti, una benefactora alejandrina que ofreció nada menos que veinte mil liras. Se pasó rápidamente, con los ojos desorbitados por el estupor y la conmoción, a la tasación del inmueble que, para decir poco y no faltar a la más

estricta justicia, fue valuado en veinticinco mil liras; mientras el Obispo se disponía a pedir a Roma el permiso para el traspaso, surgieron otras dificultades respecto a las

modalidades de la transferencia de la propiedad, y Don Orione escribió una carta que vale la pena trascribir:

     "...Le repito de rodillas que, abandonado por entero en manos de Dios, no tuve otra voluntad ni otro deseo que el de no estimar en menos la santa vocación y el espíritu del Instituto, que usted bendijo y aprobó, y el de ser siempre su pobre perro fiel. La Obra, por su naturaleza, no puede ser reducida a un asunto de ladrillos ni a ninguna otra cosa. Usted me dice que el convenio no está firmado aún, pero le digo que aunque hubiesen sido cien firmas y yo hubiera sabido que usted se había arrepentido, se lo habría llevado de inmediato... Quiero ser como masa de una sustancia sin resistencia, que usted pueda poner a verter donde quiera y en su mano como una varita que pudiera hacer girar de acuerdo con la inspiración que le trasmite Dios, y ponerla donde le guste y romperla como le pareciera. Nunca, jamás he pedido una verdadera cesión perpetua de la Casa, tomada en su sentido humano y legal; no, sino una cosa in Domino, in Domino, in Domino, un Decreto, otra fórmula incluso más solemne, si la encuentra usted, magna expresión de fe y de caridad. Le dije que, si tuviese un palacio nada me consolaría excepto el Señor con su Divina Providencia...".

 cap, 18 Papasogli