SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


martes, 2 de julio de 2024

LA HISTORIA COMENZO UN 3 DE JULIO DE 1892





El 3 de julio de 1892 en su ciudad natal de Tortona, Italia, Don Orione abría su primer oratorio, la primera semilla de lo que habría de ser la futura Obra de la Divina Providencia. Veamos cómo empezó todo.

El Oratorio San Luis

El niño lloraba desconsolado y furioso.

- ¿Qué te pasa, por qué lloras? -pregunta solícito Luis Orione-.

El niño al fin estalla:

- ¡No voy más al catecismo! ¡Me pegan!

- Bueno -contemporiza Luis-, si te portas bien, no te pegarán.

- ¡No, no voy más! -insiste enojado el pequeño-.

- No te pongas así. Si vienes conmigo te hago un regalito.

El chico, al fin, le sigue a su cuarto, mísero altillo sobre la bóveda de la catedral. Le regala unos dulces y le explica el catecismo. Cuando el niño se va, le dice:

- Vuelve mañana; y trae a tus amigos. Verás que te enseñaré más cosas de Dios y juntos nos divertiremos.

Y el niño volvió, acompañado por muchos otros.

Luis entonces los lleva a los pies de la Virgen del Buen Consejo en la catedral; luego a su pobre cuarto, que se trasforma en aula y también en lugar de recreo. De allí en más, todo su tiempo libre será para ellos.

Pasados algunos meses, en mayo, organiza un hermoso mes de María para todos. Ya toda la ciudad de Tortona conoce a Luis y a sus chicos. Ya no caben en su pobre habitación de los techos de la catedral; entonces los lleva al aire libre, subiendo la cuesta hasta las ruinas del “castillo”. Muchas veces, mientras suben hacia allí, pasan ante un edificio con una imagen de la Virgen pintada en la pared; entonces hace un alto a la turbulenta tropa y todos se recogen en devota oración.

Unos treinta años después ese edificio se trasformará en una institución de la Obra: el Colegio Dante Alighieri. “Yo creo que el Señor -comentaba Don Orione- ha querido así mostrarme su agrado por ese humilde homenaje que mis niños y yo rendíamos a su Madre en aquellos primeros años.”

- Sabe, Monseñor, -se atreverá a decirle al obispo de Tortona, un día- los chicos son muchos, en la catedral alborotan y alteran la tranquilidad de los canónigos; la gente protesta. Necesitaríamos otro lugar, más grande...

- Y yo te doy mi jardín -dijo Mons. Bandi, sin vacilar-: Será el Oratorio de la juventud de Tortona.

Sin más tardanzas, el 3 de julio de 1892 tuvo lugar la solemne inauguración en presencia de dos obispos, muchos canónigos y otros eclesiásticos, sus compañeros seminaristas y una familia de amigos músicos: los Perosi.

Con apenas veinte años, Luis Orione pronunciaba un inflamado discurso tomando como lema: “¡Almas y almas!”.

Así nació el Oratorio San Luis, primera semilla de lo que habría de ser la futura Obra de la Divina Providencia. “Nuestra primera tarea, es el Oratorio –afirmará más adelante Don Orione-; es el campo de nuestras batallas apostólicas. La salvación de la juventud del mundo entero vendrá de los oratorios y las escuelas, no de los internados. ¡Y nuestra Obra nació precisamente de un oratorio festivo!”.   Inauguración del Oratorio "San Luigi" en Tortona (1892).

Buenos Aires, 3 de julio de 1936.

Mis amados hijos en Jesucristo:

¡Que la gracia del Señor y su paz estén siempre con nosotros! ¡Hoy es 3 de julio! ¡Que hermosa fecha! ¡Es una gran fecha ésta de hoy para mí, oh mis amados! Cuantos años han pasado desde ese 3 de julio (de 1892); mas el recuerdo se me hace vivo, como si fuese ayer.
Era clérigo y custodio de la catedral: el Obispo de Tortona era Mons. Bandi, aún al principio de su episcopado.
Los muchachos y jovencitos que estaban a mi alrededor eran tantos, algunos centenares, los había de las escuelas primarias, técnicas,gimnasio y un hermoso grupo que ya trabajaba. No se los podía contener más, no cabían más en mi pequeña habitación, allá arriba, en la bóveda de la catedral, la última, no se los podía tener en la catedral, por que corrían por arriba y por abajo, por todas partes, no cabían más.

[...]El obispo, estaba muy contento de que se recogiesen esos niños y se hiciese un Oratorio Festivo en Tortona. Y dio su mismo jardín, y algunas habitaciones del palacio episcopal, en planta baja, donde ahora están las cocinas económicas. Fue el primer oratorio que se abrió en la diócesis, y estuvo en la casa del Obispo mismo.

