La solemnidad de NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO,
es una fiesta que siempre cierra el Año Litúrgico en el que se fue
meditando sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio
del Reino de Dios.
Cristo Rey “no viene para dominar, sino para servir”. Cristo “no llega
con los signos de poder, sino con el poder de los signos. No se ha
revestido de insignias valiosas, sino que está desnudo en la cruz. Y es
precisamente en la inscripción puesta en la cruz que Jesús es definido
como ‘rey’. ¡Su realeza está realmente más allá de los parámetros
humanos! Podríamos decir que no es rey como los otros, sino que es Rey
para los otros”. fuente Aciprensa
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