1) De la Homilía del Santo Padre Francisco (01/01/2014)
Nuestro camino de fe está unido de manera indisoluble a María desde el momento en que Jesús, muriendo en la cruz, nos la ha dado como Madre diciendo: «He ahí a tu madre» (Jn 19,27). Estas palabras tienen un valor de testamento y dan al mundo una Madre. Desde ese momento, la Madre de Dios se ha convertido también en nuestra Madre. En aquella hora en la que la fe de los discípulos se agrietaba por tantas dificultades e incertidumbres, Jesús los confió a aquella que fue la primera en creer, y cuya fe no decaería jamás. Y la «mujer» se convierte en nuestra Madre en el momento en el que pierde al Hijo divino. Y su corazón herido se ensancha para acoger a todos los hombres, buenos y malos, a todos, y los ama como los amaba Jesús. La mujer que en las bodas de Caná de Galilea había cooperado con su fe a la manifestación de las maravillas de Dios en el mundo, en el Calvario mantiene encendida la llama de la fe en la resurrección de su Hijo, y la comunica con afecto materno a los demás. María se convierte así en fuente de esperanza y de verdadera alegría.
2) De los escritos de Don Orione [1]
Don Orione tuvo la siguiente exhortación, en la casa de la calle Sette Sale en Roma, la vigilia de la Mater Dei del año 1930.
Hoy me ha impresionado la antífona que se dice en las primeras vísperas de la fiesta de la Virgen: “Su mano sobre mi cabeza y su diestra me abraza…”
Me parecía casi sentir a la Virgen que atribuía a sí misma estas palabras: Su mano izquierda, la izquierda de Dios, me sostiene la cabeza, mientras su diestra me abraza… Parece propiamente ver a un padre que hace este gesto de consuelo y de ayuda hacia su hijo o su hija… Son estos gestos que dan ánimo, que levantan, que estimulan, que dan vida, diría, a quien está decaído y cansado o que ha perdido la confianza…
Puede pasar, y seamos sinceros, nos pasa a todos, - a mí y creo también a ustedes - que, en ciertos momentos, estamos espiritualmente cansados, todo nos pesa, todo parece difícil, nos parece no poder seguir adelante, no nos pasa nada de bueno… Estamos cansados aún del bien… Es una tentación del demonio, se sabe, pero sucede…
He aquí, entonces, que nos hará bien pensar, correr con el pensamiento a este cuadrito:
La Madre de Dios y nuestra que nos tiene junto a sí, nos quiere cerca suyo para darnos ánimo, para levantar nuestro espíritu amargado y desesperado: nos abraza junto a su corazón, nos levanta la cara y quiere mirarnos a los ojos y decirnos que no debemos desesperarnos ni desanimarnos…
3) Oración de los Fieles:
La Iglesia contemple tu arcana santidad, imite tu caridad, cumpla fielmente la voluntad del Padre.
Ruega por nosotros, María
Con la predicación y el bautismo genera una vida nueva e inmortal a los hijos concebidos por el Espíritu Santo y nacidos de Dios
Ruega por nosotros, María
Te rogamos que por la virtud del Espíritu Santo Ella conserva virginalmente íntegra la Fe, sólida la esperanza y sincera la caridad. Ruega por nosotros, María