Queridos hijos míos, quería hoy, el 3 de julio, recordarles ese primer Oratorio y ese primer esfuerzo, no solo porque me ayudan a dar gracia al Señor, sino porque reflejan bien que nuestra Pequeña Congregación nació de un Oratorio festivo: un Oratorio de los jóvenes fueron la piedra angular de nuestra institución. Y las SS. Virgen, entonces, en momentos de gran aflicción y persecución intensa, se dignó maternalmente a partir de entonces, bajo su manto celestial, no solo el Oratorio, del cual había puesto la llave en Sus manos, sino todo multitud infinita de los Hijos de la Divina Providencia que vendrían después, de todo tipo y color.[...]

La inauguración se hizo el 3 de julio fue solemne, y su excelencia el arzobispo Bandi, el teólogo Don Testone, fue solemne. Una parte de los seminaristas cantó "O Luigi, o vago liglio", dirigida por el maestro Giuseppe Perosi, quien se sentó en el armonio , padre y maestro del famoso Renzo. [...]. Había mucha gente, muchísimos niños. La inauguración se hizo en el jardín mismo del episcopado: algunos domingos después, todo se había reducido a patio.

Recuerdo que que Canegallo Federico leyó un agradecimiento en francés, hizo las técnicas; También leí una especie de discurso: : ¡Almas y almas!. Mons. Bandi pronunció un hermoso discurso: se sentía que las palabras le salían del corazón.

El oratorio se llamó: "Oratorio Festivo San Luis".

Se adaptó una capilla, un altar, con ese cuadro de San Luis (Gonzaga), que aún se conserva entre nosotros. Luego se agregó también una estatuilla de la Virgen Inmaculada que también está entre nosotros.

En la inauguración del primer Oratorio festivo, Mons. Giovanni Novelli, nominado por el Obispo Director (yo era un clérigo pobre), publicó una hoja de invitación, publicada por la tipografía Salvatore Rossi. La Pequeña Obra de la Divina Providencia, nacida de ese primer Oratorio festivo, y los primeros frutos de esos muchachos, ya había sido ofrecida y, diría, consagrada al Señor, al pie del Crucifijo que ahora está en el santuario, durante la Semana Santa previa.

 

La Pequeña Obra de la Divina Providencia, nacida de ese primer oratorio festivo, y la primicia de esos niños, ya había sido ofrecida y, diría, consagrada al Señor

[...].Cuando se abrió San Bernardino, el oratorio fue confiado a otras manos, y pronto cayó.

¡Pero cuánto bien hizo ese primer oratorio!

Luego, con la ayuda divina, fue abierto nuevamente en el mismo lugar, en el primer año del episcopado de Mons. Grassi, mas causas diversas lo hicieron transportar a un lugar tal vez poco apto, y así terminó también este segundo oratorio. [...] Más cuanta consolación he sentido aquí, cuando supe que Su Excelencia Reverendísima, nuestro nuevo Obispo,lo volvió a abrir para la parroquia de la Catedral, ¡y en ese mismo jardín! Deo Gratias! Mis amados hijos, hoy 3 de julio, he querido recordarles ese primer oratorio y ese primer esfuerzo, no sólo para que me ayuden a dar gracias a Dios, sino para que reflexionen bien que la Pequeña Obra nuestra ha nacido de un Oratorio Festivo: un Oratorio de jovencitos ha sido la Piedra Fundamental de nuestra Institución. Y la Santísima Virgen, en momentos, entonces, de gran aflicción y de viva persecución, maternalmente se dignó a tomar desde entonces, bajo su manto celeste, no sólo el Oratorio –del cual había puesto las llaves en sus manos–, sino toda la multitud, sin fin, de los Hijos de la Divina Providencia que vendrían luego, de todo tipo y color.

[...]La salvación de toda la juventud de todo el mundo, más que desde los colegios –que son, más o menos, hospitalarios–se obtendrá de los Oratorios Festivos y de la Escuela. Don Bosco decía: "¿Quieren salvar a un pueblo, a una ciudad? Abran un buen Oratorio Festivo". [...] Alrededor de cada Casa y por todas partes, en donde se encuentren los Hijos de la Divina Providencia, debe surgir pronto y florecer el oratorio festivo. Y digo festivo, no cotidiano. [...]

Y tengan en cuenta que el Oratorio Festivo no debe ser para una dada categoría de jovencitos prefiriéndolos de otros. No[...]Todos los jóvenes, también los más abandonados y miserables, deben sentir que el Oratorio Festivo es para ellos la Casa paterna, el refugio, el arca de salvación, el medio seguro para hacernos mejores bajo la acción transformadora del afecto puro y paterno del Director.

Que no haya, entonces, ninguna Casa de la Divina Providencia sin su Oratorio Festivo

. [...] ¡Que toda nuestra vida sea irradiada de amor grande de Dios y de amor al prójimo, especialmente a la juventud más pobre, más abandonada, y Dios estará con nosotros!

[...] Los bendigo con toda la efusión de corazón en Jesús Crucificado y en la Santa Virgen; reciban los saludos más cordiales de éstos hermanos vuestros y ténganme como vuestro afectuosísimo, como padre en Cristo.


En Camino con Don Orione, carta nº 78.

DON LUIS ORIONE

Hijo de la Divina Providencia.
Fuente Don Flavio Peloso, Messaggi Don Orione