Durante su segunda visita a la
Basílica le envió al P. Enrique Contardi una estampa de la Virgen de
Luján invitándolo a venir desde Italia para trabajar a su lado. En la
estampita escribió: “Buenos Aires, 20 de noviembre de 1921. Almas y
Almas. Querida Virgen de Luján, que me has visto a tus pies, ve y toma a
mi querido P. Enrique y tráemelo aquí”. Luego de leerla el P. Contardi
entendió y dijo: “Y bien, partiremos cuanto antes”. Luego, Don Orione visitó el Santuario de Luján por segunda vez, pocos
días más tarde, el 29 de noviembre.4
Realmente el
hombre que desembarcó en Argentina era un cura creativo y espontáneo,
que tenía tatuada en su corazón la marca sagrada de la caridad. Pero,
sobre todo, el hombre que pisó suelo argentino hace 100 años,
4- Ibídem..