El 8 de diciembre la Iglesia celebra la Solemnidad de
la Inmaculada Concepción, doctrina de origen apostólico que fue proclamada
dogma por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854 con la bula Ineffabilis
Deus.
El Catecismo de la Iglesia Católica describe que:
“Para ser la Madre del Salvador, María fue ‘dotada por
Dios con dones a la medida de una misión tan importante’.
“A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado
conciencia de que María ‘llena de gracia’ por Dios (Lc. 1, 28) había sido
redimida desde su concepción.
‘... la bienaventurada Virgen María fue preservada
inmune de toda la mancha de pecado original en el primer instante de su
concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a
los méritos de Jesucristo Salvador del género humano’” (491).
El catecismo lo explica en el número 493 y 493 que los
padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios "la Toda
Santa" (Panaghia), la celebran "como inmune de toda mancha de pecado
y como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo". Por la
gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de
toda su vida.
ella es "redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo".
En palabras de San Juan Pablo II, podemos decir que “María, al lado de su Hijo, es la imagen más perfecta de la libertad y de la liberación de la humanidad y del cosmos. La Iglesia debe mirar hacia ella, Madre y Modelo, para comprender en su integridad el sentido de su misión”.“Fijemos, por tanto, nuestra mirada en María, icono de
la Iglesia peregrina en el desierto de la historia, pero orientada a la meta
gloriosa de la Jerusalén celestial, donde resplandecerá como Esposa del
Cordero, Cristo Señor”.
El dogma de la Inmaculada Concepción, es una creencia
del catolicismo, el cual cree que María no fue alcanzada por el pecado original
Hoy 8 de diciembre se celebra el Día de la Virgen
Inmaculada Concepción.
Hoy 8 de diciembre es el día en que se celebra el Día
de la Virgen. Al considerar a la Virgen María como la Inmaculada Concepción, es
porque la Iglesia Católica contempla la posición de la Virgen como madre de
Cristo, y además sostiene que Dios preservó a María libre de todo pecado y, aún
más, libre de todo pecado, el cual se transmite a todos los hombres por ser
descendientes de Adán y Eva.
Cabe destacar que esta doctrina sostiene que Jesús fue
concebido sin intervención de un hombre y que María permaneció virgen antes,
durante y después del embarazo. La madre de Jesús, es también madre de Dios.
La expresión " llena eres de gracia" (Gratia
Plena) que está en el saludo del arcángel Gabriel (Lc. 1,28), y recogida en la
oración del Ave María, este aspecto de ser libre de pecado por la gracia de
Dios.
El Día de la Inmaculada Concepción fue declarado el 8
de diciembre de 1854, por el Papa Pío Nono, quien, después de recibir
peticiones de diversas universidades católicas de todo el mundo, se congregó en
la iglesia más grande del mundo, la Basílica de San Pedro, en Roma (Italia) y
anunció: “Declaramos que la doctrina que dice que María fue concebida sin
pecado original, es doctrina revelada por Dios y que a todos obliga a creerla
como dogma de fe”.
Justo en ese momento sonaron 300 campanas de las
torres de Roma y se echaron a volar miles de palomas mensajeras.
Simultáneamente, en todos los templos católicos del mundo se celebraron grandes
fiestas en honor de la Inmaculada Concepción.
Se cree que Dios desde su primera instancia, elige a
María, la preserva del pecado original, y la prepara para convertirla en la
madre de su hijo. Es Él quien puso a la muchacha por encima de todas las demás
criaturas, y la hizo más humilde y la más servidora. La inmaculada es como el
signo de la fidelidad de Dios, que no se rinde por el pecado del hombre.
Por esta razón la Iglesia contempla con gratitud y con
asombro, las maravillas hechas por la Virgen María.