SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


jueves, 12 de diciembre de 2024

UNA REGLA... DE CARIDAD

<<Tortona, 1902. Jesús y las Almas. Mi buen Padre: estoy leyendo la vida de su beato padre san Antonio Zaccaría, escrita por Francisco

Moltedo, que también es barnabita. Siento que se me enciende en el corazón un

gran amor por éste su querido padre, que murió tan joven y en cambio ha hecho

tanto bien y ha sembrado tanto amor de Dios en las almas. Me gustaría, si fuese

posible, tener las reglas del santo, no las glosas o las constituciones adjuntas, que

pueden haberse hecho después, sino las reglas primitivas. Si a usted, mi buen Padre, no le fuese posible hacerme esta gran caridad, ¿quisiera al menos, pedirlas

para mí a algún superior, y conseguírmelas? Yo no pretendo servirme de ellas nada más que para mí provecho espiritual y de los míos y para conocer mejor a vuestro santo padre.

Y además otra cosa: se me han quejado de que no hago nunca las reglas, y yo no sé cómo hacer: usted, buen Padre, ¿me podría ayudar? Quisiera vivir según el santo Evangelio, de una caridad grande, que no tenga límites y con una misericordia grande hacia todos, también sin límites: quisiera amar dulcemente y morir de amor

especialmente por lo pequeños y por los pobres y por todos los afligidos de cualquier mal y dolor. Algo que abrazase el cielo y la tierra, no una clase de gentes

como hago ahora, sino que llegue a toda su vida interior y a la perfección de esta

vida. Es algo que siento, aunque no sé explicarlo. Los obispos quieren normas fijas de leyes: usted Padre, ayúdeme a hacer una ley que sea grande como la santa caridad, porque es esto lo que yo no sé hacer y es mi gran dificultad. Cuide, querido Padre, que sea una cosa que no tenga nada de humano y sea todo suave y grande caridad sin límites: que sea espíritu de Jesús, sólo, sólo, y Evangelio, para alcanzar al mundo que huye.

Buen Padre, ayúdeme un poco usted: me parece que el Señor lo ha puesto en mi

camino para que usted me pueda llevar de la mano, como se lleva a un niño. Yo

rezaré y haré rezar mucho. Usted conoce el pueblo y sus necesidades, conoce los pobres de toda condición, los pobres, los pequeños de los talleres y de los campos, que casi son pobres esclavos, y a Jesús, que llora por ellos; en medio de estos quisiera repartir mucho amor...; el Señor lloró por la esclavitud de los hebreos en Egipto. Hágame el favor por el amor de Dios y de los pequeños y de los pobres de Dios. Pequeñas reglas y pocas, pocas; pero toda caridad de Jesús y del prójimo y, adaptadas a los hombres, por la experiencia que usted tiene de la vida... No me diga que no, que el Señor le dará la recompensa, sólo él sabe recompensar lo que usted haga. También su beato padre (Fundador) veo que se dirigió a un religioso dominico para que le hiciese algún esbozo: yo tengo necesidad no sólo de un esbozo, sino de toda su caridad.

Y le saludo y le abrazo encarecidamente en el amor de Dios. Usted perdóneme

tanta libertad, y que todo sea por Nuestro Señor. Amén, Amén.

Su pobre servidor y afectísimo hermano en Jesús, Don Orione.

Que sean (reglas) dulces, llenas de amor que conduzcan a mis hermanos a

observarlas, con la dulzura de la suavísima caridad de Nuestro Señor Jesús>>.

 

 

 

 

AMO A LA VIRGEN Y CANTO




 AMO A LA VIRGEN Y CANTO!

 Yo le canto a la Virgen: 

porque quiero amar y cantar! 

Soy un pobre peregrino en busca de luz y de amor:

 vengo al Santuario con el rosario en la mano 

para ser por siempre el escabel de los pies inmaculados de María;

 vengo a pedirle luz y amor a Dios y a las almas! 

Vengo a Ella para no perderme,

 después de haber atravesado profundidades,

 derrumbes y alturas, precipicios y montañas, 

huracanes y abismos, oscuridad de espíritu y sombras negras... 

Vengo a Ella, y siento sobre mí una paz que viene de lo alto: 

veo su manto desplegado sobre todas las tempestades, 

y una serenidad indeleble que trasciende las regiones

 de la luz humana y supera todos nuestros esplendores me cubre y me penetra. 

El alma, inundada de la bondad del Señor y de su gracia, 

inflamada del fuego de la caridad, 

suspendida en las alturas y rebosante de amor,

 experimenta un alegría que es gozo espiritual, 

y se hace canto y dolor, sed ansiosa de infinito, 

deseo de todo lo verdadero, de todo lo bueno,

de todo lo bello: atracción y ardor de Dios 

cada vez mayores: amando en el Uno a todos: 

en el Centro a los rayos: en el Sol de los soles toda luz.

 En esta luz embriagadora me despojo del hombre viejo,

 y amo: este amor me convierte en hombre nuevo 

y amando canto, y canto!

 Amo inefablemente y canto al mismo Amor Infinito 

y a la Santa Virgen del Divino Amor:

 me lanzo hacia alturas inconmensurables

 y con un grito repentino de victoria,

 de gloria a Dios y a la Virgen Santa, amo y canto. -----------------------------

 * En Don Orione nella luce di Maria, Ed. Postulazione della Piccola Opera, Roma 1965, pp. 2164 ss. Tomado de un escrito del 31 de agosto de 1931. Don Orione, "pobre peregrino", recurre con confianza a María.