- MATERNIDAD VIRGINAL DIVINA DE MARÍA
1) Santo Padre Francisco.
El primer día del año celebramos estos desposorios entre Dios y el hombre, inaugurados en el vientre de una mujer. En Dios estará para siempre nuestra humanidad y María será la Madre de Dios para siempre. Ella es mujer y madre, esto es lo esencial. De ella, mujer, surgió la salvación y, por lo tanto, no hay salvación sin la mujer. Allí Dios se unió con nosotros y, si queremos unirnos con Él, debemos ir por el mismo camino: a través de María, mujer y madre. Por ello, comenzamos el año bajo el signo de Nuestra Señora, la mujer que tejió la humanidad de Dios. Si queremos tejer con humanidad las tramas de nuestro tiempo, debemos partir de nuevo de la mujer.
Nacido de mujer. El renacer de la humanidad comenzó con la mujer. Las mujeres son fuente de vida. Sin embargo, son continuamente ofendidas, golpeadas, violadas, inducidas a prostituirse y a eliminar la vida que llevan en el vientre. Toda violencia infligida a la mujer es una profanación de Dios, nacido de una mujer. La salvación para la humanidad vino del cuerpo de una mujer: de cómo tratamos el cuerpo de la mujer comprendemos nuestro nivel de humanidad. Cuántas veces el cuerpo de la mujer se sacrifica en los altares profanos de la publicidad, del lucro, de la pornografía, explotado como un terreno para utilizar. Debe ser liberado del consumismo, debe ser respetado y honrado. Es la carne más noble del mundo, pues concibió y dio a luz al Amor que nos ha salvado. Hoy, la maternidad también es humillada, porque el único crecimiento que interesa es el económico. Hay madres que se arriesgan a emprender viajes penosos para tratar desesperadamente de dar un futuro mejor al fruto de sus entrañas, y que son consideradas como números que sobreexceden el cupo por personas que tienen el estómago lleno, pero de cosas, y el corazón vacío de amor.
2) De los escritos de Don Orione [1]
El 1° de mayo de 1908 publicaba en el boletín de la Obra este artículo en el que parafraseaba y desarrollaba, como él lo sabía hacer, la conocida expresión de un santo, San Leonardo de Puerto Mauricio, repetía en la efusión de su corazón: “Cuando pienso en todas las gracias que he recibido de Dios por intermedio de María, me parece ser como una de aquellas capillas, donde se venera alguna imagen milagrosa, las cuales tienen los muros cubiertos de ex votos con estas palabras: Por gracia recibida de María. Lean sobre mi frente, lean en mi corazón, lean en mi alma: no ven que por todas partes está escrito: gracias recibidas, te agradezco, María!”
Yo también veo mi alma toda cubierta de ex votos como habla San Leonardo, y es delante de cada uno de ellos que quiero expresar un buen pensamiento como acto de reconocimiento y garantía de amor filial.
3) Oración:
Nosotros, los fieles nos esforzamos en crecer en la santidad combatiendo el pecado, y elevamos nuestros ojos hacia Ti que resplandeces como modelo de virtudes delante de toda la comunidad de los elegidos
Ruega por nosotros, María
La Iglesia piensa en Ti con filial piedad y te contempla a la luz del Verbo hecho hombre; y mirándote, penetra cada vez más profundamente en el misterio de la
Encarnación y se conforta siempre más a su Esposo
Ruega por nosotros, María
La Iglesia, en su obra apostólica, mira hacia Ti, que generaste a Cristo, para hacerlo crecer y nacer también en el corazón de los fieles. Tú eres para nosotros el modelo de aquel amor materno necesario a todos aquellos que en la Iglesia, cooperan en la regeneración de los hombres Ruega por nosotros, María