1) Santo Padre
Francisco
“...
¡tenemos una Madre, tenemos una Madre! Aferrándonos a ella como hijos, vivamos
de la esperanza que se apoya en Jesús, porque, como hemos escuchado en la
segunda lectura, «los que reciben a raudales el don gratuito de la
justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo» (Rm 5,17). Cuando Jesús subió al cielo,
llevó junto al Padre celeste a la humanidad ―nuestra humanidad― que había
asumido en el seno de la Virgen Madre, y que nunca dejará. Como un ancla,
fijemos nuestra esperanza en esa humanidad colocada en el cielo a la derecha
del Padre (cf. Ef 2,6). Que esta
esperanza sea el impulso de nuestra vida. Una esperanza que nos sostenga
siempre, hasta el último suspiro.”
(…)
Que, con
la protección de María, seamos en el mundo centinelas que sepan contemplar el
verdadero rostro de Jesús Salvador, que brilla en la Pascua, y descubramos de
nuevo el rostro joven y hermoso de la Iglesia, que resplandece cuando es
misionera, acogedora, libre, fiel, pobre de medios y rica de amor.
2)
De los escritos de Don Orione [1]
En el boletín de la Obra de diciembre de 1907,
Don Orione así se expresaba al exaltar esta piadosa práctica popular.
Aquel que
honra la propia madre, dice el Espíritu Santo, es semejante a quien encuentra
un gran tesoro. ¿Qué tesoros de gracia serán entonces, los prometidos a
aquellos que honran a María, la cual, además de ser madre nuestra es también
verdadera Madre de Dios?
Entre las
expresiones más agradables de la devoción a María y más recomendada por la
Iglesia, es la piadosa práctica del rosario. El rosario es el Evangelio
presentado a los cristianos en forma popular.¿Se dirá que esta oración es una
repetición de palabras idénticas, que en definitiva ocasionan cansancio? Pero,
¿qué otra cosa es una música melodiosa? ¿No es acaso la repetición del mismo
motivo? ¿Y qué otra cosa es el aplaudir constante a una reina? ¿No es acaso la
repetición de la misma palabra, de su nombre, esto es, acompañado del aplauso
que quería no terminase jamás? Pero más allá de las palabras, hay en el rosario
misterios santísimos para contemplar. En los misterios gozosos, las virtudes
que animan a la esperanza en la vida del alma; en los dolorosos, las penas que
debe compartir con Cristo; en los gloriosos las glorias que de la virtud y los
dolores serán premiados en el cielo. Todo es emocionante en esta amable cadena
de místicas rosas que dirige el alma fiel a María! Y cuando me dicen que el
rosario es la devoción de los niños, yo me consuelo con las palabras del
evangelio: si no se hacen como los niños, no entrarán en el reino de los
cielos.
3) Oración:
Por la
santa Iglesia de Dios: unida a las victorias de María triunfe por sobre el mal
y los peligros
María,
Madre de la Iglesia, ruega por nosotros
Por todos
los cristianos: que en las angustias y en las pruebas de la vida se confíen a
la ayuda de María
María,
Madre de la Iglesia, ruega por nosotros
Por los
enemigos de la Iglesia: vencidos por la verdad y el amor, acepten a María por
Madre y reina
María,
Madre de la Iglesia, ruega por nosotros
Por esta
asamblea: María Santísima vencedora nos acerque a Cristo vencedor
María,
Madre de la Iglesia, ruega por nosotros