SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


jueves, 3 de octubre de 2024

LUIS ORIONE INGRESA AL ORATORIO DE VALDOCCO



El 4 De octubre De 1886, Don Orione Entra Al Oratorio De Valdocco, Donde Conoce A Don Bosco.

A través de aquel santo viviente, Don Orione supo de otro hombre de Dios a quien Don Bosco había conocido en persona, cuya misión caritativa en pro del desamparado no tenía precedentes, San José Benito Cottolengo, fundador de la Casa de la Divina Providencia.

Don Bosco y Don Orione: "amigos para siempre"

Por P. Facundo Mela fdp

A más de los 200 años del nacimiento del "Santo de Turín", la Familia Orionita recuerda a quien siempre estuviera en las oraciones y el pensamiento de nuestro Fundador. 

La figura de Don Bosco fue muy significativa para Don Luis Orione e influyó en él y su obra de una manera decisiva. El afecto hacia él y su obra sabe de innumerables gestos.

Pero quizás la muestra más emocionante del profundo respeto y cariño de Don Orione hacia quien llamaba su padre y maestro, sucedió poco antes de su muerte, más precisamente el 31 de enero de 1940, santoral de Don Bosco:

“Jesús en el Santo Evangelio dice a sus discípulos: de ahora en adelante no los llamaré más siervos sino 'amigos'... La amistad tiene algo suave que casi trasciende la fraternidad de la carne y de la sangre. Un día, mejor dicho, una tarde, fui a confesarme con Don Bosco; ahora no recuerdo más, pero me parece poder decir que aquella fue la última vez que me confesó. Había apenas empezado el tercer año del secundario: yo era el más joven de los penitentes de Don Bosco...

 “Después de haberme confesado me dijo estas textuales palabras: '¡Nosotros seremos siempre amigos!' Cuantas veces me encontré en dificultades y en tantas peripecias, y siempre me sentí animado y confortado por estas palabras que quedaron grabadas en mi corazón: ¡nosotros seremos siempre amigos!

"Don Bosco vive en miles y miles de casas y obras: vive en el espíritu y en la obras de sus hijos y en la inmensa apostolicidad de su congregación. Nuestra congregación es una pequeña plantita en comparación a un cedro, como es la planta de la obra de Don Bosco (...) Recuerden, mis queridos sacerdotes, siempre esto: ¡hagan siempre lo posible para que en nuestra congregación nunca falte el cariño, la fraternidad, la unión, la amistad de la cual habló Don Bosco!”

 “¡La Pequeña Obra será lo que Dios quiera ¡pero antes de todo, la Pequeña Obra debe sentir siempre gratitud hacia Don Bosco y hacia sus hijos; y que nuestra actitud y conducta manifiesten siempre agradecimiento hacia los salesianos por la sagrada memoria de Don Bosco (...) Y si alguna vez en la vida les ocurriera poder decir alguna palabra, poder defender a algún salesiano, a algún hijo de Don Bosco, háganlo, recordando la palabra, la gran palabra que Don Bosco dirigió, con su gran corazón a un pobre muchacho que él sacó de los campos, de los surcos y por quien se adelantó tanto en su espíritu paterno, que lo llamó amigo”.


EL CARISMA ORIONITA ES CATÓLICO





Don Flavio Peloso en Mar del Plata, con motivo de la 5ta Jornada de Don Orione hombre, sacerdote Santo.Nos decía:

Don Orione afirma que aquella “planta nueva y única”, la Pequeña Obra de la Divina Providencia, que “de año en año va desarrollándose, a la luz y al calor de Dios para   consuelo de millares y millares de cuerpos y de espíritus” es “obra de Dios” y que “sólo Dios es quien la ha hecho surgir y quien la va extendiendo, a pesar de nuestras miserias”.

Esta era la conciencia que Don Orione tenía respecto a la Pequeña Obra

1. Católico porque está abierto a todos los pueblos

Se me ocurre a menudo decir que Don Orione nació italiano y murió católico, o sea universal. Don Orione nació en Italia y siempre fue orgulloso de su italianidad. Pero más adelante hablaba de “Argentina, mi segunda patria”, de “Polonia, nación predilecta tan querida para mí”, de “Brasil, por el que lo que no he podido hacer de vivo lo haré de muerto”. Y no lo decía por captatio benevolentiae, sino por efecto de su paternidad carismática.

