
En 1936, el avión en que viajaba Don Orione hacia Chile sobrevolaba la
cordillera de los Andes, cayó en un pozo de aire y casi no logra
recuperar altura. Como pese a eso llegaron a destino, el sacerdote
italiano hizo el voto de construir una capilla en Las Cuevas, cerca del
Cristo Redentor, a modo de agradecimiento y también para pedir por la
unión de Chile y Argentina.
Mas de 40 años después, sus devotos
consiguieron que se erigiera una construcción de piedra a 3.800 metros
de altura. Y así como hay quienes aseguran que Don Orione y su comitiva
se salvaron por un milagro -teniendo en cuenta que era la década del
'30-, también podría considerarse que la Divina Providencia obró para
que los fieles pudieran hacer realidad la promesa del santo italiano.
Antes
de regresar a Europa, Don Orione encomendó a los religiosos que, si él
no podía hacerlo personalmente -de hecho falleció cuatro años después-,
se encargaran de levantar la ermita (se denomina así a los oratorios
erigidos en sitios despoblados). Además, bendijo en Buenos Aires una
imagen de 200 años de antigüedad de la Virgen del Carmen, que había sido
traída desde Barcelona, y pidió que fuera colocada en el altar de la
capilla en la montaña.
Sin embargo, la tarea no era sencilla, ya
que además de conseguir los recursos para la construcción y el terreno,
había que sortear otras dificultades por la ubicación: la distancia y el
clima (que sólo permitía trabajar unos pocos meses al año). Por eso,
los sacerdotes propusieron a los fieles que crearan una Comisión
Pro-Ermita, que finalmente logró, en el transcurso de 17 años, que la
Provincia les cediera en comodato un predio en Las Cuevas y que luego se
encargara de la obra. Pero también reunieron, gracias al aporte de
fieles de todo el país, el dinero necesario para equipar el edificio.
Así
fue inaugurada el 27 de octubre de 1977 la Ermita Nuestra Señora del
Carmen de Las Cuevas. Martha Arenas de Zapata, vice presidenta de la
comisión, recuerda que ese día había nevado y el lugar "era una
belleza". También comentó que sintieron una emoción muy grande porque
finalmente habían logrado concretar la obra, después de pasar por
diversos gobiernos: militares y democráticos. Pese a eso, la mujer
sostuvo convencida que siempre supieron que se iba a terminar la
construcción porque "es muy difícil que uno pida para la obra de Don
Orione y le digan que no".
Martha Arenas comentó que al parecer
Don Orione tuvo una visión de la posible guerra con Chile y por eso
insistió en esta capilla que debía unir a los dos pueblos. En efecto, al
acto del 27 asistió una multitud de personas de ambos lados de la
cordillera (el edificio lo habían levantando habitantes de la alta
montaña, tanto argentinos como chilenos).
Y la Virgen del Carmen
-patrona del vecino país-, estaba flanqueada por las banderas de las
dos naciones. La imagen bendecida por Don Orione había sido traída ese
mismo día en procesión desde la iglesia en Godoy Cruz y ubicada en el
altar giratorio que permite que, cuando la capilla permanece cerrada
durante el invierno, se pueda ver desde el exterior.
Cada año
para octubre, los alumnos de segundo año del Colegio Valentín Bonetti
-parte de la obra de Don Orione en Godoy Cruz- visitan la ermita para
conocerla. Norberta Mercau, representante legal del establecimiento
educativo, subrayó que durante los meses más cálidos el lugar, que se
dice es uno de los más altos del país, permanece abierto; si no, se
puede solicitar la llave a Gendarmería, que es quien custodia el
oratorio.
El padre Juan, responsable religioso del colegio,
comentó que el martes a las 20 se hará una misa en conmemoración de los
30 años de la ermita, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen (Paso de
los Andes esquina Colombia). Pero también explicó que van a solicitar
que la capilla de Las Cuevas sea incluida en los circuitos de turismo
religioso, ya que subrayó que fue imaginada por un santo que estuvo en
la Argentina y escribió una oración para el país.
Ruta Internacional 7. Villa Fronteriza Las Cuevas, Departamento de Las Heras, Mendoza)
La iniciativa de llevar a las cumbres de los Andes una imagen de la
Virgen nació del propio Don Orione, quien en 1936, de regreso en avión
desde Santiago de Chile a Mendoza, tuvo una visión de la Virgen
presidiendo como faro luminoso e irradiando con su luz los pueblos
americanos.
Durante ese mismo viaje, Don Orione tuvo miedo por un temporal y
pozos de aires que afectaban el vuelo, y según sus propias palabras,
elevó su vista al Cielo y rezó. En agradecimiento al Señor por haber
pasado el susto, hizo el Santo una promesa, conocida entre la familia
orinita como el “Voto de Don Orione”. Redactado de su puño y letra, en
él prometía a Jesús construir una Ermita en Las Cuevas, bien cerca del
monumento al Cristo Redentor, bajo la advocación de Nuestra Señora del
Carmen, para que Ella protegiera a los pueblos de Argentina y Chile.
Dejaba encargado a sus sucesores cumplir su voto, si él no alcanzaba a
hacerlo.
En 1962 el Padre Víctor Colombara, Director de la Obra y Párroco en
Mendoza, tramitó en Roma el permiso para dar cumplimiento a la promesa.
Autoridades civiles, eclesiásticas y militares de Mendoza colaboraron
desde sus ámbitos y, por decreto 3.577 de 1965, el entonces gobernador
Francisco Gabrielli ordenó la construcción de la ermita.
En 1970 el proyecto fue aprobado y en 1973 el Superior General de la
Congregación ordenó el traslado de la hermosa imagen de estilo barroco
de Nuestra Señora del Carmen desde la parroquia de Godoy Cruz a Las
Cuevas. La imagen era una talla de madera perteneciente a una
distinguida familia de Buenos Aires, bendecida por Don Orione en 1936
para, según su deseo, ser entronizada en la ermita.
El 27 de noviembre de 1977 se realizó la ceremonia de inauguración y
entronización de la imagen en la Ermita. En el marco de un encuentro
grandioso de argentinos y chilenos, sobresalió la piedad y la
fraternidad entre los representantes de ambos países.
Estuvieron presentes aquellas personas que dedicaron buena parte de
su vida a la concreción de esta obra, como la señora Josefina Raffo de
Boulin Zapata, y más de 800 damas que colaboraron con ella. También
asistieron al acto el Arzobispo de Mendoza, Mons. Olimpo Santiago
Maresma, el Cardenal chileno Mons. Silva Henríquez, el Provincial
Orionita Padre Pablo Bussolini y el Padre Juan D´Atilia, en ese entonces
Director del Colegio y único sobreviviente de aquellos tres jóvenes
sacerdotes a quienes Don Orione designó expresamente para cumplir su
voto.