SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


lunes, 21 de agosto de 2023

NUESTRO PAPA: PAPA PIO X Y DON ORIONE.

 

Pío X (1903 - 1914) Don Orione lo llamó "nuestro Papa" para expresar no sólo el afecto, sino también la importancia que tuvo Pío X en su vida personal y de la Pequeña Obra de la Divina Providencia en ciernes. Pío X reconoció de inmediato el temple de un apóstol y un santo en el joven fundador de Tortona.

"El Santo Padre Pío X será siempre nuestro benefactor supremo, nuestro Papa". En el pensamiento de Don Orione la protección otorgada por el Papa es muy valiosa para la Pequeña Obra.

Pío X tuvo noticias de Don Orione cuando todavía era cardenal de Venecia, las dos almas santas se entendieron y los contactos eran frecuentes en audiencias amigables.

En 1906 Don Orione se presenta ante Pío X para presentarle el reglamento definitivo del programa de su Obra, que son revisadas y aprobadas por el Papa. Solicita, además, su beneplácito para enviar a sus hijos a Brasil, como misioneros.

- No -sonríe San Pío X-: te voy a mandar, más bien, a la Patagonia.

- Santidad -dice Don Orione- en la Patagonia están ya los de Don Bosco.

- No, no... -prosigue el Papa- es otra la “Patagonia” adonde quiero enviarte: aquí nomás, en Roma, apenas fuera de la puerta de San Juan de Letrán. Allí falta de todo: la iglesia, la catequesis a los niños, casar a la gente por Iglesia, porque no ven jamás a un sacerdote.

Por obediencia a un pedido de Pío X, Don Orione permanecerá en Sicilia durante tres largos años como Vicario General del Arzobispo de Mesina, Mons. D`Arrigo. El Papa lo sostiene, lo alienta y le agradece su disponibilidad permanente al sacrificio; y respondiendo a alguien que le pregunta por él, dirá admirado:

- ¡Es un mártir, es un mártir!

En 1912, por fin, Don Orione puede dejar Sicilia. Llega ante el Papa y pide hacer sus votos perpetuos en las veneradas manos de Su Santidad. San Pío X acepta, complacido; pero hay una dificultad, observa Don Orione: para el acto formal de los votos hacen falta dos testigos que firmen el acta conjunta.

- Ningún problema... -dice el Santo Padre sonriendo- ¿dos testigos? Pues tu ángel de la guarda y el mío.

Así renovó Don Orione su generosa consagración -y la de su Obra- a Dios, a la Santísima. Virgen, al Papa, y a los pobres.

Pío X fue el primer Papa electo en el siglo pasado. Falleció el 20 de agosto de 1914, fue beatificado en 1951 y canonizado el 3 de septiembre de 1954 por el Papa Pío XII. El lema de su pontificado fue "Renovar todas las cosas en Cristo".

¡¡ MARIA REINA !! FIESTA LITURGICA

Martirologio Romano: Memoria de la Bienaventurada Virgen María, Reina, que engendró al Hijo de Dios, Príncipe de la paz, cuyo reino no tendrá fin, y que es saludada por el pueblo cristiano como Reina del cielo y Madre de misericordia.
El 22 de agosto celebramos a la Santísima Virgen María como Reina. María es Reina por ser Madre de Jesús, Rey del Universo.

Un poco de historia

La fiesta de hoy fue instituida por el Papa Pío XII, en 1955 para venerar a María como Reina igual que se hace con su Hijo, Cristo Rey, al final del año litúrgico. A Ella le corresponde no sólo por naturaleza sino por mérito el título de Reina Madre.

María ha sido elevada sobre la gloria de todos los santos y coronada de estrellas por su divino Hijo. Está sentada junto a Él y es Reina y Señora del universo.

María fue elegida para ser Madre de Dios y ella, sin dudar un momento, aceptó con alegría. Por esta razón, alcanza tales alturas de gloria. Nadie se le puede comparar ni en virtud ni en méritos. A Ella le pertenece la corona del Cielo y de la Tierra.

María está sentada en el Cielo, coronada por toda la eternidad, en un trono junto a su Hijo. Tiene, entre todos los santos, el mayor poder de intercesión ante su Hijo por ser la que más cerca está de Él.

La Iglesia la proclama Señora y Reina de los ángeles y de los santos, de los patriarcas y de los profetas, de los apóstoles y de los mártires, de los confesores y de las vírgenes. Es Reina del Cielo y de la Tierra, gloriosa y digna Reina del Universo, a quien podemos invocar día y noche, no sólo con el dulce nombre de Madre, sino también con el de Reina, como la saludan en el cielo con alegría y amor los ángeles y todos los santos.

La realeza de María no es un dogma de fe, pero es una verdad del cristianismo. Esta fiesta se celebra, no para introducir novedad alguna, sino para que brille a los ojos del mundo una verdad capaz de traer remedio a sus males.


htp://es.catholic.net/op/articulos/34667/mara-reina-santa.ht   "

La Virgen Inmaculada ... asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial fue ensalzada por el Señor como Reina universal, con el fin de quese asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señores 


y vencedor del pecado y de la muerte".

El reino de Santa María, a semejanza y en perfecta coincidencia con el reino de Jesucristo, no es un reino temporal y terreno, sino más bien un reino eterno y universal: -"Reino de verdad y de vida, de santidad, de gracia, de amor y de paz" (cfr. Prefacio de la Misa de Cristo Rey).
a) Es un reino eterno porque existirá siempre y no tendrá fin (cfr. Lc. 1,33) y, es universal porque se extiende al Cielo, a la tierra y a los abismos (cfr. Fil. 2,10-11).
b) Es un reino de verdad y de vida. Para esto vino Jesús al mundo, para dar testimonio de la verdad (cfr. Jn. 18,37) y para dar la vida sobrenatural a los hombres.
c) Es un reino de santidad y justicia porque María, la llena de gracia, nos alcanza las gracias de su Hijo para que seamos santos (cfr. Jn. 1,12-14); y de justicia porque premia las buenas obras de todos (cfr. Rom. 2,5-6).fuente: Aciprensa
d) Es un reino de amor porque de su eximia caridad nos ama con corazón maternal como hijos suyos y hermanos de su Hijo (cfr. 1 Cor. 13,8).
e) Es un reino de paz, nunca de odios y rencores; de la paz con que se llenan los corazones que reciben las gracias de Dios (cfr. Is. 9,6).
Santa María como Reina y Madre del Rey es coronada en sus imágenes -según costumbre de la Iglesia- para simbo­lizar por este modo el dominio y poder que tiene sobre todos los súbditos de su reino.
La oración Colecta de la Memoria de Santa María Reina dice: "Oh Dios, que nos han dado como Madre y como Reina, a la Madre de tu Unigénito; concédenos, por su intercesión, el po­der llegar a participar en el Reino celestial de la gloria reserva­da a tus hijos".