También la Congregación orionita ha nacido en Italia y se ha vuelto católica, presente ya en muchas naciones del mundo. Hoy ya no se puede decir que sea más italiana o más argentina, más brasileña o más polaca, más española o malgache, o filipina. No, es católica. Y eso no depende de los orígenes o del número de miembros, sino de la cualidad evangélica y católica del carisma.

Y es válido también para cada uno de nosotros. Cuando el carisma es asumido espiritualmente, desarrolla siempre una apertura católica, una tensión hacia la comunión abierta a todos los pueblos. No hay ya extranjeros. “Nosotros amamos a nuestra patria, y  ¡cuánto! Pero todo el mundo es patria para el hijo de la Divina Providencia que tiene por patria el cielo”, escribía Don Orione.3

 Este es el resultado de la fraternidad carismática. Cuando se celebró el centenario de la “única planta con muchas ramas”, recordamos que:" la comunión católica de la familia orionita es sobre todo fruto de la fidelidad espiritual al espíritu de Don Orione, al carisma, a la sabia divina que le da vitalidad".

2. Católico porque está abierto a las múltiples épocas y culturas

El carisma se encarna en la historia y se nutre de ésta, condicionado y desarrollado.

El carisma entra en diálogo con los distintos contextos sociales y culturales que se van alternando y se expresa entre nuevas dificultades y oportunidades, adaptaciones y cambios. Mantiene su identidad renovándose.

Don Orione mismo tuvo que afrontar varias inculturaciones. La primera inculturación del carisma ocurrió en la Italia de la “cuestión romana”, de la separación Estado – Iglesia, del aislamiento de la Iglesia, superado después con aquel movimiento “fuera de la sacristía”, con un nuevo estilo y acción popular. En la Italia del florecimiento de la acción social (hasta 1914, inicio de la primera guerra mundial), Don Orione promovió un nuevo estilo de ser sacerdote, “santos de la Iglesia y de la salud social”;4 aparecieron sobre todo escuelas, colonias agrícolas. Después, en el clima y condiciones de la veintena fascista (1922-1943), Don Orione y la Congregación se volvieron mucho hacia los huérfanos, hacia los pobres, hacia las categorías más abandonadas, y surgieron los Pequeños Cottolengos.

Muerto el Fundador en 1940, el carisma hubo de afrontar nuevas y aún más diversificadas inculturaciones, permaneciendo él mismo, vivo y capaz de nuevos frutos.

Sólo apuntando a Italia, la Congregación durante la época de la “reconstrucción social” después de la segunda guerra mundial, encauzó su caridad eclesial hacia los más pobres abriéndose a las nuevas necesidades con decenas de obras para huérfanos/as, mutilados de guerra y discapacitados, escuelas profesionales y casas para jóvenes trabajadores para los nuevos mercados de trabajo. Esta época ya pasó en la Italia actual.

Ahora, en el inicio del siglo XXI, las cuestiones sociales y eclesiales dominantes son diferentes: mundialización y globalización, fragmentación y liquidez social y cultural, relativismo y una nueva ética global, individualismo y comunicación virtual, y otras. Este es nuestro mundo. “Hagamos la señal de la cruz y lancémonos confiados al fuego de los nuevos tiempos”.5

Por un presente que tenga futuro, es necesario pensar en una nueva inculturación del carisma en sus aspectos espirituales y operativos.6

Van pasando las generaciones, mutan las culturas, nuevos modelos se afianzan. El Evangelio vivido por la Iglesia lo tiene todo para permanecer vital y proactivo. También el carisma evangélico vivido por la Pequeña Obra de la Divina Providencia tiene la vitalidad intrínseca de las cosas de Dios y “nosotros, aunque pequeños, debemos aportar la donación de toda nuestra vida” para la salvación de éste nuestro mundo, amado por Dios y por el que Cristo derramó su sangre.-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 El tema empieza a ser bastante estudiado; véanse, por ejemplo, Don Orione e il Novecento (Atti del Convegno di Studi, Roma 1-3 marzo 2002, Rubbettino, Soveria Mannelli, 2003) i contributi di G. Canestri, Don Orione incontra l’Italia, 99-114; A. S. Bogaz, Don Orione incontra il Brasile, 115-140; E. Giustozzi, Don Orione in Argentina, 143-160; A. Weiss, Don Orione incontra la Polonia, 161-178; R. Simionato, Ragioni e atteggiamenti dell’abbraccio dei popoli, 179-198; F. Peloso, Pianta unica con molti rami. La Famiglia Orionina a 100 anni dall’inizio della prima apertura missionaria: Atti e comunicazioni 2013, n.241, p.125-146.

3 Carta del 20 de agosto de 1920; Lettere I, 248